¿Algo de una noche? [One-shot]

Limone.

En la oscura noche donde todos estaban de fiesta, dos personas se encontraban en medio de un acto amoroso, la bebida causante principal de esto, fue mezclándose con el sabor a tabaco de los labios del rubio, Zoro lamia la lengua de el otro con la suya, pasaba sus manos por la cintura desnuda del chico contorneando con desespero todo el cuerpo del contrario, tensaba y erizaba su piel al sentir los dedos moverse de manera circular en su intimidad, flaqueaba por esa mil sensaciones sobre su interior, Sanji estaba encima de Roronoa con las piernas abierta rodeando la cadera del espadachín, beso su cuello dejando pequeñas marcas rojas sobre la piel morena, metió sus dedos en el cabello verde hasta sujetarlo con cuidado, eran tan cortos que le era difícil, tiro de el provocando que sus miradas se conectaran, veían de todo en esos ojos, menos cordura y consciencia.

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Pasado del amanecer Sanji comenzó a moverse, le dolía la espalda al igual que sus piernas y sus partes. Le pareció extraño donde despertaba, no terminaba de reconocer el lugar, mas bien lo reconocía, solo que no llegaba a la conclusión del: ¿por que?, si el estaba en la isla con todos. Otra cosa preocupante para el cocinero era; sentirse demasiado liviano como si no tuviera ropa encima. Miro sus manos; en ellas había un liquido seco e intento quitarlo frotando sus manos.

De repente sintió como su "almohada" comenzaba a moverse «Joder» pensó, se incorporo como pudo, debido al tremendo dolor y las piernas entumecidas, se puso en cuatro y miro con ligero asombro al recién despertado Zoro. Ese cuerpo desnudo con marcas fue producto de algo de una noche, pero el no tenía ni la mas mínima idea de lo hecho.

–Mierda, una pesadilla– dijo Zoro para volver a recostarse y dormir.

–¡NO ES UN SUEÑO ESTÚPIDO MARIMO!– el rubio lo agarro de los hombro y empezó a sacudirlo– ¿¡Que me has hecho bastardo!?

El peliverde se libero del agarre empujando las manos del rubio.

–¡Mejor dicho, ¿que me hiciste tu?!

–No jodas bastardo, primero analicemos– comento calmando sus nervios– ¿Tu y Yo?

El rubio paso la mirada por el cuerpo desnudo del moreno, sus gruesas piernas, abdomen, todo estaba marcado en distintas proporciones y lo mas molesto fue: ver su miembro al aire. Las tonalidades del carmín adornaron su rostro, agarro las mantas blancas y las lanzó encima de Zoro.

–¡Cubre esa mierda!

–¿Oh?–Zoro miro la manta, puso su mano encima de ella para quitarla de sus piernas. Luego vio a Sanji con una mueca y perversión en sus ojos– ¿Acaso te avergüenza? Tu también tienes una ahí.

Sanji lo miro con desdén y abulto su labio inferior, paso saliva, mostrando involuntariamente el nerviosismo proyectado ante aquel acto; que lo incomodo. Otra vez estaba expuesta la intimidad del espadachín, el rubio no pudo evitar sentirse atraído hacía el de manera pasiva, "Espera, también tengo una, eso dijo ¿verdad?" Reacciono y se dio un vistazo rápido a su cuerpo. Si, el también estaba desnudo, por pensar mas en Roronoa, olvidó por completo como estaba. Peor aún, la sangre le hervía en sus mejillas y el calor lo tenía por las nubes, sabía lo que venía después, una erección. Se apresuro y se tapó con las manos la entrepierna, rebusco en la habitación su ropa.

A todo esto Zoro lo miraba con un ceja enarcada.

–¡¿Donde diablos esta mi ropa?!

–Yo que voy a saber.

–Bueno, si no sabes, entonces me llevo esto– agarro la única prenda a su alcance; los pantalones de Zoro–, después de todo debes de tener algo aquí.