|Capítulo 2| Mi Primer Amor•°•
Escuchaba voces, conversaciones de todo tipo. Abrí los ojos, encontrándome sentada en un cómodo sofá de cuero negro. Una manta gris me cubría el cuerpo entero, dejando sólo al descubierto la cabeza. Pude notar el peso junto a mí. Miré las largas piernas dobladas. No dude ni por segundo de que se trataba de Axel, quien seguro fue el que me cubrió de esta manera exagerada.
Me pareció tan abrupta esta nueva realidad. Se sentía como si hubieran pasado días enteros, cuando ni un solo día a culminado desde mi llegada. Es un triste hecho de lo muy perdida que aún me siento.
Me encontraba en una reunión tranquila. Vi a varios jóvenes sentados, con una copa en mano. Sus ropas caras y el ambiente elegante, me hizo ver completamente fuera de lugar. Axel hablaba con la persona de alado suyo. No la pude ver, pero supe que se trataba de una mujer por su risa.
Me acomodé, observando cada detalle de la enorme casa. Los pocos jóvenes sentados en los otros sofás, comenzaron a notar mi presencia ya consciente.
—Despertaste. —Axel se percató de mí —Tranquila, estamos en mi fraternidad. —Dedujo mi mirada perdida.
Lo miré a él.
—¿Qué es todo esto? —Entendió que no me hacía feliz estar en medio de una reunión social. No en el terrible aspecto y estado emocional que me encuentro.
—Es tu bienvenida. —Respondió la mujer, mostrando su cabeza por el costado de Axel. —Me parece increíble que ya estés aquí. —La vi ponerse de pie, apareciendo en cuerpo entero.
Era una atractiva chica de cabello teñido. Resaltaba su esbelta figura en un apretado vestido azul, que dejaba al descubierto toda su espalda y brazos de piel bronceada.
—Es un verdadero gusto conocerte al fin. —Se inclinó, depositando un rápido beso en mi mejilla. Me percaté de sus ojos azules, eran lo bastante normales como para olvidarlos en el instante. Además, estaba maquillada de manera exagerada, aunque no se ve mal; pero, puede maquillarse mejor. —Chanel Ovalle —dijo su nombre, sin dejar de sonreír. Me di cuenta de su cercanía con mi hermano.
Axel había rodeado su brazo en la cintura de Chanel, y ella mantuvo su mano en el hombro de él, que todavía estaba sentado junto a mí. Vestía unos pantalones blancos y una camisa de seda negra. Una cadena de pequeños diamantes se lucía en su cuello. Demostraba autoridad, y también, debilidad.
—Acri Reinhardt—Le respondí a Chanel, que seguro ya había dado por perdida una respuesta mía. —Seguro puedes verlo. No me veo, ni me siento bien para ser partícipe de esta bienvenida. —Miré a Axel. Dejó de mirar a Chanel y se encontró con mi mirada. —Quiero descansar. —fui determinante con la decisión. Él volvió a mirar a Chanel y en seguida regresó su mirada a mí.
—No te ves mal. Pero si te sientes insegura, Chanel te puede ayudar a arreglarte. —Chanel movió la cabeza, asintiendo. Demostró absoluta emoción por las palabras de Axel. Yo solo quise abofetearla y lanzarla lejos del evidente asunto que no le concierne.
—No quiero seguir aquí, Axel. —Le insistí con dientes apretados. Ya debería haber notado la frustración en mis ojos; sin embargo, continuó sonriendo. —No sé que pretendes con esta "bienvenida", pero ya fue suficiente. —Mi desagrado fue absoluto e intente ponerme de pie. Axel agarró mi brazo, deteniéndome con fuerza a su lado.
—¿Pretender? —Por primera vez actuó con seriedad. —Es justo lo que significa, Acri. Una bienvenida para ti. —Volvió a sonreír, disimulando y forzando un buen momento entre los dos. Solo provocó que quisiera alejarme aún más de él.
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Generación Élite ✓
FantasíaNacida para heredar la fortuna y logros de su madre, la vida de Acri Reinhardt debía ser perfecta. La ausencia de sus padres, el abandono de su hermano mayor; nada fue ni remotamente comparable con el daño que su estabilidad mental sufrió tras prese...