Apenas un suspiro

Agradecimientos

Quiero agradecer de manera muy especial a Dios que pone en mi el hacer esta escritura, pues sé que El es el autor que inspira todo lo bueno y para su gloria; le doy gracias por darme la fuerza de comenzar esto en medio de una de las etapas más ajetreadas de mi vida, en una etapa en donde me es necesario recordar constantemente su gracia y cuidado; una etapa donde el camino es angosto y es necesario volver al inicio; por esta razón estoy aquí y dejaré que Dios lo lleve a donde sea.
De igual manera agradezco a Dios por la vida de cada persona que me ha prestado, por cada persona que he conocido, pues cada una de ellas han sido un capítulo en esta jornada, algunos tienen más participación que otros, pero de igual manera son parte de mi formación y mi búsqueda.
Agradezco a cada persona que desde mi niñez se tomo el tiempo de hablarme de Dios, y la obra de Cristo en la cruz, desde mi madre, hasta las religiosas de la clase de catecismo, los sacerdotes, misioneros, pastores y líderes actuales  que desde la manera más sencilla, hasta la más velada o la más completa hicieron y hacen que en mi vida hay una constante hambre por seguir y conocer a Jesús.
Un agradecimiento especial a mis padres, los cuales me formaron en amor y me instaban constantemente a seguir y honrar a Dios; ustedes pusieron esas bases y cimientos que ahora son inconmovibles, ustedes colocaron la primera semilla, estoy en deuda con ustedes y son un regalo de gracia inmerecido. El Señor les recompense con ver su gloria el haberme cuidado y guiado con ternura y sacrificios en medio de esta jornada; son más de lo que merezco, mucho más de lo que pude esperar.
Finalmente agradezco a Dios por mi ciudad Zamora Michoacán, es aquí, en mi pueblito en donde Dios escribió y comenzó mi historia de redención, agradezco sus lugares, escuelas, jardines, esquinas, tienditas, alcantarillas, Campos, puentes y atardeceres, pues cada lugar me recuerda y me lleva de regreso a Él y su cuidado hacia mi.