HORIZONTE DE AMOR

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Ya está preciosa, ya hemos llegado ——dijo karis Partt.
Nos recibió respuestas del asiento trasero y se volvió a mirar a la niña de quince meses que iba sentada detrás de ella, a su derecha.
Era tarde para Amy y a Karis no le había sorprendido que su sobrina se hubiese dormido, pero la niña estaba mirando por la ventana, con dos dedos metido en la boca y movia los pies hacia arriba y hacia abajo, como lo hacia siempre que estaba cansada.
No había nada en aquella imagen que tuviese por qué provocarle lágrimas a Karis, pero aun asi tenía los ojos húmedos y calientes, le picaban. Parpadeó con fuerza y tragó saliva para evitar derramarlas.

—No te puedo imaginar lo mucho que deseo no hacer esto —le dijo a su sobrina —. No quiero hacer ninguna de laa cosas que he venido a hacer, si tuviese otra opción...
Se le quebró la voz y se aclaró la garganta, luchando por tranquilizarse.
Cuando lo hubo conseguido ,suspiró  y añadió:
—Pero no la hay. Si no, no estaría aqui.
Allí, en medio de una tormenta de nieve que hacia que hubiese tan poca visibilidad que había  tenido que conducir durante las dos últimas horas a paso de tortuga, hasta llegar al lugar del que su hermana había dicho que era <<un pueblucho de mala muerte>>.
Northbridge, Montana.
Era más de la nueve de la noche del último viernes del mes de octubre y Karis no había querido llegar tan tarde, pero no podía retroceder en el tiempo y no podía arriesgarse a que Amy pasase la noche con ella. Sobre todo, porque iba a tener que dormir en el coche. Así que se resignó a hacer lo que había ido hacer y sd desabrochó el cinturón de seguridad.
—Toso irá bien—comentó, sin saber si quería tranquilizar a su sobrina o a si misma —. Es lo mejor.
Salio del coche y miró hacia la casa de ladrillos rojos que había delante. Era una estructura de tamaño  medio, de dos pisos y ático, con un porche delantero cubierto y unos grandes números negros en la puerta, que le indicaron que estaba en la dirección correcta. La dirección  dese la que su  hermana Lea le había escrito cuando vivía allí.
Se alegró al ver que había Luz en la ventana delantera. Con un poco de suerte, eso significaría que el hombre con el que había estado casada su hermana durante sólo diez meses estaría dentro y que su viaje no había sido en vano .
Se cruzó el abrigo, se colocó el pelo detrás de las orejas y rodeó el coche.
Amy la miró con su ojos grandes y azules cuando abrió la puerta, haciendo que se le  encogiese el corazón.
<<¿Cómo voy hacer esto...?>>
Pero una ráfaga de viento le recordó que no podía pasar la noche en el coche con la niña. Le subió la capucha para tapar su cabeza cubierta de rizos color caoba, quitó las fijaciones de la silla y la sacó con la niña dentro.
Luego fue hacia la casa rápidamente. Subió las cuatros escaleras del porche. Llamó al timbre.
Mientras esperaba, se inclinó a darle un beso en la frente a la niña y le dijo :
—todo irá bien.
La puerta se abrió y detrás de ella apareció un hombre alto, de hombros anchos, imponente. Eso fue lo único que pudo ver, ya que la luz llegaba de detrás de él.
—Estoy buscando a Luke Walker—dijo Karis.
—Soy yo —respondió el hombre, con curiosidad en la voz.
—Sé que no me conoces...
¿Cómo iba a conocerla,si nunca se habían visto? Pero iba a decirle quién era, a pesar de que aquello le resultase humillante. Pensó en Amy e hizo acopio de valor.
—Soy Karris Parrt. La hermana de Lea.
Él agarro el borde de la puerta, como si fuese a cerrarla y darle con ella en las narices.
Pero no lo hizo. En su lugar, bajó la cabeza, y aunque Karis no pudo verle la cara, se dio cuenta de que estaba mirando a la niña.
Murmuró algo poco agradable y abrió la puerta de par en par .
—Entra, hace frío fuera —le ordenó en tono brusco.
Karis no estaba en posición de exigir mejores modales, así que metió a Amy en el calor de la entrada de la casa.
Luke Walker cerró la puerta y se volvió hacia Karis que se sintió ligeramente aliviada. Su hermana no siempre había tenido buen gusto con los hombres, y ella sabia que le habria costado a la niña con alguien que no le hubiese causado buena impresión.
Aquel le pareció un hombre atractivo,con el pelo negro azabache, corto y limpio. Tenía la mandíbula fuerte y masculina, con los rasgo muy marcados. La nariz era algo larga, pero perfecta en su forma. Y tenía un boca ni demaciado grande, ni demasiado pequeña. Sus ojos eran vivos e intenso ligentes, penetrante y encantadores al mismo tiempo, de color verde y sombreado por unas tupidas pestañas.
Y el cuerpo que iba con aquella cara tampoco la defraudó. Luke era acho de espaldas, tenía la cintura y las caderas estrechas, g las piernas largas y fuertes.
Karis sabía que era policía local,por eso había tenido la esperanza de que fuese diferente a los otros hombres con los que había salido Lea. Luke irradiaba una honradez que la ayudó a sentirse algo más aliviada. No mucho, pero algo más. Algo era algo. Se inclinó a dejar la sillita de la niña en el suelo y se dio cuenta dw que Amy miraba a Luke Walker casi con tanta intensidad como la había observado ella.
Luego se irguió y se dio cuenta de que iba vestido con un uniforme azul marino, por lo que debía de haber segregado a casa hacia poco tiempo. La estaba mirando a ella fijamente,  no a la niña.
