CAPÍTULO 38

1.5K 112 14
                                    

- ¿Conoces a mi madre? - pregunta mi nuevo suegro.

- Se podría decir - me encojo de hombros.

- Claro, desde que te vi en la entrada supe que de algún lado te conocía - me sonríe -. ¿Así que eres la prometida de este idiota? - reímos.

- ¡Mariana, tus modales! - interviene la señora Raizad alterada.

- ¡Bienvenida a la familia! - me abraza -. Suerte con él - me susurra, y río sin saber qué decir.

- ¡Más que bienvenida! - me jala Aurora para abrazarme. Aún no salgo del shock.

- Y yo que creía que no te aceptaría - bromea Azael, haciéndonos reír.

- ¿Nuera, ¿verdad que se ven lindos? - Aurora coloca sus manos arrugadas sobre mis mejillas.

- Claro que sí - limpio sus pequeñas lágrimas y la miro con dulzura.

- Hermano, qué buen gusto - choca las manos con Azael -. Mucho gusto, cuñada. Me presento, soy Eduardo Britt, y esta hermosa dama es mi prometida, Araceli.

- Janine Dávila, mucho gusto - beso educadamente las mejillas de ambos.

- No salgo de mi asombro - comenta Aurora.

- Ni yo - reímos.

La voz del presentador que han contratado nos interrumpe, y todos prestamos atención.

- Buenas noches, damas y caballeros. Esta hermosa noche estamos celebrando la gran ceremonia anual que las empresas Britt ofrecen - el público aplaude -, y sin olvidar dar crédito a la hermosa dama Janine Dávila, quien estuvo a cargo de la organización de esta magnífica fiesta. Sin más preámbulos, quisiera llamar al señor Britt al escenario - todos los presentes aplauden. Azael me mira antes de caminar hacia donde lo han llamado, llega y le entregan el micrófono mientras las pantallas grandes se activan.

Me cruzo de brazos.

- Esta noche quiero darles mis felicitaciones por otra Navidad llena de éxito. Gracias a su esfuerzo, nuestras empresas no podrían estar más agradecidas por tener empleados de calidad. Esta noche es muy especial para mí, ya que hacía mucho tiempo que no compartía esta fecha tan significativa con mi familia. Aprovechando este momento, tengo un anuncio que cambiará las cosas de ahora en adelante y quiero hacerlo oficialmente. Como dicen, es mejor que salga de la boca del dueño del cuento - ríen -. Quiero agradecer a mi prometida, la señorita Dávila, por hacer todo esto posible. Cariño, todo quedó perfecto. No hay más noticias, así que continúen con sus celebraciones. ¡Feliz Navidad! - Todos quedan en silencio. Me rasco la frente y miro a mi derecha, donde las chicas tienen la boca abierta. Les sonrío avergonzada. Azael entrega el micrófono al presentador y mientras camina, los periodistas se amontonan sobre él.

- Gracias por eso - habla mi ¿suegra? La miro mientras Azael sigue hablando con los periodistas -. Desde que entraste a trabajar en la empresa, no habíamos pasado una Navidad juntos, aunque sea por unas horas. Sé que llegaste para cambiar su mundo y te lo agradezco. Se le ve muy feliz - Solo asiento, limpio sus lágrimas y trago duro -. Espero que sean felices - Me abraza.

"Janine, realmente tienes un puesto en el infierno con pompones y confeti", pienso para mí misma.

- De nada, señora Raizad - susurro, desviando la mirada.

Esto se llama culpa.

- Raizad, deja las formalidades querida - interrumpe Aurora.

Le sonrío -. Tu hijo se casará con esta bella dama. Ya era hora de que volara.

- ¡Ay, suegra! - Raizad limpia sus lágrimas con un pañuelo.

- Raizad, ya estás llorando - Andriel se acerca frustrado.

- Tengo sentimientos, Andriel. De todas maneras, es mi bebé - La miro con dulzura. Mi corazón se encoge al recordar a mi madre, pero las circunstancias son diferentes.

- Asentir con la cabeza es bueno - Andriel fija su mirada en mí. Desvío la mirada y mi cuerpo tiembla por instinto.

¿Dónde está Azael?

- Si me disculpan, tengo que atender asuntos con los camareros y otras cosas - Me despido de todos, incluido el padre de mi ¿prometido?

- No te preocupes, cariño. Ve tranquila - dice Aurora. Le sonrío y me alejo del lugar. Necesito aire. Me estaba asfixiando.

Parecía la nueva presa del león.

Camine detrás de la carpa, donde se encuentran todos los preparativos. Pregunto si hay algún inconveniente. Gracias a Dios, todo va perfecto, lo cual agradezco debido a la organización de estas personas. Distraigo un poco mi mente antes de entrar y ser bombardeada por preguntas de Erika, Gabriela y Natalia.

Y como era de esperar, apenas entro, las tres chicas me toman del brazo y me llevan al baño.

- ¿Se puede saber desde cuándo estás comprometida? - pregunta Erika.

- ¿Puedes decirnos qué pasó allí? - pregunta Gabriela.

- Te vas a casar con el jefe - agrega Natalia, todas preguntan al mismo tiempo.

- Sí - murmuro, mordiéndome el labio con duda.

- Me siento decepcionada - Natalia coloca su mano en la frente, mirándome indignada.

Ruedo los ojos. - No es para tanto - le resto importancia -. Además, les dije claramente que les tenía una sorpresa.

- Sí, claro, gran sorpresa la tuya - dice Erika frustrada -. Tengo ganas de golpearte.

- Por favor, no en mi hermoso rostro. Me voy a casar y no quiero aparecer golpeada en las revistas - rio a carcajadas. Ellas levantan las cejas.

- Chicas, les prometo que serán damas, ¿sí?

- Es lo mínimo que esperábamos de tu parte - dice Gabriela, cruzándose de brazos.

- ¡Cómo pude no darme cuenta! - se lamenta Erika.

- Porque te lo acabo de decir, ¿no? - hago una pausa, simulando pensar, mientras coloco el dedo índice en mi boca.

- Esta chica... - Natalia golpea su frente -. Juro que te mataré.

- Dejen las tonterías - nos interrumpe Lisbeth, haciendo que nos sobresaltemos.

Sálvame: El cambio que hace el amor verdadero a alguien con corazon de HierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora