Buono tomato (Romano x Lectora)

Il mio tomato... il mio amore

Ok! como me pidieron una segunda parte...

Aquí la tengo!!

Espero que les guste! :3

Disculpen la tardanza... no tenía Internet y cuando tuve... me enfermé...

ADVERTENCIAS: malas palabras

----------(=w=)-------(ve~)-------

-Bien Utau ¿ya estás lista?- preguntó (t/n)

-¿por qué tengo que ir?- preguntó a niña de ojos marrones- aún me siento rara...

-sólo tienes flema...- respondió la chica- eso me recuerda, llévate tu pañuelo... no quiero que te ensucies- se acercó a la mesita de noche de la menor y agarró un pañuelo azul con un conejito verde con alas bordado- toma, llévate este.

La pequeña la miró indignada.

-¡¿Qué?!- exclamó quitándole el pañuelo- ¡¿cómo crees que voy a utilizar ESTE pañuelo?! ¡me lo regaló Arthur!

(t/n) sonrió malevolamente. Arthur Kirkland era un chico de 6 años que estudiaba con Utau. Ellos son los mejores amigos, pero (t/n) sabía que Utau quería ser más que eso.

-awww. Lo siento- exclamó sobreactuando- no debí meterme con el regalo de tu novio.

Utau se sonrojó.

-¡Callate! ¡tú sólo me llevas para que puedas besarte con ese italiano! ¡apuesto que quieres besarlo con lengua!

-Ok. ok...- se exasperó (t/n)- debes dejar de ver tanta televisión...

Después de esa pequeña pelea las chicas se fueron.

(con el sexy Lovi~)

-Oye fratello. Recuerda que hoy debes cuidar a la sorella de (t/n)

Feliciano miró a Lovino extrañado.

-Ve~ ¿de que hablas Lovi?- preguntó el italiano- ¿era hoy? yo ya tengo planes con Luddy (Ludwig: por qué el sobrenombre?/ Utau: te queda lindo Luddy~!)

Romano se enfureció. Le había dicho ayer que le iba a dejar a cargo a la hermana de (t/n), el muy torpe dijo que si, y ¡¿ahora tiene las santas de decir que ya tiene planes?!

-¡¿como que ya tienes planes?!- exclamó- ¡te dije AYER en la noche que tendrías que cuidarla bastardo!

-¡Lo siento fratello!- respondió asustado- Llamaré a Ludwig para decirle que no iré.

-Más te vale.

~time skip porque no se que más escribir~

(t/n) y Utau se encontraban en la puerta de la casa de Lovino, después de tocar varias veces un italiano muy parecido a Lovino respondió.

-¡Ve! ustedes deben ser Utau y (t/n) ¿verdad?- preguntó el enérgico chico, que parecía ser ciego, digo, sus ojos estaban cerrados.

-Si. lo somos. Tu eres Feliciano ¿verdad?

Feliciano asintió y luego tomo a Utau en sus brazos.

-¡Ve~! ¡vamos a divertirnos mucho Bambina!

Utau lo miró un rato y luego sonrió.

-Está bien.

Todos entraron a la casa y Feliciano le indicó a (t/n) la ubicación de la cocina, donde Lovino la esperaba.

-¡Ve~! ¿qué quieres hacer bella?

Utau pensó durante un tiempo, y luego sonrió malvadamente