Eres Mi Estrella: El destino del amor

Una peticion.

Mina Aino de 17 años recién cumplidos, cabello color dorado claro, estatura 1,70; perfecta para ser modelo de pasarelas en Paris, es una chica un tanto popular en el ultimo grado de su clase en el orfanato donde ha vivido gran parte de su vida desde que perdió a sus padres, ha sido destacada por sus participaciones en obras musicales y demas en las que participa desde su último año de preparatoria; muchos cazatalentos del medio del entretenimiento de la capital de Japón  la han invitado a ser parte de sus proyectos como actriz.

Sus padres la dejaron junto desde los 4 años cuando eran muy niñas, hasta el momento nadie sabe que fue de ellos y del porque las abandonaron en el orfanato.

Asi que con el apoyo incondicional de las monjas del lugar, comenzó a tomar clases de actuación y todo lo referente a ser una de las celebridades reconocidas del cine internacional.

Juntó a su hermana gemela Serena eran la sensación en aquel lugar, pues no todos los dias habían dos chicas rubias como dos gotas de agua y que se advirtieran tanto al ser confundidas la una a la otra por los demás.

No querían  ser separadas la una de la otra muy pequeñas, las parejas de padres que llegaban, solo buscaban a una niña, por esa razón permanecieron hasta la mayoría de edad en el sitio sin presentarlas para ser adoptadas esperando ilusionadas a que sus padres volvieran por ellas.

Las monjas sabían que el padre de las dos rubias habia huido del pueblo después de la enfermedad que su madre tenía cuando las dejo allí para ir a apoyarla en el tratamiento, pero nunca mas volvierian a saber de ellos, por tanto guardaron el secreto.

Dos años atras se encontraban reunidos en el coro de la escuela que había en el orfanato cantando unas alabanzas con las monjas, un hombre se acercó a pedir ayuda, pues su auto había tenido una falla en el camino y necesitaba algunas herramientas,  por pura casualidad estaba cerca del lugar donde Serena hacía su canto como un ángel, el hombre quedó impactado y decidió  grabarla con su celular, quedó maravillado con la angelical voz de la chica cuando finalizó.

Las monjas lo descubrieron preguntándole que era lo que le pasaba para que estuviera allí sin su permiso y sobre todo grabando.

Les explicó muy asustado que era un cazatalentos que buscaba una nueva estrella musical, también necesitaba una ayuda para su auto varado.

Su nombre era Artemis y por pura casualidad quedó varado en frente de aquel sitio sin esperarlo había encontrado a su próxima artista, la chica mas dulce del lugar.

Señalo a la rubia que sonreía con sus amigas que estaban murmurando sobre los regaños de las religiosas al hombre torpe, la chica muy confundida se acercó al ser llamada por las monjas, su gemela llego al escuchar los gritos de Artwmis, notando como su hermana estaba avergonzada al saber que quizas recibiria algún reclamó de las hermanas por sus travesuras.

- Querida Serena, este hombre dice que le pareció muy linda la forma en que cantaste el solo de la canción.-Le comentó la superiora.

-Gracias.-La chica se ruborizo un poco tímida.

-¿Te llamas Serena?-Le sotuvo la mano.

-Si...Serena Tsukino.- Contestó un poco altiva.

-Puedo llevarte a la capital y puedo ayudarte para que alguien de la industria músical te lleve al exito.

La chica se quedó estupefacta ante tal proposición, en un inicio se nego a tal propuesta, pues significaba el dejar a su hermana gemela sola, pero el solo hecho de pensar que si se volvía famosa, sus padres la encontrarían y quizas la llevarían con su hermana, le pidió primero que la dejará pensarlo para hablarlo con las demás monjas.