Aqui comienza...

8 1 1
                                    

Hace un par de años conocí a una chica, era un par de años menor que yo (nada alarmante).De hecho, conocer no es la palabra adecuada, más bien tratar, puesto que la conocía desde mucho antes, pero en mi apatía de niño tímido, nunca le hablé, gracias a un amigo que conocí a finales del año anterior a mi trato con esta chica, en efecto pude tratarla, nos agradamos un montón, tanto, que nos confiábamos nuestros secretos, recuerdos, penas, debilidades, nos volvimos mejores amigos, nos teníamos un gran afecto uno por el otro, compartimos experiencias, abrazos, chistes, llantos, poco a poco, o más bien de zancada en zancada, empecé a amarla, y ella...No sé si puedo presumir que no era uno de esos muchos casos en los que no fui correspondido, aunque "ser correspondido" solo es una especie de sinónimo de la palabra que definiría mejor este caso, en fin. El caso era, que ella, se enamoró de mí, ¿sabes? Enterarme de eso, me enterneció, y admito que la amé mucho más, me sentía increíble sabiendo que alguien, podría llegar a estar enamorada de este escombro de ser humano, pero (y siempre hay peros), el sentir que predominaba como un tirano dictador que mata a diestra y siniestra, era el miedo, estaba aterrado. Estar enamorado de alguien tan cercano a ti, alguien con quien te destapaste a tal punto que podría predecir que dirás o harás, a tal punto que te podría leer la mente, saber qué piensas con solo verte, estar en ese estado, te expone a una terrible recepción, tanto mental como sentimental. Me peso tanto maquinar todo lo que por su mente y corazón pasaba, todas esas explosiones de sentir y pensares que intentaba ocultar, pero en vano, porque a pesar que no me dijera nada, y solo hacia fluir nuestras conversaciones en otros contextos, sabía lo que ella pensaba, lo dije antes, hasta tal punto la conocía. Todo eso me hacía cada vez más peligroso para ella, ya la había herido una vez, cosa que por cuestiones personales no me tomare la tarea de revivir esos recuerdos en este texto. Mi mente estaba hecha mierda, mi corazón no sabía que sentir o que sentía, y mi alma, creo que no quería estar en mi cuerpo y trataba exasperadamente de escapar ya sea abriendo mi pecho, o escapar por mis ojos, no sabía qué hacer, era demasiada presión, aunque al decir esto no trato de justificar lo que termine haciendo, en ocasiones, y me refiero en muchas, pensando en el que hacer con ella, en que decirle, que debía decidir, no dormía en las noches atormentándome con todo el potencial de mi mente, al punto de llorar en una esquina de mi habitación, me sentía horrible nunca llegue a imaginar que una persona podría si quiera sentir un aproximado, que complicado se había vuelto todo, o que complicado me lo había puesto yo mismo. Tal vez un cuestionamiento directo aclararía algunas cosas, algo exhaustivo, para que por fin me dijera con sinceridad que pasaba en su mente y corazón, era exactamente lo que yo me imagine que sería, pero seguía en las mismas, ¿qué haré?, no sabía, así que resolví preguntando, que era exactamente qué era lo que ella quería, desesperado y temeroso de hacer algo más que la lastimara y aún más en esos momentos. Ella (al contrario mío) si sabía que quería, que nos acercáramos más, que pudiéramos presumirnos no solo como mejores amigos, no solo como los portadores del corazón del otro, si, ella quería que dijéramos ese título cuando se nos preguntaran que trato teníamos. Acepté, pues quería verla sonreír, quería notarla liberada de sus pesares, verla tranquila, y apaciguada en mis brazos, pienso que parte de mi quería que así fuera también. Pero, si, hay un pero más. Mi mente, seguía creándome un infierno, nunca en otra ocasión, incluso hasta ahora llegue a odiarme tanto, ya había hecho lo que en ese momento se supone que debía hacer, total que debido a los círculos infernales a los que mi mente se lanzaba, no actuaba como lo que era en ese entonces, debía ser alguien que estuviera allí física y mentalmente para ella, no solo físicamente, allí estaba yo, pero no mi yo completo. De nuevo empezó el mismo dilema con un par de variantes en la ecuación, ella empezaba a sufrir de nuevo, esta vez por la ausencia ya dicha de mi mente. ¿Y ahora que mierdas hago? Estaba pasando EXACTAMENTE lo que no quería que pasara, y lo peor de la cosa es que era por mí que estaba pasando, era por mí que ella sufría. Sabía lo que no quería saber, que yo era toxico, que mi presencia era como una ponzoña, el veneno más fatal, de nuevo apareció mi llanto nocturno, por eso, y porque AHORA, si sabía lo que tenía que hacer, y lo que iba a hacer, tendría las peores consecuencias, para ambos, sabía que por parte de ella, su dolor solo sería momentáneo, y esto tiene un porque. De mi parte... bueno, te diré que aún me persigue algún rastro, sabía que las consecuencias serían peores para mí, porque tendría que vivir con su odio, con su rechazo e indiferencia, cosas que me matarían un poco cada vez que nos encontráramos, cosas de las que ella se aferraría para pasar de mí, para superarme. He de mencionar que me estoy saltando una pequeña parte más, porque pienso que esa cosa, la cual antes se pensaba que era la razón por la cual hice lo que hice, quedo aclarada, una vez más diré que no hace mención de eso. Así que lo hice, rompí lazos con ella, todos los que teníamos, de pareja, y de amigos, ahora solo éramos personas que solían conocerse, nada me dolió mas, nada me duele más, cada uno siguió su vida, ella ahora conoce a otras personas, ahora comparte con otras personas, supongo que ahora otra persona es su mejor amigo(a), Yo... bueno viví un par de años más por allá, y me mudé, tratando de arrancar de alguna manera, o de pasar de eso, alejándome físicamente de esos lugares que me reviven recuerdos, no malos, no, sino hermosos, y esos son peores porque esos son los que más se añoran. Conseguí algo, pero no me duro mucho, y vuelvo estar solo. Gracias Por Leer Esta Memoria

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 06, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Mi recuerdo de un amorWhere stories live. Discover now