CAPÍTULO 39

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- Pensé que cuando se enteraran me matarían - susurro mientras me escabullo con Lisbeth. - Nunca pensé que anunciarían el compromiso de inmediato – exclamo demasiada sorprendida.

- Aunque no lo entiendas, fue el momento preciso - dice Lisbeth, tomando un sorbo de su bebida - No te estaba buscando para hablar de eso, sino de cómo te trató su familia - me mira con curiosidad.

- Mejor de lo esperado – susurro sin creerlo aún - su abuela ya lo conocía desde hace tiempo, es tan dulce - sonrío cálidamente. - Su mamá me ¿adora? creo - me muerdo el labio. - Sus hermanos tienen una actitud mejorada comparada con la de Azael, pero su padre me mira como si fuera su nueva presa, me estresa, no puedo ni respirar en ese lugar - bufo - Será más difícil decir "sí, acepto" en la iglesia que lidiar con su mirada.

- Pobre de ti, mi niña - me mira mal. - ¿Qué? Necesitabas acción - mueve los hombros.

- Mi vida ya es una película de acción, Lisbeth - me cruzo de brazos divertida.

- Pero faltaba más sazón - niego con la cabeza. - Hablando de acción, ahí viene tu prometido - Lisbeth levanta las cejas en señal de broma.

- ¿Interrumpo? - la voz grave de Azael me hace sobresaltar, coloco la mano sobre mi pecho.

- Para nada, señor Britt. Felicidades por su compromiso - habla por mí Lisbeth, dejándome estática por su comentario. - Si me disculpan - Lisbeth se aleja rápidamente, con esa energía suya.

- ¿Cómo va todo? - Azael rasca su nuca, luciendo tierno. ¿Quién diría que detrás de esa apariencia de hielo hay un campo de flores en su interior?

- Bien - me encojo de hombros. - Aún no salgo del shock por tu anuncio. Hasta ahora, tu familia me ha tratado de maravilla, especialmente tu mamá y tu abuela – reímos - Ya sabemos lo demás.

- Me imagino, ella siempre es así con las personas que le caen bien. Así lo llama ella - me observa detenidamente. - Creo que por la ansiedad de saber si aceptabas o no, me olvidé de decir lo hermosa que luces.

- Es gracias a ti - entreabro los ojos. - Es un vestido realmente hermoso.

- Para una bella dama - sonríe.

- Gracias, tú también te ves muy apuesto - comento, notando cómo mis mejillas se ruborizan.

- Siempre es así - dice, ajustándose el traje.

Ruedo los ojos. - Qué creído.

- ¿Eso lo puedo tomar como un cumplido? - se encoge de hombros.

- Sabes, ahora entiendo tu actitud con tu padre - digo mientras caminamos. - Tu padre me observa como si fuera su nueva presa - me muerdo el labio.

- Me di cuenta, Janine - se gira hacia mí. - Pero cualquier cosa que haga, me tienes que contar, ¿entendido? Nunca se sabe qué pueda hacer Andriel Britt - coge mi mano y caminamos con más confianza hacia su familia. Cuando llegamos a la mesa, Azael me sostiene la silla para que me siente.

- Cariño, quería tocar un tema contigo - habla su abuela a Azael.

- Dime, abuela - asiente él.

- Quiero que tengamos una fiesta de fin de año sin objeciones - niega con la cabeza.

- Abuela, teníamos pensado pasar juntos fin de año en parís - lo miro confundida. ¿Cuándo hablamos de eso?

- Mucho mejor, querida. Sé que no me decepcionarás, ¿verdad? - alza su ceja mirándome fijamente ignorando a su nieto.

Trago saliva.

- Yo... No sé qué decir - Miro a Azael, quien suspira frustrado.

- No presiones, abuela - dice entre dientes.

- ¡Silencio! - La familia comienza a reírse, y yo los acompaño. -Irán y punto, fin de la discusión - hace un puchero con sus arrugados labios.

- Así se habla, Aurora - dice Raizad - Tú siempre haces lo que yo no puedo - niega divertida.

- Cuñada, ¿te gusta bailar? - hace un puchero Mariana, después de un rato.

- No mucho, pero me defiendo - me encojo de hombros.

- Genial. Hermano, te la robaré por un rato - sonríe, me extiende la mano y la acepto levantándome del asiento - parece que no tengo hermanos - señala con la boca a Azael - tengan la decencia de sacar a su hermana a bailar.

- No comiences con tus dramas, Mariana - sonríe – tu gemela no está, no quiere decir que sea mi turno - Los miro confundida. "Es su prometido", asiento restándole importancia.

- ¿No sabías que me voy a casar? - alza su mano mostrando su anillo de compromiso.

- Es muy lindo - sí que lo era, tenía una gran piedra en su dedo.

- Déjame ver el tuyo - chilla emocionada.

Hago una mueca incómoda.

- Azael y yo decidimos escogerlo juntos - me encojo de hombros - No me gustan muchas extravagancias, y conociéndolo, me dará una piedra de millones de dólares.

- Un Britt siempre tiene que llevar las mejores joyas - habla después de un largo tiempo Andriel.

- Siento decepcionarte, padre, pero Janine llevará algo con lo que se sienta cómoda - me defiende. Aclaro mi garganta incómoda.

- De ninguna manera, ella llevará mi anillo de matrimonio. Se lo prometí a tu abuelo - dice Aurora mirándonos seriamente - Y no hay discusión - muerdo mi lengua.

- Acostúmbrate, la abuela siempre tiene la última palabra - sonríe guiñándome el ojo - Me la puedo llevar ahora - muestra su dentadura perfecta.

- Traicionera - susurro, acariciándome la mejilla -Sí, cariño, vayan y diviértanse - Mariana agarra mi mano y me arrastra a la pista de baile.

Antes de eso, lanzo una mirada a Azael que dice "¿ves lo que me haces hacer?". La música de fondo hace que mis colegas de trabajo y sus parejas bailen sin miedo, todo estaba de maravilla sorprendiéndome. La pista está totalmente llena, bailando hasta abajo y sin miedo como dice Erika, miguel se queda atrás estos chicos si que tienen energías, mis pies están por explotar.

Es casi medianoche, así que la música se detiene por el presentador para el conteo antes de Navidad. Emocionada, presento a mi "cuñada" a las chicas, que en menos de segundos se integra como si se conocieran desde hace años. Mariana y las chicas nos acompañan a la mesa de la familia de Azael, que está sentado mirando su celular.

- Bueno, la espera está a punto de terminar en segundos con el conteo de 10 - habla el presentador, y la mayoría con sus tragos en la mano comienza a gritar hasta que la abuela peor que una quinceañera. Cojo una servilleta y me limpio un poco el sudor del baile. Azael me sonríe y repito su acción.

- 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1. ¡Feliz Navidad a todos y cada uno de las personas que forman parte de Empresas Britt! - gritamos por el micrófono. Con las chicas gritamos hasta más no poder, estaba demasiado feliz.

Creo que esta vez el dicho de "donde hay tormenta llegará el sol" me asienta tan bien. Bueno, algo así, ustedes me entienden. Todos los integrantes de la familia Britt dan sus felicitaciones y buenos deseos, Azael camina hacia mí y me da un beso en la mejilla que me coge por sorpresa. Mis mejillas arden, las chicas ríen ante mi rostro y les lanzo una mirada matadora, literal. Estaba por decir algo cuando una voz conocida me interrumpe.

- A sí que prometida - giramos para ver a su "amante particular" de Azael Britt.

Lo bueno dura poco.

Sálvame: El cambio que hace el amor verdadero a alguien con corazon de HierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora