Capítulo 30: Un giro inesperado.
Skyler.
Estoy jodida a niveles catastróficos.
Por un rato sólo me quedo anclada al piso contemplando como una perfecta imbécil la caja de cartón, esperando en apenas una chispa de esperanza que el diario se haya salido por equis razón y esté debajo de la cama. Con la esperanza renovada, me inclino, extiendo el brazo y tanteo en la oscuridad pero no logró atrapar más que polvo. Eso me recuerda limpiar más seguido aquí debajo porque parece un vertedero privado.
Idiota.
Los diarios no caminan, tampoco tienen brazos y piernas como para saltar de una caja sellada con cinta adhesiva. Me pregunto por qué el cerebro tiene la capacidad de generar ideas tan estúpidas en situaciones desesperadas.
De pronto se me ocurre algo, Tess pudo haber hurgado en mis cosas durante mi efímera estadía en casa de los Black. Sí... Pero, ¿eso no significa que ella sería la responsable de divulgar mis más recónditos secretos? ¿Sería capaz? ¿La creía capaz? Digo, la mujer es neutra para mi, no me cae ni bien ni mal es algo así como 'ah, estás aquí, genial'
No espero una respuesta por parte de mi cerebro, me pongo en pie de un salto y por un microsegundo observo como Marley abre los ojos desmesurados. Rompe el contacto visual y toma mi teléfono que dejé tirado al suelo. Siquiera recuerdo cuando lo solté.
Abro la puerta de un tirón y paso de largo a la pequeña sala en donde parece muy entretenida en su manoseo intenso. Aún estoy confundida con eso de actuar de pareja y no ser nada pero mi cerebro trabaja mil intentando conectar quien del mar de personas en esta universidad podría odiarme lo suficiente como para exhibirme así.
Me plantó frente a ellos con los labios apretados.
— Tess, ¿tomaste mi...?— entonces lo pienso mejor.
No puedo cuestionarle nada por dos simples razones. En primer lugar, no sería bien visto dejarles entrever que fui una niña tan estúpida y miserable al tener un diario de confidente; en segundo lugar, el blog explica que al culminar la ronda de humillaciones van a exponer la persona detrás de las palabras. Puedo impedir, al menos por unos días que se enteren de quien se trata realmente.
Como no digo nada, Tess baja de las piernas de Dylan y este saca la mano que antes estaba posicionada en su trasero.
— ¿Tu qué? Estuve buscando la blusa que te presté el otro día, después de eso, no he puesto un pie en tu habitación— moja sus labios en dirección a su supuesto "novio".
Mi mente trabaja rápido, no sé que hacer ni como resolver estos o el modo de encontrar al maldito que se esconde tras un monitor haciendo mi vida miserable. Muerdo la mejilla interna mientras un remolino de emociones parece moverse en mi interior sin detenerse en una en específico.
Miedo, ira, incertidumbre, consternación, impotencia, dolor.
Todo en uno.
De pronto tengo unas ganas intensas de vomitar toda mi existencia de una sola arcada. Por instinto, llevo una mano a la frente y otra a la boca para lograr ahogar un grito de pánico.
Mierda.
— Skyler, tienes cara de haber visto tu peor pesadilla hecha realidad— Dylan suelta una carcajada sonora.
— No jodas, tonto— Tess golpea su hombro—. De seguro acaba de descubrir que puede sentir cosas extrañas cuando los dedos de un hombre se mueven en los lugares correctos.
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CLUFF
RomanceSkyler Dallen no es el estereotipo de la chica delgada y sexy que camina por los pasillos del instituto, sin embargo, forma parte del grupo de los populares. Pero esto no quiere decir que sea la tímida, la mala o la falsa. Ella pensaba que no podía...