3- DESAFÍO

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El sonido inquietante de la alarma de mi movil provocó que me cayera de la cama. Tremendo el bote que dí y tremenda mi torpeza.

Me costaba la misma vida levantarme temprano despues de tanto tiempo, pero pensar en mi familia me proporcionó la adrenalina suficiente como para abrir los ojos de una vez en todos los sentidos. Ya era hora.

Nada mejor para empezar la larga e intensa mañana que me esperaba que una buena ducha y maldita nerea en mis oídos.

Pero como no, ya estaba mi hermana la malulerda dandome por culo.

-Joder Alba, ¿que coño haces con la música tan alta? -se quejó desde el pasillo.

-¡Que pesada eres! ¿Ni ducharme en paz puedo?

-¡QUE ES SABADO Y SON LAS NUEVE DE LA MAÑANA JODER! -elevó el tono y en ese momento, entró en el baño para mi sorpresa.

-¿QUE COÑO HACES AQUI? -me alteré.

-No, que haces tú con la música a tope y duchándote a las 7 de la mañana un sábado.

-¿Y a ti que te importa? Metete en tu vida, si es que tienes.

-A lo mejor es más interesante que la tuya, pero no voy despertando a todo el vecindario, imbécil -cada día le cogía más asco, os lo juro.

-¿Que hacéis discutiendo tan temprano? -entró nuestra madre también en el baño como era de esperar.

-Es que no lo oyes tú mamá, ¡que tiene la música a todo volumen a estas horas!

-¿Alba, que haces despierta tan temprano?

-Tengo cosas que hacer, y si me dejais un ratito en paz a lo mejor no llego tarde -me envolví la toalla en mi cuerpo y salí de la ducha.

-¿A dónde vas?

- Al que puede que sea mi nuevo trabajo.

-¿Y cuándo nos lo pensabas contar?

-Pensaba hacerlo en el desayuno, mamá.

-¿Pero un trabajo?, ¿Qué clase de trabajo?, ¿Dónde? ¿Cuando? ¿Con quién?

-Tranquila mamá de una en una ... ¿por que no me dejáis que termine y ahora os lo cuento todo? -le propuse.

-Vámonos, Míriam -y al fin, me dejaron terminar de arreglarme en paz.

-Míriam, vamos a llamar a papá y a preparar un buen desayuno que esto hay que celebrarlo -oí desde dentro del baño, pero no dije nada. Me hice la "sorda".

-Hombre por fin teneis un detallito -dije al ver la mesa y el desayuno que me habían preparado.

-No es para menos hija, ¿es cierto lo que me a contado tu madre? -me preguntó mi padre desde el sofá.

-Si, es cierto -afirmé.

- ¿Y de que se trata cariño?

-El tito Juan me lo ha conseguido -respondí mientras desayunaba a toda prisa.

-Soy asesora de alguien, no me ha querido decir de quien todavía.

-Pues espero que sea algo serio -a mi madre no se le veía muy convencida.

-Mamá, sea lo que sea es lo que hay -había que ser realista.

-Bueno hija, pues date prisa, no vayas a llegar tarde en tu primer día. Ah, y cuando veas al tito juan le dices que se pase a comer, habrá que darle las gracias por todo.

-Vale, pero el ya sabes que está siempre muy ocupado y a lo mejor no puede venir.

-Tú díselo de todas formas.

TENÍAS QUE SER TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora