Todo empezó aquel día, en el que yo me apunte a baloncesto, justamente en el equipo que estabas tú, para así tener amigos en el equipo y no sentirme solo.
Después de cada entreno, me duchaba en los vestuarios, y tu, siempre entrabas al mismo tiempo que yo en las duchas. No parabas de hacer bromas, estas que siempre haces, de ser gay, en fin bromas estúpidas, un poco como tu.
Una vez, con una broma de esas tuyas,te sentaste encima mío mientras me estaba vistiendo, y tu acababas de salir de las duchas, mojado, desnudo, te pusiste la toalla por atrás y te sentaste. Me gustó? Nunca lo supe eramos muy pequeños, pero mi si que sentí otro tipos de sentimientos en ese momento, por la parte de la entrepierna.
Cada día mostrabas más interés desde ese momento, me decías en las duchas (de broma como todo lo que expresas) "tremendo vergon", si fue gracioso, pero en el fondo fue algo más que gracioso, fue una sensación rara que tuve, bueno como todos al estar descubriendo nuestra orientación sexual.
Después de mi primer año duchandome en los vestuarios, empecé a darme cuenta de mi orientación sexual, si, dejé de ducharme ahí.
Después de ese segundo año, decidí dejar el baloncesto, ya que el deporte no me gusta, pero tenía que hacer algo "para no estar como una foca", como decían en mi casa, en fin complejos que pone la sociedad.
Me fui porque me daba vergüenza ducharme ahí, porque no me gusta el deporte, o tal vez por el? Quien sabe solo son historias, anécdotas, todas tienen un final, pero no siempre el que queremos
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Mil historias
RomanceHistorias, cuentos, leyendas... Todos tienen finales, pero no siempre el que queremos