🌙💤

1.3K 187 15
                                    

Contrario a lo que todos pensaban, entre las cosas que Jeongin más disfrutaba en secreto, su favorita no era poder ver a Minho hyung cocinar alguno de sus deliciosos platillos, con las risas y voces de Seungmin y Felix de fondo. Tampoco lo era cuando a Hyunjin se le daba por sacarles fotos a todos, haciéndolos posar y posteriormente colgando y enmarcando varias de las fotografías en las paredes de ambos departamentos.

No. Su pequeño placer secreto era cuando, estando ya todos por el quinto sueño y con el conticinio en su máximo esplendor, Jeongin— que tanto negaba el contacto físico a todos, alegando que no era lo suyo— se colaba a la habitación de Felix, quien, tras escuchar aquellos característicos tres toques a su puerta abría con rapidez, dejándolo pasar para colarse en aquella cama donde el mayor dormía e impregnarse de su embriagador aroma.

Adoraba cuando el contrario se acomodaba entre sus brazos y a pesar de estar oscuro podía percibir, presionada en su hombro, aquella sonrisa con forma de corazón que amaba besar. Tibia y dulce, así como las caricias que iba repartiendo sobre la tela que cubría el cuerpo ajeno y notando como su dueño se estremecía y suspiraba suavemente sobre su boca. Donde las conversaciones que tenían eran de todo y nada y podían extenderse por horas, hasta que el sol volviera a pintar el cielo en matices rosados y naranjas.

Sus noches favoritas eran, en definitiva, esas donde los sutiles toques iban más allá, los murmullos se apagaban y pronto la ropa de ambos terminaba desperdigada por el piso de la habitación, cuando sus belfos besaban aquella tersa piel de su cuello y pecho salpicada de estrellas y galaxias, cuando sus manos tocaban aquellos puntos débiles y se adentraba en aquel cálido interior que lo enloquecía por completo.

Cuando se movía buscando ese punto en específico, moviéndose a un compás que tan bien conocía una vez lo hallaba, escuchando los gemidos y sintiendo los espasmos que el cuerpo bajo suyo emitía.

—Jeong- ¡ah, Innie!— lloriqueaba el mayor en voz queda antes de arquear la espalda y acabar, haciendo que él también lo hiciera segundos después.

Cuando eso sucedía, era él quien se aseguraba de limpiar y vestir nuevamente al otro antes de acostarse a su lado de nuevo, besando su frente y arropándolos juntos antes de caer dormido abrazándolo, sonriendo satisfechos.

Sí. Le encantaban las noches, y más aquellas donde mimaba y amaba a Felix en la oscuridad, porque sabía que Felix lo esperaba, y eso bastaba para hacerlo feliz.

midnight cuddles 「jeonglix」 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora