Dalnim

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La luna brillaba como en ninguna otra noche lo había hecho. Era luna llena y se miraba muy grande ya que estaba cerca de la costa. Ahí en la orilla, se encontraba sentado cerca de algunas piedras un joven castaño, estaba alejado del muelle y el bullicio, todo a su alrededor estaba oscuro y solo era iluminado por la luna y el reflejo de esta en el océano calmado.

El joven Donghae miraba con ferviente anhelo, amor y tristeza hacia el imponente astro de la noche. Su corazón estaba lleno de soledad, en ese momento solo quería que alguien lo sostuviera, lo abrazara y que le dijera que todo estaba bien.

A pesar de ser una persona que recibió fuertes golpes en su vida, como perder a su padre en el gran océano o la muerte de su madre por haber perdido al amor de su vida, siempre tuvo en mente y corazón cada palabra de sus padres.

"Hae, nuestro querido y amado hijo, nunca dejes de tener valor, amabilidad y bondad, aun cuando tu vida sea azotada cual barco en una gran tormenta, por que la luna admira y ama a los seres con esas virtudes, ella verá tu corazón y te dará esa felicidad en el momento que más lo necesites."

Esa era otra cosa, sus padres amaban demasiado a la luna. Desde muy pequeño, ambos lo llevaban a la costa, se sentaban en la arena y en el silencio de la noche, le contaba historias en donde la Luna agradecida con el Sol por darle brillo y luz, ella igualmente a los de corazón puro les regalaba lo que tanto anhelaban, pero su madre le contó que el corazón y la mente humana tenía que comprender que era eso que tanto deseaba, por que si su mente vacilaba y no deseaba correctamente, esta felicidad le seria arrebatada a la siguiente luna llena, a menos que ambas corazón y mente estuviesen en paz. Su padre le decía que muchos encontraban el amor gracias a ella, y al pequeño Donghae de esa época le fascinaba esas historias, pero ahora deseaba que todo eso fuese real.

Así que con su mirada puesta en la luna, tratando de reflejar su necesidad en sus ojos y corazón, pidió con toda sus fuerzas.

Pasaron varios minutos en donde no ocurrió nada, el joven entristecido y decepcionado, se levantó para marcharse, cuando de pronto miró el reflejo de la luna brillaba intensamente y una figura ascendía de ella, Donghae entre cerró sus ojos para poder divisar la figura.

Tenía una figura casi humana, todo su cuerpo brilla y lo que parecía ser su cabello se agitaba un poco por el viento, era una figura delgada y un poco más alto que el, toda la figura era blanca, menos sus ojos que eran negros como la noche. La figura se detuvo frente a él, Donghae aturdido dio un paso atrás.

-Quien e..?- iba a preguntar pero la voz más dulce y ronca que jamás había escuchado lo calló.

-Hola Donghae... Al fin nos conocemos- la figura le sonrió y su mirada lo lleno de un calor agradable- La luna siempre ha escuchado tu deseo, pero aun no era el momento.... Hasta ahora... Estoy aquí para cumplir tu anhelado clamor.

Donghae alzó su mano y trató de tocar lo que pensaba era le mejilla de la figura, pero esta no era sólida, solo sentía pequeñas partículas flotando.

-Que eres?- preguntó.

-Seré lo que tu quieras que sea, Donghae. Tu solo dime en que deseas que me convierta y eso seré para ti.

Donghae miro a través de esas orbes oscuras y la palabra amor paso por mente y corazón, pero una pequeña duda se instaló en su mente haciendo vacilar su corazón.

-Un amigo. Eso quiero que seas... alguien que este ahí para mi, que me aconseje y me brinde su apoyo... eso quiero que seas.

Esos ojos oscuros lo miraron por largo tiempo, poniéndolo nervioso.

La luna hizo estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora