➽ Los personajes de BNHA utilizados pertenecen a Kōhei Horikoshi.
➽ Las imágenes utilizadas en este libro tampoco me pertenecen. Crédito a sus respectivos autores.
➽ Portada y separadores kk hechos por mí :v
Pεrsσηαjεs Bakugō Katsuki, Iwaizumi Mei (OC), Kirishima Eijirō, Kaminari Denki, Sero Hanta, Mina Ashido, Yaoyorozu Momo, Jirō Kyoka, Midoriya Izuku (mención), All Might (mención)
Shiρρs BakugōxMei, KirishimaxMina, KaminarixJirō.
Advεrτεηciα Sad (intento).
Pαιαbrαs 3242 (sin ficha y nota).
Fεsτividαd ειεgidα Halloween
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Treinta y uno de octubre, amado y odiado por igual. A pesar de ser un día festejado en la mayoría de los países, el territorio nipón no estaba interesado en las actividades típicas que se realizan en esta festividad. Sin embargo, unos pequeños grupos de infantes y adolescentes y jóvenes adultos se emocionaban con la llegada de esta fecha. Entre ellos, los antiguos estudiantes del departamento de héroes de la U. A.
Desde su primer año en la academia, los héroes planificaban una fiesta cada Halloween, como comúnmente se conoce, en la mansión de Yaoyorozu Momo. Todos elegían los mejores disfraces, algunos llevaban bebidas alcohólicas a escondidas y bailaban felices al ritmo de las canciones más sonadas del año.
Lamentablemente, no todos compartían ese mismo sentimiento de regocijo hacia el día de las brujas.
—¡Bakugō, ábreme! —Kirishima Eijirō golpeaba continuamente la puerta principal del departamento— ¡No te hagas el sordo, sé que estás ahí!
Solo recibió un profundo silencio. Pensó que realmente no estaba en casa y que había lanzado su dignidad a la basura hasta escuchar pasos del otro lado. Sonrió feliz al encontrarse a un Bakugō viéndolo con odio.
—¿Qué mierda quieres? —Se hizo a un lado para darle paso a su mejor amigo, cuya sonrisa se transformó en una mueca al ver el desastre que era su hogar.
Numerosas latas de cerveza tiradas por el suelo, ropa sucia regada por la mayoría de los muebles del salón y una sustancia extraña en uno de los sillones que prefería no saber qué era. Sabia que su amigo no la estaba pasando bien, mas no esperaba que su apartamento luciera tan horrible.
—Vaya, esto está peor que la otra vez —dijo el pelirrojo empezando a recoger las prendas usadas y llevándolas a la parte de lavandería.
—Sé muy bien a qué has venido —dice Katsuki en voz alta yendo hacia la cocina y sacar otra lata del refrigerador—. Ni de puta broma voy a ir.
