Parte Única

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Min Yoongi, más conocido como Suga, es un mafioso del alto mando, jefe de una de las bandas criminales más conocidas y respetadas de Corea y un auténtico genio a la hora de hacer negocios y ocultar sus actividades criminales a la policía. Sus movimientos son impredecibles y seguros, pero, cuando se trata del chiquillo en el que se fijó y lleva siguiendo desde hace varios meses, Suga se vuelve predecible y vulnerable, tanto, que las demás bandas aprovecharían ese punto débil para hacerle daño y desterrarlo de la criminalidad para siempre...

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Tú niño bonito se dirige a su clase de baile de las 17:30, va por el parque que está a cinco minutos del estudio.- RM 17:17

Suga volvió a leer el mensaje que le había mandado su mano derecha y sonrió a la vez que se llevaba el cigarrillo a los labios, ese niño bonito, tal como lo llamaba Namjoon, le había gustado desde la primera vez que lo vio trabajando en un café-pastelería oculto desde el callejón de la otra calle hacía ya varios meses, un lugar para nada frecuentado por un criminal como él, pero no pudo evitar entrar solo para estar más cerca de él.

Suga quedó encantado con el trato que recibió por parte de él y por su personalidad, una encantadora y simple, el niño era muy expresivo y atento con los clientes aunque no pudo evitar darse cuenta de que a él le prestaba especial atención, cosa que lo halago de sobremanera. Volvió a sonreír al recordar las caras de sus ayudantes al decirles que a partir de ahora irían a ese café a hacer algunas reuniones de menor importancia las cuales las podían hacer a la vista de todos.

El niño bonito acaba de entrar a su clase con unos pantalones cortos y una camiseta abierta la cual no deja nada a la imaginación, hoy les toca aprender hip-hop, le vigilaré.- JH 17:31

Ahora sí que no pude evitar reprimir la carcajada que salió desde el fondo de su ser, su otra mano derecha, Hoseok, era el profesor de baile del niño bonito, una bonita coincidencia que le sirvió para vigilarlo más de cerca y para que los acabasen presentando. Fue una tarde de otoño en la que tenía que ir a por Hoseok al estudio para hablar sobre un nuevo cargamento de drogas que iba a atracar en el puerto en las próximas noches cuando se lo encontró, su niño bonito estaba hablando animadamente con Hoseok sobre un nuevo paso de baile cuando Suga se acercó por detrás asustando a su compañero y él riéndose en el acto.

- ¡Cuántas veces te he dicho que no me asustes así Yoongi!, ¿¡Cuántas!?

- Pues yo creo que ha sido divertido Hoseok Hyung, ¡Usted se asusta con mucha facilidad!- La sonrisa que le dio entonces Jimin a Suga terminó de enamorarlo.- Por cierto, me llamo Park Jimin, usted debe ser amigo de mi Hyung, un gusto.

- El gusto es mío Jimin, Min Yoongi.- Yoongi no está seguro, pero cree que la sonrisa que le dio a Jimin después de presentarse hizo que sus mofletes se calentaran y no su clase de baile con su amigo.

A partir de ese día, Suga iba más a menudo para encontrarse ''accidentalmente'' con su niño bonito, él siempre ponía la excusa de que iba a ver a Hoseok pero Jimin le hizo confesar la verdad cuando de todas las veces que lo había visto por el estudio lo había acompañado a su casa olvidándose completamente de Hoseok.

El niño acaba de salir de clase, se dirige por la calle que va camino a la pastelería, hoy no trabaja asique irá a comprar algo.- V 19:15

Suga levantó la vista hacia la ventana para observar el sol ocultándose a lo lejos, pronto terminaría de anochecer y no le gustaba que su niño estuviera por las calles de noche, conociéndolo, se entretendría en esa cafetería que tan poco le gustaba a él pero que le encantaba a su menor.- obligándolo a llevarle allí en muchas ocasiones solo para comprarse algo.- y saldría tarde de allí, tarde y solo... torció la boca, no le gustaba esa combinación, a pesar de que tenía a gente detrás de él vigilándolo. Un nuevo mensaje le llegó sacándolo de sus pensamientos.

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