Entrenando un mínimo de cinco horas diarias durante poco más de una semana bajo la tutela de Aang, Korra logró entrar en el mundo espiritual un jueves por la mañana.
La sensación de encontrarse en ese mundo con nada más que su cuerpo espiritual era algo completamente nuevo para la joven Avatar, no poseía poderes y si se concentraba lo suficiente podía transportarse a través de aquel mundo simplemente apareciendo y desapareciendo en distintos lugars, claro, esto último era algo que Aang le había explicado bien pero que ella no se sentía con la confianza suficiente para intentarlo.
Su primera conexión la había llevado a aparecer en el medio de un prado, era un área que nunca antes había visitado pero sabía que había llegado al lugar indicado gracias a la abundancia de plantas con colores vivaces y sobre todo a los pequeños espíritus que saltaban por encima del pasto jugueteando entre sí.
Al caminar por el prado la morena repasaba mentalmente las enseñanzas de Aang él le había advertido que sus emociones serían capaces de modificar la manera en que interactuaba con aquel mundo así que debía recordar mantenerse tranquila durante su visita para no llegar a complicar el entorno en el que se encontraba inmersa.
En su búsqueda por el camino hacia la biblioteca de Wan Shi Tong, Korra comenzó a consultar con los espíritus pero luego de deambular por un tiempo se percató de que debía volver a su cuerpo físico pues ya se había tomado un par de horas en la mañana al intentar conectar con el mundo espiritual y no podía pasar más tiempo ahí ya que la alianza rebelde la necesitaba y estaba segura de que Kuvira no tardaría en aparecer si se llegaba a demorar en salir de su guarida.
Respirando con profundidad cerró los ojos y se concentró para guiar a su espíritu de vuelta a su cuerpo, la siguiente vez que abrió los ojos pudo distinguir el cuarto de entrenamiento en el que siempre meditaba por las mañanas, lo había logrado, estaba de vuelta.
- Falta poco. - Murmuró recordando el rostro de su querida Asami.
Caminando entre las calles de las ruinas de Ba Sing Se Korra se aseguraba de que no hubiera disturbios, aunque la mayoría de los rebeldes habían decidido apoyarla, el pequeño grupo de rebeldes que se oponían a ella habían causado peleas aisladas en distintas zonas de los territorios de alianza, estos conflictos habían sido reportados por los miembros de la alianza, personas con el rostro cubierto atacaban a víctimas desprevenidas acusándolos de traición por apoyar al Avatar y luego se echaban a correr y desaparecían antes de que alguien con la suficiente fuerza pudiera atraparlos.
Todos habían sido ataques menores sin consecuencias severas, a pesar de esto Korra era consciente de que no podía pasar por alto aquellas faltas de respeto a su autoridad, aún no tenía un plan definitivo para contrarrestar el problema por lo cual había establecido un plan temporal, pequeñas patrullas de vigilancia a horas no específicas del día para que los alborotadores no tuvieran la oportunidad de aprenderse algún horario que les permitiera planear los ataques mientras las patrullas estuvieran lejos del área que quisieran atacar.
A las nueve de la mañana Korra se encontraba en las afueras del coliseo supervisando el entrenamiento de los bloqueadores de Chi, había cerca de trescientos seleccionados que asistían a los entrenamientos y todos eran asistidos por Mako y sus hombres quienes impartían el curso de nueve de la mañana a cinco de la tarde.
Korra también supervisaba las clases de Tenzin y los proyectos de Varrick, todo marchaba de acuerdo al plan, a pesar de que todo su día se encontrara ocupado Korra no podía sentirse más llena de energía o más motivada de lo que estaba en esos momentos, sus entrenamientos personales ocurrían durante las mañanas y al atardecer, de cinco a ocho de la mañana y de seis a ocho de la tarde.
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Futuro Incierto
FanficEn un mundo en agonía no existen más los maestros de los elementos, corre la leyenda de que prevalece un solo maestro, el más grande de todos, el Avatar, pero pocos saben de él en tiempo real, en un mundo al borde de la extinción total no se pueden...