La sombra del zipper

La misión de Bruno y la (no) calma de un asesino

Sábado. Ciudad de Nápoles: Pov Narrador

Sábado 11 de febrero

10:30

Polpo se encontraba frente de Bruno. Bebiendo, como era costumbre suya, una copa de vino tinto mientras comía cualquier cosa que tuviera al alcance de la mano.

Callado el joven de cabellos oscuros estaba leyendo con atención la información que se le había brindado para esta nueva misión. Mirando atentamente cada una de las imágenes de las víctimas de este despiadado asesino; cadáver abiertos partidos por la mitad, enormes marcas de garras por todo el cuerpo, falta de carne en muchas extremidades.

Las autoridades habían decretado que se trataba de algún animal que debían encontrar enseguida, pero era claro que alguien con un peligroso Stand estaba detrás de esto.

- ¿Te has divertido? – Pregunto aquel gordo hombre al ver que Bucciarati dejaba los papeles sobre la pequeña rendija que daba a su celda. Se acomodó un poco más para ver el rostro de su subordinado quien estaba reteniendo toda la información recién adquirida en su mente, tratando de buscar un indicio de donde o quien podría ser aunque tuviera una idea. – Robo unos $100 mil liras Bucciarati. Debemos recuperarlos como de lugar, te encargo esta misión. –

- No le fallare, señor Polpo. – Contesto el muchacho agachando levemente a cabeza para retirarse antes de que un policía lo obligara a salir.

- Bruno. – Le llamo el hombre haciendo que aquel joven se diera la vuelta. – Sobre el usuario que encontraste hoy, tráelo si lo vez de vuelta. – Bruno cerró sus ojos por un momento y siguió caminando para ser cachado una vez más e irse finalmente.

Camino por las concurridas calles de Nápoles, la mayoría de las personas que pasaban a su lado lo ignoraban pero otras le saludaban alegremente con una sonrisa o hacían un pequeño pedido, encantado aquel joven siempre trataba de ayudar.

Era una mañana un tanto fresca, la cual la hacía agradable a tacto, sin duda alguna era un día perfecto para caminar debajo de los tranquilos rayos de sol.

Bucciarati se encontraba recorriendo un sendero no muy concurrido por buenas personas, podía ver como hombre y mujeres de su propia organización hacían de las suyas. Vigilaban los establecimientos que pagaban la protección, algunos golpeaban a algún ladro que trataba de pasarse de listo.

Un pequeño colegio se vio ante sus ojos, los niños jugaban en el patio de recreo con una enorme sonrisa, algunos se tropezaban mientras jugaban a la pelota otros peleaban entre ellos, cosas realmente normales.

Una niña pelirroja lo estaba mirando desde la distancia, estaba completamente sola sentada debajo de un pequeño árbol. Ella levanto su mano y saludo con una pequeña sonrisa en su rostro, Bruno hizo lo mismo por cortesía ya que le parecia algo extraño. La pequeña niña cubrió su rostro con una enorme sonrisa mientras reía para ella, emocionada por alguna cosa. Le dio ternura, pero no podía estar allí todo el día, ella debía estudiar y el completar una misión.

- Quisiera una. – Pensó en voz alta mientras caminaba. Secuestrarla no era una opción, así que era mejor esperara a sentar cabeza y tener su propia familia, o adoptar, lo que venga primero.

Sábado. Ciudad de Nápoles: Pov ___(???)

Sábado 11 de febrero

11:15

Me sentía exhausta, mi brazo dolía y mis tripas sonaban. Con toda la conmoción del momento me había olvidado por completo de comer, y para colmo la gente pasaba siempre con algo calentito y delicioso en la mano mientras charlaba con otras personas.