Empezé a correr por el cesped,no veo a ningun chico o chica corriendo como yo al rededor del cesped. De seguro soy la unica alumna de ese profesor. Cada vez que pasaba por un lado de Sebastian,me gritaba "Vamos ___ tu puedes correr mas rapido". Me animaba,me hechaba porras.
Cuando termine,me acerque al entrenador y le dije:
-Listo,¿ahora que?
-Vas a calentar.Primero las piernas.
Junté mis piernas y me agaché para tocar el piso sin doblarlas,el entrenador se puso detras de mi,pude sentir como observaba mi trasero,asé que rápido me senté en el piso y me agaché para tocar mis puntas de los pies.
Que hombre tan zorro.
Sebastian fue a sentarse en la banca donde estaba mi mochila,cuando me tocó mi descanso de dos minutos fui a la banca y me senté.
-Hola-Dije con voz agitada porque estaba cansada.
-Hola ___.-Me dijo Sebastian pasandome la botella de agua de mi mochila.
-Gracias Sebas.
-¡¿Sebas?!- Me dijo muy impresionado.
-¿Tiene algo malo?- Le dije tranquila.
-N..No,no. Nada malo,solo que se me hizo... wow,como si tu no lo hubieras dicho.
Yo me reí.
-___,no me gusta tu entrenador.
-A mi tampoco Sebas.
-Niña vuelve aca,ya terminó tu descanso.- Fue el zorro de mi entrenador.
-Ya me voy Sebas.
-Te quiero ___.- Me sonrió.
-Te quiero tambien.- Me levante,sonreí y me fui.
El entrenador notó que estaba con Sebastian,pienso que el puede creer que es mi novio o algo.
Iba a hacer unas carreras con un chico,Fabrixxio,el chico que me habia saludado antes.
Cuando la carrera comenzó y empezé a correr,todos se dieron cuenta de que yo ya había corrido antes,yo sabía mucho sobre atletismo. De mi ciudad,yo era la mas reconocida,soy la mas sobresaliente,la mas rápida. Siendo que solo llevo poco tiempo entrenando,pero en verdad soy muy buena.
Cuando estaba corriendo,pisé algo,nose que fue,pero lo pisé y me dolió,mi tobillo se dobló y caí al piso.
Quize pararme pero me dolís mucho el tobillo,por lo que me fue dificil ponerme de pie.
Sebastian llegó corriendo a mi,muy preocupado,Fabrixxio tambien.
-___ ¿Estas bien?- Me dijo Sebastian.
-Con que te llamas ___,ahora se tu nombre.- Dijo Fabrixxio.
Sebastian lo miró con odio,y Fabrixxio agachó la cabeza hacia el piso. Como si tubiera miedo.
-¿Estas bien?- Volvió a preguntar Sebastian.
-Si,estoy bien.
-¿Puedes ponerte de pie?
-No,me duele mucho el tobillo.
Miré a Fabrixxio para ver que hacia,pero el estaba mirando al entrenador,con una mirada enojada.
Y el entrenador tenia una sonrisa picara.
Ya entendí.
El fue quien aventó esa cosa. ¿Pero que era? Revisé mi teni y tenia una piedra incrustada en el.
El maldito entrenador me tiró una piedra para que no ganara la carrera.
Sebastian me miró y se dio cuenta que yo estaba fulminando al entrenador con la mirada. Pero no creo que haya logrado saber lo que paso.
De seguro el piensa que me tropecé y ya.
Sebastian me ayudó a levantarme,se alejó,tomó mi mochila,volvio a mi y me cargó en su espalda y caminó hasta llegar al edificio donde vivo.
Entramos y Sebastian saludó a la secretaria que estaba ahí,caminó hacia el elevador y cuando entramos,se cerraron las puertas.
El me sentó en una barra que hay ahí pegada a las paredes para que la gente se sostenga con las manos,no deben de sentarse ahi,pero el me sentó y marcó el numero 15 que es el piso donde yo vivo.
-Gracias por traerme.-Le dije mientras me agarraba de la barra en la que estaba sentada.
-Tu sabes que siempre estare ahínpara ayudarte en lo que sea.- Dijo poniendose frente a mi.- No me agrada tu entrenador.
-A mi tampoco.- Dije poniendo mis manos en sus hombros.
El puso sus manos en mi cintura,y se acercó a mi,yo puse mis piernas al rededor de su espalda.
-¿Como sientes tu tobillo?
-Aun me duele.
-¿Quieres que te cuide?
-Quiero que te quedes conmigo en mi casa hasta que me cure.
Puse mis manos en sus mejillas y lo acerqué a mi. Voltee a ver los numeros del elevador.
-Estamos en el piso 9.- Le dije.
-Aun hay tiempo.- Me sonrió.
Sus labios besaron los mios. Son tan delicados,suaves,dulces,ese color rojo en sus labios,me provoca. Es comonsi fueran una droga y yo soy la adicta.
Yo le seguí el beso,el encajó nuestros labios,los mios dentro de los de el,y los labios de el dentro de los mios y así sucesivamente. Eran perfectos sus besos.
Entre besos le dije:
-Sebas,llegamos,las puertas se abrieron ya.
El me tomo de la cadera y cargandome de frente a el caminó hacia mi puerta,la abrió y entramos a la casa. Yo estaba abrazada de el por los hombros y recargue mi cabeza en su hombro izquierdo.
-¿A donde vamos?- Me dijo muy divertido.
-A mi cuarto.- Reí.
Abrió la puerta de mi cuarto y me acostó en la cama,el se acomodó sobre mi,puso sus codos a los lados de mis hombros y me besó en los labios.
-¿Porque no te acuestas?- Le dije sonriendo.
-No quiero lastimar tu cuerpo cuando me ponga totalmente sobre ti.
-No soy de cristal Sebas.- Dije riendo.
-No correré riesgo de lastimarte.- Besó mis labios nuevamente.
No besamos mucho,continuamente me decia "Te quiero" y yo igual.
Poco a poco fue levantando mi blusa para sacarla,ya estaba a la altura donde termina mi busto.
-Espera- Le dije tomando sus manos que estaban en mi blusa- Aun no.
-Bien.- Me dijo muy tranquilo.
-Creeme que te quiero a ti,y solo a ti. Quiero que tu seas el hombre indicado con el que lo valla a hacer,pero aun no porfavor.
-No te preocupes,somos jovenes y nos dan curiosidad esas cosas. Yo tambien quiero que tu seas la chica indicada y afortunada. Te esperaré. Y ya que estés lista,podremos avanzarlo. No te preocupes,no me vas a perder,y espero tampoco perderte.- Colocó mi blusa como estaba antes,me dio un tranquilo beso en los labios y se acostó al lado mio.
Tomé su mano,el giró a verme y yo a el,me abrazó por la cintura,estando cara a cara,yo escondí mi cara en su pecho,y nos quedamos dormidos.
