Después de haber pasado por donde todos sus conocidos desfilando su nuevo uniforme y expandiendo la esperada noticia, recordó su última parada, y que mejor que darle tan agradable noticia a aquellos niños pequeños que siempre buscaban cuidar de ella.
Antes de emprender su camino ató su cabello en una coleta algo suelta, comenzó a caminar rápido por dicha emoción que albergaba, tanta, que ni siquiera notó que estaba trotando, y claro que se dió cuenta, al sentir una fuerte mano en su brazo deteniendo de golpe su trote.
—Que te recuperes rápido no significa que puedas volverte loca.—Dijo sin apartar la mirada de lo que parecía ser un notario.
—Doctor Kim, disculpe.—Se reverenció apenada.—Yo solo...
Su risa la interrumpió.—Veo que recibiste la noticia.—Asintió animadamente.—En lo que terminemos tus exámenes podrás comenzar, solo debes ser paciente.
—Ya soy paciente.
—¿Por qué no hay una cura para tu pésimo sentido del humor?—Su comentario logró dibujar una sonrisa en su rostro.—Nos vemos Manoban, ve con calma.
Acomodando de poco su uniforme caminó hasta su destino, la habitación de los niño que habitualmente visitaba. Su razón, siempre quiso tener un hermano menor, pero simplemente no se pudo.
Al llegar su sonrisa se fue, y sus manos ahora sudaban, por otro lado, su corazón se aceleraba cada vez más, estaba nerviosa. No entendía el porqué, pues simplemente se encontró a su nuevo amigo en esa habitación, aunque la manera en que este volteó, o en su tono bajo la saludó, era una razón muy valida.
—¿Q-que haces aquí?—Ocultó sus manos tras ella y sobre sus pies se balanceaba intentando ocultar aquel nerviosismo.
—Yo... solo pasaba por aquí.
Esa voz.—Amm, te cambiaste.—Y no entendió porqué tuvo que soltar tan semejante tontería frente a él.
—Si... supongo.—El chico miró su ropa nuevamente.—Trato de mantenerme limpio.
Esa conversación tenía tantos niveles de incomodidad que hasta los niños que no comprendían ese intercambio de palabras lo notaban.
—Disculpa, no quería...—Trato de espantar el sudor de su frente y así ocultar el sonrojo con su mano.
—No, no, está bien, no pasa nada.—Sus palabras se escuchaban rápidas.—Te... te queda bien.—Aun con ese sentimiento de vergüenza sonrió viendo su uniforme.
—Gracias...Lindo peinado.—Señaló las trenzas que ahora figuraban en su larga cabellera, al ver como rápidamente las quitaba rió.
—Solo probaba un nuevo estilo.—Esa sonrisa era nerviosa donde quiera que fuera, y esto logró que se calmara pues sabía que ambos estaban igual.—Ya...¿Ya comiste? Te gustaría... ¿ir a comer luego?
Así fue como terminaron en la cafetería de aquel hospital comiendo bolitas de arroz de una máquina expendedora. Y como estaban antes lo único que hacían era intercambiar miradas apenadas, lo cual a medida que el tiempo pasaba se volvía cada vez más incómodo, y rezaba para que se rompiera aquel silencio.
—...Entonces ¿Te llamas?
—Linda.—Quería golpearse a ella misma en ese momento por hablar sin pensar antes.—No es..
—Es un lindo nombre, Linda.—Pero que bien se escuchaba ese adjetivo en su voz.—Mi apodo es TaeTae, como supongo que sabes y mi nombre es Taehyung, Kim Taehyung.
—Me gusta tu nombre.— Sintió sus mejillas arder al darse cuenta de que dijo en voz alta lo que era un pensamiento, como salida rápida inundó su boca con varias bolitas de arroz.
—Gracias.—Su risa.—Me preguntaba ¿Qué haces aquí?
—Como.—Respondió inentendible como si no fuera obvio.
—Me refiero al hospital ¿Que te tiene aquí?
Suspiró antes de hablar.—Yo tengo problemas cardíacos, comenzó desde que era pequeña, no ha sido fácil pues hay muchas restricciones pero no me quejo.—Se asustó al ver como volteaba el envase de las bolitas de arroz en la mesa.—¿Q-que haces?
—Solo...—Lo colocó tal cual.—Solo reviso que sea natural.—Esto le causó mucha gracia, además le pareció un bonito gesto torpe.
—¿Y a ti?¿Que te tiene en el hospital?
—Visito a un amigo. Tu uniforme se parece al de mi escuela, pero el nuestro tiene un sello Justo allí.—Señaló justo al corazón.
—Oh, este es nuevo.
—Linda, hora de tu examen.—la voz de su mamá hizo presencia.—¿Quien es este chico tan guapo?—La tierra debería poder tragar a las personas cuando se ahogan en vergüenza.
—Soy Kim Taehyung, un gusto.
—Estás muy delgado, debería prepararte kimchi, ¿Quieres kimchi?
—Nos vemos Tae.—Rápido se despidió para jalar a su mamá hacia otro lado antes de que hablara de más.
Kim Taehyung. Un nombre tan común para un chico tan exótico. Su grave voz y su sonrisa no iban a ser fáciles de sacar de su cabeza.
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Heartbeat »Lizkook«
FanfictionDonde una chica de tez pálida, y tranquila, de la nada llama la atención de un chico perdido en la mala vida de la preparatoria. Lisa, cabello exageradamente rubio, piernas largas, ojos grandes y una piel extrañamente pálida. Padece de una enfermeda...