Treinta y tres.

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—¡Estate quieta ya! —gritó al otro lado Anthony.

—Mira, Anthony —dije intentando sonar calmada dirigiéndome a la puerta, obviamente no la iba a abrir, solo quería negociar—, puedes soltarnos y me olvidaré de esto, no se lo diremos a nadie...

—¿Tú te crees que soy gilipollas? Ya lo saben los inútiles de vuestros amigos —grita intentando abrir la puerta machacando el pomo y por inercia retrocedí unos pequeños pasos.

—Para ser sincera, ya no puedes hacer nada, le he dicho a Sarah que llame a la policía.

—Evidentemente, sí me crees tonto... pues toma —dijo retrocediendo un poco y colando algo por la rendija de abajo de la puerta. El objeto se resbaló por el suelo mierdoso y pude distinguir el móvil de Sarah.

Maldecí por lo bajo al ver que era otro móvil inútil, ya que le había quitado la batería, obviamente sino, no me lo habría dado. ¿Ahora qué íbamos a hacer? Me estoy empezando a estresar con los incansables gritos de Sarah, ¿es que no sabía que no hay población a kilómetros a la redonda? Lo sé porque me he asomado un poco al balcón y no hay mucho que ver, campo y desierto. Me pregunto quién habría sido el tonto que construyó esta casa aquí, en medio de la nada. Y claro, por qué nos ha traido Anthony aquí.

—Nadie va a venir aquí, Ashley, sólo os queda obedecerme —vuelve a intervenir.

Estaba a punto de preguntarle qué era lo que quería que hiciéramos cuando oí el sonido de las ruedas de un coche derrapar en la arena de este campo. No iba a rendirme, sólo quería saber qué gilipollez tenía planeado hacer con nosotros y que nosotras hiciéramos para conseguir que Sam se casase con él.

Corrí a asomarme al balcón y ahí vi a Cameron, Matt y Nash en el jeep.

—¡NAAAAAAAAASH! —grite como poseida hasta tal punto que me resbalo y casi me caigo.

—Joder, qué haces aquí —dice él mirándome junto con Cam y Matt algo alucinando.

—¡Rápido! —grito a punto de soltar unas lágrimas.

Anthony derriba la puerta y suelto un grito acercándome aún más a la baja valla que separa el aire del suelo que yo estaba pisando ahora mismo.

—¡ABRE ANTHONY, NO LO VOY A REPETIR MÁS! —suena la voz fuerte de Cameron desde abajo.

—Ya ves la que has liado, eh —dice Anthony sacudiendo la cabeza en señal de desaprobación mientras caminaba a paso lento hacia mi. Me recuerda a las escenas de películas de miedo en la que los asesinos están por matar a la víctima. 

—¡NAAAAAAAAAASH! —vuelvo a oir gritar a Sarah que aún seguía en ese cuarto encerrada.

Se oye un ruido desde la planta baja y fuertes pisadas en las escaleras. ¡Sí! ¡Han entrado!

—Ya no tienes nada que hacer —escupo a Anthony y éste en un movimiento rápido empuja mi cuerpo hasta quedar la mitad sujeto por la valla y la otra mitad colgando.

Grito de desesperación porque como mi cuerpo dependa de mis brazos estoy perdida. Ya mencioné la fuerza pedo que tengo y espero que se den prisa.

—Juro que te quería mantener con vida —dijo Anthony derramando una lágrima de cocodrilo. Me temo lo peor. ¿Dónde están Nash, Cam y Matt?—, pero eres tan terca...

 Matt, Nash, Cam y Sarah en ese orden entran en la habitación por lo que me deja ver el cuerpo de Anthony y me resbalo descuidadamente quedando todo mi cuerpo en dependencia de mis finos brazos.

—Déjala —dice Matt acercándose a la escena seguido por Nash y Cam mientras que Sarah prefiere tirarse en el suelo a seguir llorando.

—Si yo no la estoy haciendo nada —sonríe maliciosamente Anthony y mis lágrimas siguen cayendo. Mis manos empiezan a resbalar de verdad, tanto que me da miedo. No es que esté a mucha altura, al contrario, estoy a la altura de un segundo normal pero mi cuerpo es tan débil que me da mmiedo lo que me pueda pasar al chocar contra el terreno.

More Than A Travel (Nash Grier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora