Preguntas de una gota de agua...

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Obra registrada en Safe Creative, registro número 1210182526727

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PREGUNTAS DE UNA GOTA DE AGUA...

Estaba entonces naciendo en una gran nube, una pequeña gotita de agua, que veía cómo sus hermanas y hermanos caían al mundo en forma de lluvia. Ya llegaba a término la estación de invierno, y la pequeña gota no quería terminar en el suelo de un campo desolado. Entonces comienza a llorar y el llanto de una gota de agua puede ser lo más triste y desolador que puedas imaginar.

"Madre, no quiero ser lluvia y caer a morir al mundo", decía entre sollozos y suspiros la gotita a su madre nube, quien con mucha dulzura la comienza a acunar y a mecer. "Deja que te cuente una historia, gotita", le dice con amor.

"Hubo en el mundo un tiempo de oscuridad, desolación y terrenos muertos; el mundo no era más que un paraje sin razón. Entonces un día algo cambió. Un ser lleno de luz llegó a conocer los lugares y decidió conservarlo para moldearlo a su antojo". En la medida que la madre nube continuaba con su historia, la gotita cambiaba su pena y angustia por una atención que aumentaba a cada minuto y se imaginaba cada detalle de lo que escuchaba.

"Para poder hacer de este sitio un lugar hermoso, este ser de luz necesitaría toda la ayuda que pudiera conseguir, aunque lo único que tenía disponible eran los elementos. Entonces los citó de uno en uno y partió con el Viento. Necesito, señor viento, que me ayudes a dar vida a este paraje tan desolado, porque quiero poner en él a mi máxima creación, un ser que podrá dominarlo todo y hacerlo germinar y crecer a su antojo, para disfrutarlo y compartirlo - le dijo el ser luminoso. Pero el viento no tenía intenciones de perder su liderazgo en ese lugar y entonces no hizo nada por ayudarlo". "¿Por qué no quiso ayudar el señor viento, madre nube?" preguntó la gotita. "Simplemente por egoísmo, gotita y por miedo a perder lo poco que consideraba suyo".

"Entonces el ser luminoso decidió no darle demasiada importancia al comportamiento y a la negativa de viento por ayudarlo y llamó al señor fuego. Necesito, señor fuego, que me ayudes a dar vida a este paraje tan desolado, porque quiero poner en él a mi máxima creación, un ser que podrá dominarlo todo y hacerlo germinar y crecer a su antojo, para disfrutarlo y compartirlo- le dijo el ser luminoso. Pero el fuego no sabía cómo ayudarlo, pues sólo sabe hacer daño y destruir y entonces no pudo ayudar".

"Llamó entonces el ser de luz a la tierra, para que ella le ayudara a construir un páramo digno de lo que su futura creación requeriría. Necesito, señora tierra, que me ayudes a dar vida a este paraje tan desolado, porque quiero poner en él a mi máxima creación, un ser que podrá dominarlo todo y hacerlo germinar y crecer a su antojo, para disfrutarlo y compartirlo- le dijo el ser luminoso. Pero la señora tierra estaba muy cómoda en este mundo, en donde abundaba su elemento y podía hacer y deshacer a su antojo, por lo que no quiso ayudarlo".

"Pero madre nube - dijo la pequeña gotita - ¿entonces nadie quiso ayudar al ser de luz?". "Pues el último elemento estaba dispuesto a ayudar, la señora agua. Cuando oyó la propuesta del ser de luz, la señora agua se sintio muy avergonzada y asustada, pero humildemente le dijo - Señor de luz, claro que te ayudaré, es lo menos que puedo hacer, luego de que me crearas a mi, pero no sé si pueda con tan importante y colosal misión yo sola". "No estarás sola, agua - le dijo el ser luminoso - estaremos juntos. Tú has lo que tengas que hacer y yo me encargo del resto".

"Entonces agua se esparció por todo el lugar, que parecía ser infinito y llenó valles y llanuras y cubrió todo con su elemento, aun no muy convencida de que eso pudiera hacer una diferencia, pero felíz de poder ayudar. Cuando terminó de hacerlo se reportó a quien le había encomendado la misión y éste le dijo: Gracias agua por ayudar sin oponerte; por dar sin esperar a cambio. Sólo por tu acción desinteresada, te haré ser el elemento creador de vida y a partir de ti, por muy desolado y árido que fuego, tierra y viento logren hacer al mundo, tú serás la encargada de poner el equilibrio y serás el elemento más abundante en este mundo. Sin tí nada será y contigo todo podrá ser logrado. Desde hoy y para siempre". 

"Al poco tiempo de que agua se esparciera, gracias a la luz que el ser creador emanaba, comenzó a nacer la vida, primero tan pequeña que no se presintió, para luego comenzar a crecer hasta formar gigantescas cosaqs, como animales y plantas y fuego, tierra y viento no pudieron hacer nada por evitarlo".

"Hasta el día de hoy, hijita mía, nuestra misión es caer al lugar que el ser creó, para germinar nueva vida y hacer crecer su maravillosa obra. Tú eres una de las millones de enviadas a crear vida y germinar el mundo de los hombres, la mayor creación del ser luminoso, que una vez nos creó; así que debes sentirte orgullosa y no tener miedo, pues no morirás, formarás parte de todo y de todos y estarás en cada flor, en cada árbol y en cada ser que habita el hermoso jardín que el creador fabricó".

"Ahora ve, hijita" - terminó de decir la madre nube a su pequeña hija, sólo para ver que ella ya estaba cayendo directamente a un hermoso jardín de las flores más bellas nunca vistas y ya no sentía miedo; ya no estaba triste, estaba orgullosa de cumplir con su misión en la vida.

Y comenzó la primavera, y todo el lugar se llenó de color y de vida nueva. Y el ciclo comenzaría una vez más, aun con los intentos de viento, tierra y fuego por destruir lo hermoso de aquel paraje. Nadie podría nunca detener la fuerza de agua.

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