Mi vida comenzó en un orfanato donde estaba con otros niños a los cuales sus familias les habían abandonado, sin embargo allí no nos trataban bien. Por el día lo parecía, pero por la noche nos maltrataban.Cuando era un niño de 5 años fui "acogido" por una familia, pero eso solo era una tapadera. La pareja a la que iba a llamar papá y mamá vivían alejados del mundo al lado de un lago, y eran pobres.
En ningún momento pensé que fuese a ser feliz, pues lo único que querían de mí era alguien con quien experimentar drogas u otros elementos químicos en su pequeña cabaña de dos pisos; y cuando no hacía algo bien o me resistía era castigado severamente, pero no podía seguir así y tras mucho tiempo, un día quise revelarme.
El plan salió terriblemente mal y ambos comenzaron a pegarme patadas en el suelo y luego sacaron otros objetos con lo que me comenzaron a dar una paliza más brutal que las que recibía de vez en cuando.
Niño: Ayuda...
Susurré y en un instante escuché a alguien subir las escaleras y correr hacia la habitación en la que me encontraba.
???: Cierra los ojos.
Escuché que me dijo una dulce voz proveniente de una mujer hermosa de cabellos rojizos que entró a la habitación con rapidez. Le hice caso y cerré los ojos, escuchando después un par de gritos e insultos antes de que se hiciera el silencio.
???: ¿Estás bien pequeño?
Abrí los ojos y frente a mí estaba aquella mujer, arrodillada, preocupada por mí. Aquello me hizo llorar, era la primera vez que alguien se preocupaba por mí de verdad. La abracé mientras continuaba llorando.
???: Ya pasó pequeño. Dime, ¿cuál es tu nombre?
El abrazo era cálido y dulce. Al mismo tiempo me acariciaba la espalda para calmarme.
Niño: ¿Nombre? No tengo ninguno.
Hablé una vez me había calmado y ella me comenzó a secar las lágrimas con un pañuelo.
???: Entonces yo te daré uno. Hmmmm...¡Ya sé! Tu nombre será Klaus.
Ella me dedicó una sonrisa y yo sonreí también. En aquel momento no me di cuenta, pero había invocado a un Servant y yo era su Master.
Me agarró entre sus brazos, curó mis heridas y bajamos al primer piso para dirigirnos a la diminuta cocina que tenía aquella cabaña. Me sentó a un lado de la mesa y fue a mirar que había para comer.
Klaus: ¿Y cuál es tu nombre?
???: ¿Hmmm? Yo tampoco tengo un nombre.
Habló con una gran sonrisa y prosiguió.
???: Puedes llamarme como quieras.
Klaus: ¡Mamá!
Dije con una sonrisa de oreja a oreja. Ella aceptó que la llamase así antes de ponerse a cocinar, terminando media hora después y dejó un plato sobre la mesa enfrente mía.
Mamá: Come.
Tras ver su dulce sonrisa comencé a comer, después de mucho tiempo.
Mamá: Que me dices, ¿quieres que vivamos juntos aquí?
Asentí frenéticamente mientras comía. De esta manera comenzó mi alegre vida junto a aquella mujer misteriosa que me había salvado.
Ella salía a comprar de vez en cuando y yo me quedaba en casa haciendo cosas, como lavar la ropa o limpiar la casa. Me enseñó muchas cosas, entre ellas cocinar y estudios básicos.
Los años fueron pasando y un día comencé a ver a mi salvadora cansada, desanimada y un tanto nerviosa.
Klaus: Mamá, ¿estás bien?
Estaba lavando los platos de la comida, con poco ánimo, cuando llamé su atención.
Mamá: La verdad es que no...
Entonces fue cuando me explicó sobre la Guerra del Santo Grial. Que ella no participó por estar conmigo y que la Guerra acabó. Ella desaparecería entonces, pero no lo hizo, no quiso abandonarme y para ello mató personas, personas malas que se lo merecían.
Klaus: Déjame ayudarte Mamá.
Ella se sorprendió, pero lo decía totalmente en serio.
Klaus: Entréname duramente y te prometo que conseguiremos el Santo Grial, no en la de dentro de un año, sino en la siguiente dentro de 8 años.
Así fue como comenzó mi duro entrenamiento. Me enseño técnicas de sigilo, en las que se especializaba pues su clase era Assassin; técnicas de combate con la espada y cuerpo a cuerpo, magia y montura, básicamente un poco de todo, pero solo lo esencial. De esta manera pasaron 7 años, solo faltaba uno para la Guerra cuando...
Mamá: Creo que ya es hora de que salgas y pongas en práctica lo aprendido.
Asentí y me entregó un regalo por mi 18 cumpleaños. Era algo alargado y estaba envuelto en una tela. Retiré la tela y encontré una espada envainada.
Mamá: Toma. Esta espada te pertenece ahora. Su nombre es Cenibel, y es tu deber sacar todos sus poderes.
Me preparé para salir de aquella cabaña y conocer el mundo después de tanto años. Tenía pensado volverme más fuerte durante el tiempo que iba a estar fuera de casa y eso hice.
Peleé contra Garu y conseguí bastante poder en mi viaje, poder que no conseguí controlar del todo y me convertí en una bestia, la bestia que luchó contra Berserker. Mamá fue en mi búsqueda cuando estuve en ese estado y fue ella a que me colocó aquellos sellos.
Mamá: Hijo has conseguido un gran poder, libera tus sellos con cuidado. Puedes liberar mucho poder, pero es posible que hagas daño a tus seres queridos sin darte cuenta.
Me llevó de vuelta a casa y seguimos entrenando duramente hasta que la Guerra estuvo a punto de empezar.
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Fate/Stay Night: Un Nuevo Servant
Action¿Qué hubiera pasado si hubiera habido un octavo Servant en la Quinta Guerra del Santo Grial de Fuyuki? Nada, no hubiera pasado nada, pero ¿y si fuera especial? No diré nada más para no revelar nada, jejeje. Averiguarlo leyendo esta increíble histor...