—¿Qué quieres ?—le preguntó, sin invitarla a moverse de ka entrada de la casa.
De hecho, no era tan alto y fuerte que Karis no podía ver nada del salón que había detrás de él. No merecía la pena andarse con rodeos. Era evidente que Luke ya no sentía nada por su hermana, y no lo culpaba. Así que contestó:
—Hace seis semanas, en Denver, hubo una explosión en la que Lea se marchó de aqui.
El ex marido de su hermana no le dio el pésame. Su única respuesta fueron unas arrugas en su entrecejo y la fuerza con la que apretó la mandíbula.
—Es una larga historia que imagino que no te interesa —continuó Karis —. Pero debido a eso yo ...
Karis se atascó cuando iba a decir lo que tenía que decir.
Pero no tenía otra opción  tenía que decirlo.
Trago saliva.
—No puedo cuidar de Amy.
—No es hija mía —espetó luke—. A pesar de que nació cuando yo estaba casado con tu hermana, Lea me dejó bien claro que Amy era de...
—Ya se que te dijo eso —lo interrumpió karis, por miedo a que la echase antes de le diese tiempo a decir lo que tenía que decir —. Sé que te dijo que as marchaba con Abe porque el era el padre de la niña, pero Lea me dijo que no era verdad, que sólo te había dicho eso para corta la relación contigo y volver con él. Y a sus adicciones. Ella era así. Pero es posible que tù seas el padre de Amy.
—Tonterías.
—No sé si piensas que Lea me mintió a mi o que yo pretendo mentirte a ti, pero es lo que me dijo mi hermana. Si yo pensase que no cabía la posibilidad de que fueses el padre de la niña, no estaría aquí, pero lo cierto es que sí me parece que es posible...
—Así que tú reconoces que sólo una posibilidad.
Karis lo miró fijamente a los ojos.
—Si—asintió —. Conocía a mi hermana. Sus altibajos. A veces, cuando estaba desesperada, o decidía a salirse con las suyas, se inventaba cosas. Pero lo cierto es que cuando me dijo que Amy era tu hija no estaba desesperada ni necesitaba salirse con la suya.
Bueno, talvez aquél no hubiese sido exactamente el caso. Karis había criticado la decisión de su hermana y tal vez eso la hubiese hecho defenderse. Pero lo cierto es que Luke era su último recurso, y aunque comprendía sus dudas, sólo podía aferrarse a la esperanza de que Lea le hubiese dicho la verdad por una vez:que no sabía quién era el padre de Amy, pero que podía ser Luke.
—Al parecer, a ti te viene bien creerlo—sugirió él, dejando claro que no se dejaba engañar fácilmente.
—Mira. Lea hizo algo a mi me costo todos lo que tenía, para evitar que otras personas perdiese un negocio. Lo que ves, además de doce dólares y el coche que hay aparcado fuera, donde está mi ropa y una tarjeta de crédito que me bloqueará en cuando llene dos depósito de gasolina, es todo lo que me queda. Mis amigos me hana ayudado todo lo que han podido, pero no tengo dónde vivir, ni trabajo, ni referencia que dar para buscar trabajo. No puedo cuidar de Amy ahora mismo. Y dado que en la partida de nacimiento figuras tú como padre, y tal vez lo seas, tienes que ayudarme.
El hombre se limitó a mirarla con sus ojos verdes agua.
Karis continuó hablando:
—Creo que tanto tu bien como el de Amy lo mejor sería que te hicieses las pruebas de paternidad y averiguase la verdad. Sé que eso lleva tiempo, pero yo necesito ese tiempo para salir del agujero en el que estoy metida, luego, podremos reconsiderar la situación.
Karis había ido allí imaginándose tres posibles panoramas. En primer lugar, que Luke le diese la espalda a Amy completamente. Pero prefería no decírselo a él, así que le relató los otros dos.
—Si resulta que Amy no es hija tuya, no te pediré ni esperaré nada más de ti, me la llevaré. O si descubres que es tuya pero no quieres ocuparte de ella por lo que te hizo Lea o porque no quieres ser padre soltero, o por lo que sea ,también me la llevaré a vivir conmigo y no volverá a pedirte nada más. Yo la quiero y quiero que esté conmigo, y no me gustaría que la niña vivieae con  alguién que...
Las malditas lágrimas volvieron a colmar sus ojos, a hacer que se le quebrarse la voz, reduciéndola a algo que no quería parecer delante de aquel hombre.
—Olvídalo —añadió Sin saber porqué. Tal vez fuese los rescoldo de dignidad que todavía le quedaban.
Se dobló a recoger a la niña, contenta de que se hubiese dormido y no estuviese presenciando aquello.
—Espera —dijo entonces Luke. Parecía enfadado, molesto y resentido, como si se sintiese entre la espada y la pared.
Karis se irguió por segunda vez y parpadeó para evitar que las lágrimas corriesen por sus mejillas. Levantó la barbilla y volvió a mirarlo a los ojos.
No obstante, él no habló inmediatamente. Se limitó a mirarla, a estudiarla cuidadosamente. Tal vez estaba considerando qué hacer.
Karis aguantó en silencio y el escrutinio, no pensaba suplicarle.
Luego después de apretar y relajar la mandíbula en varias ocasiones,  él dijo por fin:
—Me haré laa pruebas de ADN para ver si es mía,aunque piense que no lo es.
—¿Y te quedarás con ella mientras tanto?
Hubo otro silencio antes de que él contestase:
—No,  si no te quedas tu también.
Karis no lo entendió, pero no le llevó la contraria.

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2019 ⏰

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