Sorpresa

1.1K 131 10
                                    

Hace un par de meses que habían comenzado a salir formalmente. A decir verdad, no era un tiempo muy largo, tampoco corto; pero para Anthony Edward Stark, alias, el playboy más conocido en el mundo, dos meses ya eran una eternidad. Para Steve Rogers era todo lo contrario. Su relación, según palabras de él, iba muy "deprisa". Ninguno estaba de acuerdo en muchas cuestiones y peleaban casi siempre, aun así, su relación prometía ser duradera. Tony había dejado atrás sus días como mujeriego, aunque cuatro días después de haber comenzado a ser pareja con el Capitán, ya había coqueteado con varias chicas y su discusión en la torre Stark pudo ser escuchada por Fury desde el Helicarrier.

A pesar de todo eso, era evidente cuánto se querían entre ellos. Ninguno decía un "te amo" en público, lo reservaban para sus momentos a solas. Cualquiera podría pensar que se odiaban, y tal vez hasta cierto punto sea cierto, pero no podían estar lejos el uno del otro por mucho tiempo. Es por ello que a regañadientes, Tony había aceptado que desde su primera semana el rubio viviera con él en el PentHouse de la torre.

Aquellos dos meses habían sido un completo cambio y reto para ambos, también los más felices de sus vidas. En el primer aniversario sólo fueron a cenar a un elegante y costoso restaurante de los que Tony siempre ha estado acostumbrado. Para el segundo aniversario su relación ya había sido descubierta por los demás Vengadores, así que tuvieron que evidenciar lo que ya todos sospechaban, incluyendo a los medios.

Los días transcurrieron relativamente rápido. Steve recordó lo que hacía tiempo había leído en los archivos que S.H.I.E.L.D. le había mostrado después de su descongelamiento. Era triste para el Capitán haber conocido a Tony a través de una fotografía. Desde el instante en que lo vio, supo que había algo especial en él. Todos los días visitaba una cafetería que tenía una vista espectacular hacia la torre. Dibujaba con gran habilidad en un cuaderno el paisaje que desde su posición en una de las mesas le brindaba, imaginando cómo sería tener a aquel hombre de frente.

Le habían contado cómo era, desde sus incontables citas con hermosas mujeres, hasta su notable inteligencia y cómo su compañía había cambiado desde que él estuvo al mando. Para el rubio, Tony no sólo era el hijo de su fallecido amigo Howard, sino también, un hombre interesante.

Constantemente pidió a Fury poder conocerlo. Lamentablemente el día que lo hizo fue en condiciones apocalípticas contra un asgardiano y su ejército de aliens que le provocó sus primeras y duraderas peleas con el castaño.

Lo que no pudo olvidar de aquel archivo, además de la fotografía, fue la fecha. Esa fecha que esperó llegara pronto: su cumpleaños.

Tony, desde que comenzó a ser Ironman, festejaba ese día con una fiesta descomunal. No se limitaba en gastos ni en la cantidad de personas. Siempre hacía algunas celebraciones a lo largo de todo el año por cualquier motivo, pero ese día se proponía hacer de ella la madre de las fiestas, sólo posiblemente opacada por los preparativos que un día después hacía para su siguiente cumpleaños. Esta vez sería en un parque de diversiones que acababa de comprar especialmente para el momento.

Pepper había ayudado con los preparativos, por no decir que había hecho todo. La comida no era más que las golosinas propias del parque. El entretenimiento además de los propios juegos mecánicos y de destreza, incluía varias coreografías por bailarinas bien dotadas vestidas con los colores metálicos de su traje, el show que siempre hacía en su gran entrada con la armadura, también había contratado a Black Sabbath y AC/DC para que tocaran todo lo que la fiesta pudiese durar.

En el lugar había cientos de cámaras, grabando en vivo para presentar en canales de farándula, música, noticieros e internet. No podía faltar el pastel, hecho por los mejores chefs en repostería; recreando la imagen de Tony con el traje puesto, sosteniendo el casco con un brazo, para así detallar perfectamente su rostro descubierto. Incluyeron un segundo pastel, réplica exacta de uno de sus autos favoritos, un Saleen S7 Twin Turbo rojo, con sabor a chocolate oscuro.

HBD, Tony!Where stories live. Discover now