mi hermanita saory

Parte 18

El día no estaba claro y ya se encontraba una mujer andando por el bosque buscando lo necesario para iniciar el día, al tener todo listo hace caer un árbol provocando un gran ruido al impactar contra el piso, ese acto hizo que todos despierten asustados por el repentino escandalo

- que pasa - decía un mal dormido capitán mientras sostenía mal su arma haciendo que se apuntara a el mismo

- prepárate - le dije seria mientras veía una pequeña desorientada - tienes cinco minutos - sus palabras las entendió rápidamente que solo pude ver como correr a su tienda para cambiarse

- estas loca - grito un joven de cabello negro - el capitán ya te dijo que te alejes de la niña - pero la joven no se movía ni prestaba atención solo esperaba a la pequeña - no me escuchas - grito con coraje mientras caminaba hacia ella amenazadoramente

- ni se te ocurra tocarme - hablo con la mandíbula apretada

El hombre iba a contestarle pero el capitán lo interrumpió haciéndole un gesto para que se detenga y retroceda, la pequeña niña sale apresurada mientras se abrochaba bien los zapatos

- estoy lista - se paró firme ante la peli rosa

Y así fue como la peli rosa empezó a enseñarle a mantener un control de chakra perfecto antes de practicar con un pescado medio muerto que lo puso sobre un pergamino con un círculo dibujado de símbolos, gotas de sudor corrían por la frente de la joven aprendiz mientras seguía tratando de que el pescado se mueva

Pasaron las horas entrenando y el chakra se le está agotando pero la pequeña estaba feliz ya que había logrado unas cuantas veces que el pequeño pez se mueva

- no te entusiasme por triunfar una o dos veces - la veía la mujer con aburrimiento - ¡tienes que ser más rápida y sutil! - los cuatro hombres que custodiaban a la chica de cabello castaño presenciaban el entrenamiento - el enfermo no puede esperar en el campo de batalla

- bien - escuchaba todo lo que le decía la mayor con atención haciendo que esta esboce una sonrisa

Unas horas más pasaron en las que rápidamente avanzaba pero sus piernas se debilitaron y su cuerpo callo inconsciente

- marina - sama - llamaron preocupados tres de los guardias

- solo está cansada - hablo mientras se paraba la joven

Mientras la pequeña estaba inconsciente los demás caminaban siguiendo el rumbo para llegar a su destino, caminaron hasta que llegue el anochecer donde pusieron las tiendas y acostaron a la niña que se estaba empezando a despertar por el movimiento

- que paso - pregunto la castaña mientras se paraba con pesadez - no puede ser, ya oscureció y no he terminado de practicar - hablo alarmada acercándosele a la mujer que le estaba enseñando - que puedo hacer ahora? - pregunto emocionada

- lee estos libros -le entrego una pila de libros y pergaminos - mañana temprano a practicar

- solo esto, pero tengo que perfeccionar mi ninjutsu - hablo rápido

- asi es, como vas hacer lo practico si careces de lo teórico - esas palabras dejaron callada a la pequeña que inflaba sus cachetes con molestia, apretó los libros contra sí mismo y se adentró a su tienda de acampar para rápidamente empezar con su estudio

- no crees que eres muy dura - le pregunto uno de los que vestía de rojo

- no - respondió sincera - no tengo mucho tiempo para esperar que avance a un ritmo lento - se sobo la cabeza - el "byakugou no in" es un ninjutsu que para llegar a lograrlo tienes que acumular su chakra por tres años con un entrenamiento especial que la va a dejar muy vulnerable, ella está muy pequeña para soportar tal esfuerzo

- entonces no le vas a enseñar nada - la voz molesta del capitán la interrumpió

- eso no fue lo que le dije, le enseñare la otra cara de los ninjas médicos, ella quiere ayudar a su hermano y yo le enseñare como hacerlo, le enseñare lo que necesita saber - se paró para dirigirse a su tienda

Ya eran las dos de la mañana y esas ganas de ver y sentir al hombre sin nombre, no la dejaba dormir, sentís su cuerpo caliente y su intimidad empezaba a humedecerse con tan solo recordar los besos y las caricias que le regalo aquel hombre poseedor de un formidable cuerpo

Daba vueltas en la cama tratando de dormir y olvidar las variadas ideas de como meterse en la tienda de campar del hombre de rostro desconocido, dio un suspiro de resignación, cansada de resistirse las ganas que ya solo se dejó ir, se paró decidida mientras buscaba su capa para cubrirse de la visión de cualquiera que estuviera vigilando