11. La Búsqueda (1/2)

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Tris

No me sentía bien preguntandole a Cuatro sobre su charla con Matthew, más aún cuando él parecia querer esconder lp que sucedía, así que me limite a quedarme callada, aún cuando sentí que las palabras quemaban por salir. Me despedí de él antes de volver a la habitación a dormir.

En realidad dormir era solo un decir, por que en realidad estaba muy inquieta dando vueltas mientras me preguntaba que era lo que Cuatro trataba de ocultarme.

Me levante lentamente tratando de hacer el menor ruido posible. Me vestí rápidamente y salí de la habitación.

Cuatro esta acostado sobre el sofá en uma postura bastante incomoda, tanto que tiene el ceño fruncido incluso dormido. La imagen me hace sonreír, y aunque me siento mal por lo que voy a hacer me repito a mi misma que debo salir adelante sola, debo dejar de depender de los demás.

En cuanto salgo a la calle siento el aire frío entrando por mi nariz. Por primera vez en el día me siento libre y enteramente feliz. Aquí estando sola no debo fingir nada, o sentirme fuera de lugar, no tengo que preocuparme por decepcionar a alguien al hacer algo distinto a lo que hacía antea de perder la memoria.

Esta vez soy más precavida y veo atentamente las calles, procurando recordar detalles para poder volver sobre mia pasos sin preocupar a nadie.

Las calles parecen desiertas, y no se escucha nada más que el sonido del viento chocando contra los edificios y moviendo algunos carteles.

De pronto comienzo a caminar, es como si mi cuerpo recordara lo que mi mente ah olvidado. De pronto me encuntro entrando a un edificio demasiado alto y por alguna razón qie no me puedo explicar, tengo el impulso de subir corriendo las escaleras.

No se cuantos pisos eh subido ya, pero el aire en mis pulmones quema al igual que mis piernas, pero justamente ese dolor me hacer sentir viva y alegre.

Estoy en la azotea riendo sin parar. La vista es espectacular, tanto que me insita a pararme en el borde, y de pronto sucede...

"El abismo nos recuerda que la línea que separa la valentía de la idiotez es muy delgada"

Una voz resuena en mi cabeza. Estoy tan sorprendida que pierdo un poco el equilibrio, pero rápida mente me incorporo y bajo del borde hacía una zona segura.

Me siento en el suelo mietras siento un ligero mareo, probablemente el cansancio por subir omienza a hacer efecto.

-¿Tris?-me giro enseguida buscando al dueño de la voz.

-¿Uriah?-me levante del suelo como pude y lo mire con una sonrisa procurando ser lo más casual y calmada posible.

-Hola, ¿Qué haces aquí?¿dónde esta Cuatro?-dijo mirando a todos lados tratando de buscarlo.

-Él no vino aquí conmigo hoy. En realidad salí por mi cuenta, no podía dormir y quise dar un pequeño paseo.

-No se como decirte esto pero tu pequeño paseo fue un poco lejos...como por mucho.-dijo con una sonrisa. Instantáneamente me sentí tranquila y alegre, tal vez no recordará el porque pero este chico me hacía sentir cómoda.-¿cómo llegaste aquí?

-No lo sé. Vi el edificio y solo lo sentí familiar. ¿Suena muy loco?

-En realidad no, conoces este lugar. Solíamos conocerlo, fue hace mucho tiempo.-De pronto pareció dejar de verme a mi, parecía que veía un buen recuerdo frente a sus ojos y se acerco lentamente al borde.

-¿Cómo es que lo conocemos?¿puedes contarme sobre eso?

-En realidad, yo no...-"no puede decirme nada puesto que puede alterar la imagen de mis recuerdos...si es que regresan" Seguramente mi cara demostró lo molesta que estaba por dicha frase así que se sonrió.- Pues al diablo. Aquí vinimos cuando entraste a la facción de Osadía, solía haber una tirolesa aquí, desde donde nos lanzamos por encima de los edificios y con nuestros compañeros gritando sin control divertidos con el miedo de los que se lanzaban, desde luego yo no tuve miedo ni un segundo-

Divergente, El Olvido 2/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora