Capítulo 8

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    Se acercó colocando sus dos manos en las mejillas de la rubia, a pocos centímetros de sus labios, ambos encontrándose en su propio mundo, con la mirada fija en el otro, a la espera de cual sería el siguiente movimiento.

  Él ansiaba besarla, saber que se sentía probar sus dulces labios y ella también lo quería, pero la imagen del rostro de Tom interrumpía su deseo. No sabía que hacer, si continuar con el momento o romperlo completamente. Entonces fue cuando se dijo a si misma "Te mereces el poder sentirte segura y protegida en los brazos de alguien ¡Arriésgate! ¡Es el indicado!".

—Solo hazlo — pronunció en un impulso sobre sus labios para seguidamente, ser sellados por los suaves labios del castaño, que de una manera dulce y serena los recorría con cariño, ella percibiendo su acto de respeto le dejo paso para profundizar el beso.

   Ambos se encontraban en una completa nube, creyendo que todo a su alrededor era un completo sueño, la atracción entre ellos era notoria desde un principio, esa química que mostraban con cada mirada o sonrisa. Ese beso despertó o mejor dicho aclaró los sentimientos de la rubia, comprendió el porque de su interés hacía ese castaño que se preocupaba por ella, aunque al instante se arrepintió de todo por más hermoso que haya sido, para ella Tom no se merecía todo eso. Él por su parte, comprendió lo que ya sabía, esa rubia lo traía loco.

— Eso fue...—comenzó a decir la chica cuando el beso concluyó, beso que si somos sinceros, duró demasiado.

— ..Maravilloso—concluyó el ojiazul con una sonrisa sin dejar de verla a los ojos y sin quitar sus manos de sus mejillas.

— Si que lo fue...pero no puede volver a suceder — expresó tristemente y aunque ya aclaró sus sentimientos, no estaba bien el engañar a Tom de ese modo.

—Em, por favor. No digas eso, en serio me importas y no quiero perderte —soltó el chico ilusionado.

– Y a mi también me importas Stephen. ¿Pero y mi novio? , no puedo traicionarlo así, yo no soy ese tipo de chica —reveló soltándose de él y volviendo a sentarse nuevamente 

— No creo que estés muy segura a su lado – estableció sentándose junto a ella pero otorgándole su espacio.

—¿Porqué dices eso? — inquirió con duda. — Yo si me siento segura a su lado — afirmó con un titubeo en su voz, recordando cada golpe, logrando que su mirada bajara hacia sus manos 

—Solo lo presiento, tú mirada no tiene ese brillo cuando lo nombras — expresó dulcemente agarrando la mano de la chica.

—Tú no lo entiendes Stephen, es más complicado de lo que crees — reveló soltando un suspiro y limpiando una lágrima rebelde que se escapaba de uno de sus ojos.—Tengo que irme —pronunció con rapidez soltando la mano del castaño y dirigiéndose con velocidad a la salida.

  Stephen estaba sorprendido por como resultó todo, no esperaba que ella se lanzará a sus brazos, pero al menos que le diera esperanzas de tener una mínima oportunidad.

  Al menos estaba seguro de que en cierto punto sentía lo mismo, ese beso fue uno lo los mejores de su vida, definitivamente besaba super bien y no quería que ese fuera el último.

  Entonces, algo le vino a la mente, ¿Que pasaría ahora si por ese beso Emily no aceptaba la propuesta de trabajo?. Apenas lo pensó salió en busca de la chica, para pedirle disculpas por su atrevimiento y hacerle entender que las cosas no cambiarían, él prefería hacer como si nada antes de siquiera pensar en la posibilidad de no verla más.

   A las apuradas logró verla entrar en un baño móvil con los ojos llorosos y no se lo pensó dos veces y se metió, cerrando la puerta al instante, sin pensar que la chica solo iba a ir al baño. Descarto eso al instante en el que entró y la vio sentada en el inodoro apoyando sus codos en sus rodillas y sujetando su cabeza con sus manos.

   La chica se sorprendió ante su presencia ahí, más que nada porque los baños móviles son como una jaula de gato, apenas y cabían ambos ahí adentro.

—¿Qué haces aquí? ¿No te parece que esta un poco chico este lugar para estar los dos? —inquirió la chica levantando su vista y dejando ver un poco de su corrido maquillaje.

—No te vayas, no soportaría que por culpa de ese beso perdieras tu posibilidad de trabajo porque pienses que yo te voy a molestar — expresó ignorando las preguntas de la chica y tal era su preocupación que apenas y respiraba con cada palabra.

— Tranquilo, quiero que entiendas que nunca pensaría eso de ti, te conozco poco...pero con ese poco sé muy bien que no harías eso. — reveló de manera serena sujetando el hombro del chico para tranquilizarlo. —Quiero que sepas que voy a aceptar el papel. —expresó con una enorme sonrisa que contagió al ojiazul y se tranquilizó completamente. —También debo de admitir que ese beso...no fue para nada desagradable —confesó para seguidamente besar la mejilla del castaño por unos largos segundos, para después abrazarse cariñosamente. 

— Nunca creí que algún momento especial sucediera en un baño móvil—bromeó el chico aún sin despegarse de ella, logrando una carcajada por parte de ambos.

—Mejor salgamos de aquí, huele horrible— comenta la rubia con una risita y acompañada de una cara de asco y salir de ese lugar, para continuar con sus vidas.

No Me Sueltes [NMS1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora