ᴛʀíᴏ ᴍᴀғɪᴏsᴏ

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—¿Quieres que matemos a Song Ha Won? Nos interesaría saber lo que cobraríamos.
—Ya les dije que cuando lo hayáis hecho, ya os daré una gran suma de dinero. En efectivo si hace falta.
—Me estás empezando a hartar— TaeHyung se levantó y apuntó con su pistola a la mujer.—Si no quieres que te mate aquí mismo, danos ya el puñetero dinero. ¿O acaso quieres sentir esta preciosidad en tu cabeza?—lamió el arma con lujuria mientras observaba a la mujer anonadada.
—Os lo daré cuando hagáis el trabajo.

Con esas últimas palabras, la mujer salió de la sala y todos soltaron un suspiro de alivio.

—TaTa, creo que tendrías que calmarte un poco, cariño. Aunque muy buen trabajo, has hecho que la mujer se asuste.
—Así no hay quien se divierta si no hay amenaza, ¿verdad Ho?— Kim se echó para atrás y miró de reojo a Hoseok.
—No me llames Ho. Ya sabes que no podemos usar nada de nombres ni apellidos, no aquí por lo menos.
—Vale... Lo que tú digas "Mang". Aunque Mango te quedaría mucho mejor.

.

Los tres se dirigieron hacia su departamento, el cual compartían porque así ahorraban para comprar nuevas armas.

El departamento era bastante pequeño, con un par de muebles por allí y por allá. Tenían una pequeña televisión, una maceta y en la cocina, cuchillos de carnicero.

—JungKook, ¿que tal estás bebé? Hoy te he notado muy callado.
—No estoy de humor para tener ahora un trío con vosotros, dejadme descansar anda.
—Uyyy, pero que cortante es el Kookie ahora, ¿Qué pasa? ¿No te hemos prestado tanta atención hoy?— los dos empezaron a tocar los mofletes del menor, mientras éste hacía pucheros y se enfadaba cada vez más y más.

—Venga, JungKookie, sólo un pequeño juego, no te pido más.
—Vale, vale. Me tenéis harto. ¿Qué vamos a hacer?

HoSeok y JungKook se quedaron mirando fijamente al mediano, mientras éste sonreía con ojos pícaros. Apuntó hacia un cajón, en donde guardaban todas las armas.

Sacó un Revólver compacto S&W 60 y apuntó hacia la cabeza del mayor de todos.

—Adivina adivinanza. ¿Cuál es el juego mortal que mete balas en el tambor y dispara en la cabeza?
—¡La Ruleta Rusa!— exclamaron los dos a la vez.
—Muy bien chicos. ¿Quién quiere comenzar?

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Entró una persona al departamento. Una persona conocida. Parecía bastante alterado y no respiraba regularmente. ¿Habrá venido corriendo?

—Chicos, necesito escapar del país, junto a mi novio. Es muy urgente.
—¿Qué has hecho, NamJoon?—preguntaron los tres a la vez. No era la primera vez que su amigo, que les ayudaba con los negocios, estaba en problemas.
—He apostado toda mi fortuna y ahora no puedo pagarla. Debo esfumarme ya mismo, si no, me matarán.
—¿¡Cómo!? ¿¡Que has hecho qué!?—HoSeok chilló, muy alterado.
—Debéis ayudarme, por favor.
—¿Jin lo sabe? Porque si no, te has metido en un gran lío.— JungKook miraba fijamente al susodicho, quien pestañeó repetidas veces y miró hacia la izquierda.
—Bueno... Jin sabía que yo iba a jugar, pero no sabía que me jugaba todos nuestros ahorros...
—¡Kim NamJoon, eres un completo gilipollas! Lárgate ahora mismo. Coge el coche y pírate del país. Invéntate alguna excusa, como que vais de viaje de luna de miel. Aaaah, ¿le has pedido a matrimonio?
—No... Cuando estemos fuera del país, se lo pediré.

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Min YoonGi era uno de los mejores estudiantes de nuestro instituto y universidad. Los tres le teníamos bastante envidia, porque era perfecto.

𝔸𝕔𝕔𝕚𝕕𝕖𝕟𝕥𝕖𝕤 ; ᴍᴀғɪᴏsᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora