Cuando eunha salio de su departamento al día siguiente para irse a las practicas como de costumbre, al cruzar la puerta una duda surgió en ella haciendose preguntar, ¿cuantós años la meterían a prisión por lanzar a cierta heredera de empresa, de pelo rubio, tsundere y de hermosos ojos rasgados de un cuarto piso?.
No, mejor no saber aquella respuesta...
- Se puede saber ¿qué rayos haces aquí?.- Preguntó Eunha con una vena en la frente y tratando de no saltarle a la rubio que hasta hace solo un segundo estaba recargada a lado de la puerta de su departamento.
- Pasaba por aquí.-
Mejor si la lanzaba sean los años que sean valían la pena.
- ¿Pasabas? que yo sepa vives por otro lado.-
Sowon se negó a responder y siguió caminando a lado de la peliazul así no la perdería de vista, no le diría que había ido a recogerla a su casa despertando a un más temprano de lo que acostumbra -lo cual era una gran proesa de su parte- por que no quería que otro tonto fanboy o fangirl se le confesara. Tenía que cuidar a su Eunha o se la robarían.
Aunque ella no lo permitiría, claro esta.
Y pobre el tonto o tonta que lo intentara.
- ¿No piensas contestar, cierto?.- Preguntó con fastidio viendo a la rubia de reojo. Suspiro frustrada como se suponía que la trataría diferente si la rubia no la dejaba sola.
Camino más de prisa tratando de arrebasarla pero la rubia tercamente no se despegaba de su lado, fruncio el seño molesta pués cada vez se pegaba más a ella y muy a su pesar su cercanía la ponía nerviosa, apreto los labios y se dispuso a decirle una que otra cosa de manera tangente pero no pudo hacerlo cuando sintió como la sujetaba de la mano y entrelazaba sus largos y elegantes dedos con los suyos, los colores se le subieron al rostro, su corazón latía como loco por todas las aquellas veces en las había imaginado andar así con la rubia, las palabras murieron en su boca y solo agacho la cabeza avergonzada y sin que ella lo supiera Sowon sonreia triunfante.
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Momentos después.
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Las dos se encontraban en el tejado de la escuela ya cambiadas, las mejillas de Eunha estaban levemente rojas pues la rubia no dejaba de verla tenía suerte de que logro escaparsele y cambiarse no queria saber que hubiera pasado de lo contrario, suspiro nerviosa. Solo tenía que ignorarla, solo eso.
Empezo a estirarse tratando de relajarse y cuando al fin lo había conseguido salto un poco al sentir unos brazos rodeando su cintura por detrás y acercarla. El olor que desprendía el cuerpo de Sowon la empezo a marear y su pelo se erizo como el de un gato al sentir los pechos de la rubia chocar en su pequeña espalda, reprimió un gritito cuando está comezó hablarle muy pero muy cerca de su oido.
- Eunhanie~, no es bueno ignorar a los demás cuando estas con ellos y menos si soy yo.- Murmuró la rubia y sonrio con satisfacción cuando su Eunha comenzo a temblar en sus brazos. La abrazo con más fuerza, era bastante pequeña y su cuerpo encajaba a la perfeción con el suyo, recargo su cabeza en el hombro de la peliazul y disfruto del dulce olor a fresas que desprendía este.
Había notado que Eunha estaba haciendo lo más posible por ignorarla lo cual la molestaba y le dolía como no tenía idea. Siempre que pasaba aquello sentía un horrible hueco en el estomago y en su pecho.
Le gustaba más cuando toda la atención de Eunha estaba en ella, solo en ella.
La peliazul por su parte estaba totalmente roja la cercania de Sowon le estaba fundiendo el cerebro. Tenía que hacer algo rapido y alejarla no podía permitir que esa rubia le provocara tales reacciones. ¡Por dios! ella era la mayor ahí y por esa razón se suponía que era ella la que provocara aquello, no por nada era Jung Eunha la proxima Idol numero uno en aegyo.
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una coneja celosa[WONHA]
Fanfictiondonde la pequeña eunha trata de no caer en los encantos de Sowon 😎🌹