Fly me up to where you are Beyond the distant star I wish upon tonight To see you smile If only for a while to know you're there A breath away's not far To where you are
Llévame hasta donde estés Más allá de la estrella distante Deseo esta noche Verte sonreir Aunque solo sea por un tiempo saber que estás ahí. Un respiro no está lejos A donde tu estás
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Viktor cuidaba enternecido al pequeño cachorrito, tan pequeño, tan indefenso, tan hermoso. Al parecer el pequeño no tuvo los nutrientes necesarios cuando estaba en el vientre de la madre. La madre tuvo que haber tenido malnutrición y al parecer era drogado ya que en la sangre del cachorro corría un alto porcentaje de algún narcótico. Viktor no ha nombrado al bebé, a pesar de que ya tenía tres semanas con él. Yuri ayudaba algunas veces a cuidarlo. Yuri le daba pecho al pequeño, ya que necesitaba de leche materna para adquirir los nutrientes de los que carecía. Sin embargo, seguían sin saber nada nuevo de Yuuri. El timbre del teléfono asustó al pequeño y provocó que comenzara a llorar. Viktor miró el teléfono y suspiró hondo. Estaba cansado de contestar llamadas que en un principio eran llenas de alegría con la esperanza de que alguien dijera algo de Yuuri, pero todas las veces eran personas que querían sacar dinero con información falsa o querían salir con Viktor. Viktor contestó el teléfono, con cero optimismos lo colocó en su oído mientras calmaba el llanto del bebé.
—Bueno?...Shhh!! SShhh!! Tranquilo, papi está aquí, papi está aquí—Viktor mecía al bebé en sus brazos—Bueno? Hay alguien ahí?—Nadie contestaba y Viktor comenzó a enojarse, debía ser una broma.—Si estás ahí, contesta. Esto no es gracioso.—un raro sonido que Viktor no pudo describir se escuchó al otro lado de la línea. Viktor podía escuchar la respiración de una persona.—Me escuchan?—el sonido se repitió, era como si alguien intentará hablar y no pudiera. Una pista llegó a Viktor.—Yuuri, eres tú? Yuuri?—El bebé comenzó a llorar a todo pulmón.—Shhh Shhh!! Yuuri, el bebé está conmigo... Yuuri...—colgaron.
Viktor sintió un nudo en la garganta, su desesperación por saber de Yuuri lo estaba haciendo perder la cabeza. Miró a su cachorro y lo pegó más a su pecho.
—Si tan solo me pudieras decir dónde está tu madre. Si tan solo alguien me dijera dónde está.
—Viktor, Viktor...—Yuri entró corriendo con Otabek detrás de él. Yuri parecía una sandía con patas.
—Yura, despacio, despacio. Nuestro cachorro se te saldrá si brincas así.—Yuri estaba por dar a luz en cualquier momento.
—Tranquilo, Beka, este leoncito o leoncita aguantara hasta que yo diga.—dijo mirando a Otabek con una mirada tierna.
—Qué pasa Yurio? Por qué tanto alarde.
—Yuuri—dijo Yurio y la mirada de Viktor cobró vida.—El cerdo sabía sobre su embarazo cuando desapareció.
