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Era la última hora de clases para el castaño, un papelito cayó en el banco de Freddy, este lo miro y lo abrió, sin fijarse de quien venía.

"¿Cómo te sientes?"

Era una letra prolija y de ortografía, sabía que venía de Golden por eso, era él único del salón que podía escribir tan bien.

"Como una poesía barata."

escribió el moreno en la papel y lo devolvió, pasaron unos segundos y volvió.

"Vaya, no puedo hacer nada, pero me refería con irte de acá, te vamos a extrañar con Chica."

Era la respuesta de Golden, Freddy no respondió hasta que tocará el timbre del salón.

-Solamente espero volver estar bien.-Soltó un suspiró al frente del rubio.

Golden guardo sus cosas al igual que Freddy, la mejor amiga de este esperaba en la puerta del salón desanimada por las medidas que tomo el moreno. Una voz ya conocida por los tres se hizo presente.

-Hey Freddy ¿Vamos?.-Hablo el azabache animadamente mirando al castaño que le hizo una mirada vacía sin expresión haciendo que preocupará al de ojos oscuros.-Te espero..

-Vete Fred, Creo que ya tienes a otra persona por cual esperar ¿No?.-Hablo enojada la rubia de puntas verdes.

-Chica tiene razon, Deberías irte.-Golden miro a Fred con cara de pocos amigos.

Freddy guardo sus cosas y miro a sus compañeros al frente suyo para poder hablar.

-¿Pueden dejarme a solas con Fred? Pueden esperar a fuera y decirle a mamá que ya voy.-Dio un sonrisa timida, sus amigos asistieron y los dejaron.

El menor se acerco al mayor que no entendía nada, se miraron por unos minutos, el rostro de Freddy se veía un poco palido, su cabello era un desastre y su corbata estaba fuera de su lugar correctamente, sus ojos estaba un poco hinchados y su color de azul cielo estaban apagados.

-Hey, te quiero.-Dijo casi sin voz Freddy.-Por favor no hables, necesito no escucharte por un tiempo, aunque me encante tu voz.

Fred se sintió más confundido al escuchar decir eso pero respeto la decisión.

-Tampoco quiero que me sonrías y me abraces, porque me vuelve idiota cuando lo haces.-Bajo la mirada.-Quiero decirte que espero que ella te haga tan feliz toda la vida, o lo más seguro, estos meses.

Freddy levantó su vista dándole una sonrisa sincera pero a la vez triste, con sus ojos bonitos cristalinos.

-También quiero que sepas que yo pude hacerlo mejor.-Soltó una risita, se acercó un poco más al azabache y le beso la mejilla.-Cuídate Fred, puedes irte.

El nombrado se sintió confundido y extrañado, con ganas de abrazar al menor y decirle que también lo quería pero seguía respetando la decisión del menor hasta cierto punto.

-Yo igual te quiero Freddy.-Salió de lugar dejando solo al castaño ahí.

Pasaron unos segundos para que las lagrimas se escapasen de los ojos azul cielo, ya había logrado el primer paso, dejarlo ir, se ahogo en sus propias lagrimas y quejidos tratando de soportar del llanto, un nudo en el estómago se le hizo presente, estaba todo bien y lo estará.

Salió del salón y miro los pasillos largos y vacíos del instituto. Camino hacia unos de los casilleros importante para él, que era de Fred. Abrio el casillero porque sabía la combinación, soltó un suspiro al ver sus cosas, saco las Diez cartas que hizo para el azabache en su momento y las puso ahí.

-Al menos esto sera lo ultimo que sabrás totalmente de mí.

Cerró el casillero, dejando esas cartas que cargaban tantos sentimientos, se había sacado un peso menos al dejarlas ahí y no tener que cargar el guardar el amor que sentía por el azabache.

Salió afuera encontrándose a su madre y sus dos amigos charlando con ella con cara de preocupación, se puso al frente de Chica cual le dio un abrazo fuerte.

-Trataré de visitarte.-Sonrió la rubia mientras que el contrario asintió con la cabeza.

Después miro unos segundos a Golden, unos de sus amigos más importante, él siempre era amable y carismático, ojalá el menor se hubiera enamorado de él.

-Igual que Chica, tratare de visitarte.-Abrazo al castaño con fuerza.-Te quiero.

El cantante le sonrió sincera que calmaba al contrario, se despidió de ellos y subió al auto, para poder ir casa y prepararse para marchar de aquella ciudad. Entonces, es mejor huir del dolor, de los problemas y de más cosas, es mejor cambiar de aire de golpe para dejar muchas cosas, es lo que haría alguien para volver a estar bien consigo mismo y eso era lo que hará el castaño por un tiempo.

Tal vez no era el momento para ellos dos.

Tal vez no hoy, ni mañana y por dentro de meses.

Tal vez en unos años sí, quien sabe.

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Final de primera temporada.

La continuación de esta novela sera vista de parte de Fred que ya esta disponible en mi perfil -> "Léeme"

Cartas Sin Leer |Frededdy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora