Drabbles AoKaga

Drabble 1

El sol estaba en su punto máximo, las personas deambulaban en las transitadas calles del centro de Tokio. Entre la multitud se encontraba un chico pelirrojo caminando con prisa, tanta gente le impedía correr para llegar a su destino. Kiseki Model Company. Aquel lugar de modelaje donde tenía su primer trabajo como asistente de fotógrafo. Ese día sería la primera sesión donde ayudaría y ya iba un poco tarde, tenía la esperanza que algo atrasara un poco las tomas.

En uno de los estudios de Kiseki Model Company se encontraban preparado la sesión con temática de un nuevo perfume que sería lanzado el 14 de febrero. Todo marchaba bien, nada podía salir mal. En los camerinos los modelos Kise Ryoūta y Aomine Daiki estaban siendo maquillados para después ser vestidos.

-Estas un poco pálido Kise, ¿Seguro que estás bien?- pregunto Aomine.
-¡Claro que sí Aominecchi! Me encuentro de los más...- no termino de contestar cuando corrió hacia el cubo de basura.

Todos quedaron en silencio temiendo lo peor, retraso con las fotografías y tener que encontrar otro modelo que pegue con el atuendo y la imagen que se quería transmitir. El manager hacia las llamadas correspondiente, y Kise ya estaba siendo trasladado a la zona de enfermería.
En el momento que iba entrando Kagami mientras se disculpaba por la tardanza, el manager y el fotógrafo voltearon a verlo quedando estupefactos y con la mirada brillante. Aquel pelirrojo podía ser un excelente reemplazo de Kise y transmitía lo que tenían en mente para la sesión planeada.

-Joven Kagami gracias por venir. Soy Koga el fotógrafo, llega en un excelente momento. ¿Ha hecho modelaje anteriormente?
-¡E-eh! Solo dos veces para la clase de arte en mi universidad señor- respondió un Kagami confundido y apenado.
-¡Perfecto! Con eso nos basta.- le dijo mientras lo llevaba a la parte de los camerinos.-¡Shimizu! Encárgate del joven, será nuestro modelo reemplazo. ¡Sakuma! Ajusta el segundo vestuario y preparalo para que lo usé el joven Kagami.

Kagami estaba con la mente en blanco, ¿El modelo? No podía creerlo, si que se lo habían propuesto mucho por la altura y tenía forma por qué jugó básquet durante la preparatoria. Pero solo le interesó fotografíar, no ser fotografiado. Su mirada se cruzó con el modelo que se encontraba ahí, moreno, alto y fornido. Una belleza natural y una mirada atrayente, seductora y desinteresada. La mente de Kagami se fue al espacio. No cabía de la sorpresa, era el tipo con el que hace un par de meses tuvo un encuentro en aquella fiesta donde tomo fotos.
Choque de miradas. Y la chispa fue instantánea.
Aomine si que lo reconoció. Y como no hacerlo si fue su mejor acostón que había tenido en mucho tiempo, no siempre te encontrabas ese tipo de chicos a la vuelta de la esquina. Pero jamás lo contacto y eso que le dejo una nota con su número, algo que no hacía jamás.
Ni Aomine ni Kagami se dirigieron palabra alguna después de la breve presentación que hizo el fotógrafo. Al terminar con la maquillista Aomine fue llevado a qué le colocarán el vestuario, y lo pasaron a la escenografía. Aomine esperaba espectante la salida de Kagami, aquel vestuario le quedaría de lujo, no pensaba perder esa oportunidad.
Por su parte Kagami estaba que no se creía ese vestuario, ¿que se supone que era? ¿un ángel, arcangel o cupido con lanza? En esos momentos ya no había como dar marcha atrás, le estaban colocando las alas para después cubrir con una capa.
Fuera en la escenografía, colocaban los últimos detalles. El fotógrafo se mostró encantado, más bien extasiado, con la apariencia de Kagami, ambos modelos estando juntos daba lo que quería transmitir del producto.

-Aquí es donde pides una disculpa por no llamar después de aprovecharte de alguien.-  murmuraba Aomine en tono burlón. Ni tiempo dió a recibir una respuesta cuando el fotógrafo hablo.
-¡Perfecto! Coloquen bien esa lámpara quiero más iluminación centrada en ellos, entos arcángeles tienen que lucir como seres irresistibles.

Kagami con los nervios a flor de piel, y la vergüenza de vestir una falda más corta que su compañero de fotografía y cama por una noche. Solo atino a quedarse callado y seguir las instrucciones que le eran dichas.
Después de tantas fotos dieron por terminada la sesión, los modelos llevados a cambiarse. En el trayecto a camerinos, Aomine volvió a hablar.

-No tienes idea de lo sexi que te ves utilizando esas prendas. ¿Qué harás esta noche?
-¡Eres un maldito! ¿Así es como hablas después de que te largaste esa noche?
-No tenía elección, tenía sesión temprano. ¿Por eso estás enojado y no me marcaste en todo este tiempo?
-¿Cómo diablos iba a marcarte si no dejaste tu número? Solo sabía tu nombre.
-¿Pero que mierda dices? Te dejé anotado mi número de teléfono en una jodida hoja de papel encima de la almohada.

Vergüenza, eso sintió Kagami al acordarse que por la mañana despertó abrazando la almohada y seguro la nota cayó de ella. Estaba enojado por la desaparición de su compañero que no reviso nada.

-Ya entiendo por qué jamás llamaste. Ya aclarado el punto, ¿que te parece si nos vamos a tocar otro tipo de trompetas? Quiero ser yo quien te quite esa prenda de tu cintura.