Apenas habían pasado dos meses desde que las clases habían comenzado, en este tiempo me convertí en la mejor de la clase, aunque en Idiomas me seguía yendo muy mal, entre el odio de la maestra y que no entendía nada me era imposible mejorar, aunque por lo menos obtenía calificaciones aceptables. Mis padres terminaron aceptando que nunca sería buena en esa clase, pero mi padre no me permitió abandonar la clase, tendría que estar ahí por lo menos hasta dentro de un mes, después de eso mis padres vendrían a ver si me "comporte" durante los dos meses de prueba que me dieron, en caso de haber cumplido todo.
Ya estoy harta de todo esto, siento como si repitiera mi pasado, por suerte tengo a mi lado a Adam, mi mejor amigo quien siempre había estado ahí para mí. Además también se encontraba Alex, se había convertido en un muy buen amigo, el como yo entendía mi obsesión por algunas sagas literarias, e incluso era igual de raro que yo.
Algo bueno, algo malo, me temo que había más cosas malas en mi vida que buenas, lo que más me consternaba era que, de alguna manera había logrado perder mi esencia, eso que nos hace distintos a los demás. Ni siquiera me di cuenta, poco a poco como una pequeña gota de agua escapando, hasta que el contenedor quedo vacío, así es como me siento, Adam y Alex me recordaban quien era y me hacían olvidar ese sentimiento de vacío dentro de mí, pero no era lo mismo.
Esperaba recuperarme a mí misma pronto, por lo menos una porción de mí.
***
-Lamento la tardanza, hoy tenemos una estudiante nueva-, dijo la profesora Ruiz mientras entraba en el aula,-Adelante pase señorita Miller.
Mi corazón se detuvo cuando escuche el apellido de la estudiante nueva, y el verla entrar me provoco nauseas, no podía creer lo cruel que estaba siendo el destino; frente a mí se encontraba Paula, quien me molesto durante algunos meses e hizo que me expulsaran. Ella me miro y en su cara se formó una sonrisa, yo conocía muy bien esa sonrisa la misma que siempre ponía antes de golpearme, la misma que tenía cuando me veía llorar de dolor y coraje.
-Siéntate ahí- le indico la profesora, a mi lado estaba un asiento vacío, ella se sentó de inmediato.
-Antes de que empiece la clase me gustaría darles una sugerencia-, dijo la profesora mientras se recargaba en su escritorio mirando de mala manera a Paula,- la nueva alumna fue expulsada de su antiguo instituto por molestar a sus compañeras, así que si yo fuera ustedes ni le dirigiría la palabra, y en cuanto a usted respecta señorita Miller, más le vale no molestar a ninguno de sus compañeros en mi clase o fuera de ella, la estaré observando, y créame que no seré benévola con su castigo.
Me sorprendió que la profesora Ruiz dijera esas cosas, ella era una profesora muy odiosa, pero me alegro que pusiera en su lugar a Paula, aunque no sabía qué hacer, me sentía demasiado insegura con ella cerca, y tenía a Alex y Adam pero estaba segura que Paula aprovecharía cualquier momento para molestarme.
La clase continuo normalmente, para intentar olvidar a Paula me concentre totalmente en el trabajo, me funciono pero la hora termino muy rápido, intente recoger mis cosas rápido cuando sono la chicharra para evitarla pero ella noto mis intenciones y fue mas rápida.
-¡Natalie!, tanto tiempo sin verte- se paro frente a mi pupitre- me gustaría que me dieras un paseo por el internado, ya sabes para no perderme.
-No puedo lo siento- dije rápidamente sin mirarla a los ojos mientras continuaba guardando mis cosas. Ella parecio molesta, tiro de mi pupitre mi carpeta, las hojas salieron despedidas por el salón.
-¡Señorita Miller!- grito la profesora furiosa mientras se levantaba y caminaba hacia nosotras,- le he dicho que no quería verla molestar a ninguno de sus compañeros.
Paula estaba roja de la furia pero bajo la mirada y no pudo contestarle a la profesora.
-El señor Garnes le mostrara lo que tendrá que hacer después de clases por los próximos 3 meses.
No me había percatado que Alex aun se encontraba en el aula, al parecer iba a esperarme, aunque no teníamos la misma clase así que no tenía sentido. El asintió con la cabeza, y la profesora volvió a dirigirse a Paula.
-Espero que deje en paz a la señorita Márquez, debería aprender de ella que es la mejor de la clase.
Paula tomo sus cosas e intento salir rápidamente del salón, parecía demasiado molesta, pero la profesora la obligo a recoger todo lo que había tirado de mi pupitre, parecía que iba a estallar de rabia. Cuando ella finalmente se fue Alex se acercó a mí, quería saber cómo es que ella me conocía, no le conteste y me fui antes de que Adam intentara hablar conmigo también.
Corrí a la clase de ciencias, necesitaba un momento sola, era demasiado par a mí, apenas estaba procesando que Paula fuera expulsada y entrara al internado cuando se acercó a molestarme, quería desaparecer de la tierra y no dejar rastro, sentía como si mis algo estuviera encima de mi haciendo una gran presión sobre mi pecho, por suerte el laboratorio estaba solo.
Disfrute unos minutos hasta que alguien entro en el laboratorio, era Halley, quien venia con su increíble nergia como siempre pero al verme su expersion cambio.
-¿Qué pasa Natalie?, ¿Por qué esa cara?- pregunto preocupada.
-Nunca antes te lo conte pero yo fui expulsada por defenderme en mi antiguo instituto.
-¿Cómo que por defenderte?
-Si de Paula, quien a partir de hoy estudia aquí.
-Tranquila- fue lo único que pudo decir, parecía sorprendida, me dio un abrazo por supuesto que no lo rechace lo necesitaba mucho.
-Me tienes a mí, ella no volverá a tocarte un pelo porque se las verá conmigo- dijo con una expresión seria cuando dejamos de abrazarnos -Ya verás como la hago papilla si se acerca a ti.
Reí, Halley siempre con sus tonterías; desde hace tiempo estaba obsesionada con incluir la palabra "papilla" cada vez que puede en una conversación. Ella me ayudo a distraerme el resto de la clase y me acompaño a almorzar aunque lo hicimos en el jardín para evitar ver a Paula, Halley dijo que si la llegaba a necesitar pegara un grito aunque ella estuviera al otro lado del internado vendría a ayudarme. Después de eso en clase de matemáticas actué como si nada hubiera pasado, Alex me creyó. Por suerte el resto del día no me encontré con Adam ya que sabía que a él no le podría mentir.
Si antes de empezar el día me encontraba mal ahora me sentía mucho peor.
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Limonada, otra historia de amor.
Novela JuvenilDespués de haber pasado por todos los institutos posibles, Natalie llegó finalmente al Internado Corbriz donde su vida se convirtió en una limonada sin sabor. Pero con todas las nuevas personas llegando a su vida, la limonada ¿se volverá más dulce o...