Día 4 de 60 (Parte 1)

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-¿¡como rayos se te ocurre despertarme lanzándome agua encima idiota!? -le grito a Dylan mientras lo persigo por toda la casa.

Que buena forma de empezar el día ¿no?

Bueno, les cuento, son las siete en punto de la mañana, un sábado, yo estoy empapada y mi hermano está corriendo por su vida escaleras abajo.

-¡Sabes que conmigo uno a las siete ya debe estar despierto! -lo escucho gritar mientras ríe.

Me detengo de correr antes de llegar a las escaleras.

-¡estas en mi casa! ¡me puedo levantar a la hora que quiera! -le grito de vuelta.

Bajo las escaleras con calma para verlo sentado en una de las sillas que hay en mi sala. Tiene una mirada burlona y me ve con gracia, aún está en pijama y se ve que se acaba de levantar.

Dylan se parece mucho a mamá, tiene sus ojos verdes, su nariz y sus cejas, además del color de piel, en cambio el sacó el cabello negro y lacio de papá, además de su muy buen humor.

-en eso tienes razón pequeña -gruño ante el apodo -pero, hoy tienes una cita, ¿o me equivoco? -lo veo con la boca abierta.

-¿como rayos te enteraste de eso? -le pregunto dirigiéndome a la cocina por un vaso de agua.

-pues, estaba en la misma casa, no había subido, me quedé escuchando todo y aquí me tienes, avisándote y despertándote temprano -escucho su explicación desde la cocina, sirvo en un vaso el agua fría y me dirijo a la sala.

-entiendo, pero ya te dije que deberías avisar y no escuches mis conversaciones -le digo con una sonrisa ladina.

-Si, si ajá -se quedo en silencio unos minutos -oye Emma ¿donde conociste a Lucas? -esa pregunta me toma por sorpresa.

-En la universidad ¿porque? -pregunto.

-No, por nada, solo se me hacía un poco conocido -dice soltando una risa -pero eso es imposible.

Me acerque a el y derrame mi vaso de agua en su cabeza, empapando su ropa.

-venganza -le dije mientras me dirigía a mi habitación.

-¡Emma! -lo escucho gritar más lo ignoro.

Entro en mi habitación y cierro la puerta detrás de mí. Me deshago de mi ropa y me dirijo hacia mi baño para darme una ducha.

En cuanto entro en el agua siento mi cuerpo entero relajarse, empiezo a restregar mi cuerpo con el jabón para quitarme todas las impurezas de mi piel, que sí la piel muerta y eso.

En cuanto me quito todo el jabón de mi ser, salgo del agua y me seco con una toalla, me pongo mi bata de baño y salgo del baño.

Me dirijo a mí cama para quitar las sábanas, también quedaron mojadas después de que Dylan me lanzará el agua encima.

Por lo menos el colchón no se mojó.

Bajo las escaleras para llevar la ropa a la lavadora, tendré que lavarlas y ponerlas a secar de una vez.

Me dirijo de nuevo a mí habitación para ponerme algo de ropa, hoy tengo muchas cosas que hacer antes de que llegue mi hora de salir con Lucas.

Me decido por ponerme el pantalón más cómodo que encuentro en mi armario junto con una camiseta suelta, ya que voy a cocinar y limpiar mi habitación,y quizas, si me da tiempo arreglo e jardín trasero, casi nunca estoy pendiente de él,  pero quiero sembrar unas cuantas plantas y flores.

Claro que eso será otro día.

***

Miro el reloj que hay en la pared para saber cuanto tiempo me queda para arreglarme, sorpresivamente me queda una hora, pasé mucho tiempo ocupada que ni me di cuenta de la hora.

60 Días para enamorarse /Pausado/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora