Entre Flores y Cosméticos

¡Cuidado con las espinas!

El siguiente lunes con la incorporación de Jazmin a Sminka luego de tomarse unos 8 días, la esperaba Claudia con algunas novedades y una que particularmente le causo desconcierto fue que Anastasia Ferruchino la había convocado a una reunión a primera hora de la mañana y sin informarle el motivo. La gerente de relaciones humanas no quería hacer razonamientos que estuviesen fuera de lugar, así que dejo sus cosas en su escritorio y se encamino a la oficina de su jefa esperando ésta le revelara de qué se trataba el asunto. Descartaba la idea de un nuevo viaje porque hasta donde tenía agendado el último de este año se había suspendió.

─¡Buen Día Señora Ferruchino!

─¡Buen día Jazmin! Thais ¿Puedes dejarnos solas por favor? Cualquiera cosa que necesite te lo haré saber.─ la secretaria abandonaba la oficina cerrando tras ella la puerta.─ ¿Cómo estás? ¿Qué tal ha estado tu madre?

─Estamos bien gracias dándole tiempo al tiempo. Quiero expresarte de nuevo mi agradecimiento por tus consideraciones.

─No tienes por qué dármelas, sabes que lo hago encantada. Me importas eres una buena amiga.

─Te agradezco la deferencia. ¿Dime por favor para que deseabas reunirte conmigo?

─¿Te siento algo ansiosa o son ideas mías?

─Nada que ver es solo que tengo un poco mi trabajo atrasado y quiero ponerlo al día.

─¡Jazmin! El que me acompañes a este nuevo viaje también lo es.

─¡Perdón! Tenía entendido no habría más viajes por este año.

─Este viaje tiene y no tiene que ver con la empresa.

─Ahora entiendo menos.

─¡Tranquila! Te voy a explicar. Necesito me ayudes a convencer a alguien para que trabaje para mí como nueva administradora.

─¡Anastasia, discúlpame otra vez! ¿Pero no creo mi desempeño en Sminka sea estar convenciendo a las personas?

─Tómalo entonces como un favor personal. ¿Y creo no puedes negarte? ─ Jazmin inhalo profundamente y se acomodó en la silla sin dejar de sostenerle la mirada a una Anastasia que la veía desafiante.

─Eso que acabas de decir ¿Cómo debo interpretarlo? ¿Cómo una orden, un cobro por favor concedido o simplemente un chantaje?

─¡Jazmin por favor! Me ofendes al pensar eso de mí.

─¡Anastasia! Ya quitémonos las caretas en el fondo tú intensión conmigo es evidente y te la leo a millas. Te lo diré una vez más y seré muy transparente lo que paso hace un tiempo atrás entre nosotras no volverá a pasar nunca más. ¿Te fui clara o prefieres sea cruel?

─La verdad no me importa lo que digas. Tu obligación es cumplir mi orden y viajar conmigo cuando a mí se me dé la gana y punto. ¿Entendiste?

─Le daré mi respuesta en pocas horas señora Ferruchino.─ Sin agregar más palabras Jazmin se puso de pie miró a su jefa de arriba a abajo y salió del lugar. Dejando a una Anastasia sin poder ocultar su molestia. De regreso a su oficina se encontró con Pablo quien al ver su cara desencajada la detuvo para preguntar que le pasaba.

─¡Jaz! ¿Te sientes bien?

─¡No! Por primera vez quiero salir corriendo sin tomar en cuenta que dejo atrás.

─¿Tan grave es lo que te pasa?

─Tanto que estoy pensando en renunciar.

─Bueno esa es una decisión a veces extrema pero tus razones tendrás para decirlo y más querer hacerlo. ¿Si puedo ayudarte sabes que estoy?