Introducción.

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Todo mi mundo...

Todo lo que veía, todo era puro miedo. No quería nada, me sentía solo y no pasaba ni un segundo en el que siempre me rodeaba el sentimiento más frío, más triste y simplemente...quería que todo acabara. 

Ese estado, esa mentalidad fue gracias a que puse todo mi empeño y cariño en una relación que, sin importar lo que intentará, no había final feliz, no había un escenario en el que todos los problemas que yo causé, se solucionarán...no existía ese escenario y sí había uno, no pude encontrarlo, no pude hacer nada mas, solo ver como poco a poco, ella me dejaba de querer y yo...dejaba de verla como mi más grande amor.

Para ser una relación de poco más de dos meses, me hizo muy feliz. Cambió mi forma de ver la cosas, antes era alguien que solía echarse la culpa por casi cualquier cosa mala que sucediera entre una persona cualquiera y yo. Podría llegar un sujeto a darme un golpe en la cara o una señora a insultarme y yo diría "Quizá hice algo que le hizo enojar, lo vi feo o me vestí mal", cualquier excusa servía, me hacía el culpable y podía decir "Lo siento". Era algo que encontraba "bueno", por que de esa forma, yo siendo culpable, pedía disculpas, enmendaba el error y seguía adelante...¡Vaya guarro era! Pero eso, en vez de beneficiarme, perjudicaba mis amistades y cualquier otra relación que tuviera, por que algunos los veían como una forma fácil de evitar los problemas, una debilidad y entre más personas se iban, menos veía mi problema...hasta que conocí a una chica que, bueno, digamos que llegó en el momento que necesitaba ayuda, necesitaba...ser salvado. 

Hablamos. Nos juntamos. Nos hicimos amigos. Quizá un noviazgo. No se pudo dar, tenía novio. Nos distanciamos. Salí con alguien más. Terminamos. Paso 3 meses arrepintiéndome. Llega Navidad. Nos juntamos, otra vez. Termina con su novio. Salimos un par de veces. Nos hacemos novios. Duramos dos meses...pero nuestra historia no acabará. 

Hoy en día somos amigos. Nos dimos cuenta de que cada quien cambió algo en el otro y no fue solo un hábito o nuevos gustos en música, cambió...todo. Le compartí mis experiencias y secretos más íntimos, y sé que cuando necesito un amigo, ella estará ahí. Y siempre estaré agradecido con ella, siempre estaré con ella y siempre será la persona que me hizo salir de un ciclo en el que siempre salía todo mal para mi. 

Esto parece que fue un cuento corto de una historia de amor joven, pero no es así. Por que después de toda esa ruptura, de que pasaba nada ni un segundo en el que siempre me rodeaba el sentimiento más frío, más triste y simplemente quería que todo acabara...después llegó la calma, llegó un alivio, llegó...Beca.

Beca es una gran chica, una persona maravillosa. Alguien que siempre busca la felicidad, que se preocupa por los demás, que es simpática, que tiene la risa más hermosa y contagiosa del mundo. Tiene los ojos más bellos que he visto, tiene ese encanto que te enamora, que tratas de descifrar pero nunca sabrás por que o como terminó gustándote tanto...así fue como me sucedió.

Aquí, narraré esta historia. No es la más larga, tampoco será la mejor historia de amor y tal vez, ni siquiera la contaré de la forma que se merece, pero vale la pena que, ya sea 100 o 10 o 5 personas sepan de esto, por que créanme cuando digo "Es la persona más hermosa" o "Me encanta su compañía, cada segundo a su lado, cada instante que te miro...no dejes que mi amor por ti se acabe". 


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