1. GOLPE DE REALIDAD

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Está decidido.

Odio los aviones.

No me importa que según estudios científicos se haya comprobado que es más seguro volar que conducir; prefiero lo segundo a caer en picada desde las alturas. Cosa que pudo haber sucedido hace unos treinta y ocho minutos, si somos precisos.

Bueno, probablemente estoy exagerando. Según el piloto solo fue una "ligera turbulencia". Pero para mí fue el principio de mi fin, el momento en el que vi mi vida pasar delante de mis... Okey, estás siendo dramática nuevamente, Samantha.

La muy considerada azafata me pregunta como por enésima vez si me encuentro bien. Aferrándome a mi apoyabrazos y con los ojos cerrados, sacudo mi cabeza asintiendo en respuesta. Una vez que el temblor se detiene abro los ojos, y como el resto de los pasajeros bajo de esa gran máquina de la muerte antes de ir a buscar mi equipaje.

Casi estoy tentada a besar el suelo cuando lo piso, pero me contengo. Ya me miraron lo suficiente mal por ser una loca con aerofobia, para ahora sumar más a mi vergüenza.

You're a fool...

Sonrío un poco al escuchar el tono de llamada que emite mi teléfono.

— ¿Cómo te fue, mocosa? —Es lo primero que dice mi hermano Sean, mientras intento encontrar mi maleta en la mesa del equipaje. — ¿Sobreviviste el viaje o terminaste por matar a alguien? —Pregunta con voz divertida.

—Que gracioso, tarado —ironizo, rodando los ojos. Aunque él claramente no puede verme hacerlo.

—Compadezco a todos en el vuelo.

— ¡Oye! ¿Te compadeces de todos y no de tu hermana pequeña?

—Si tuvieras que soportarte a ti misma en un vuelo, toda quejona y vomitando, también te compadecerías, hermanita —Se ríe.

— ¡Ni me quejé, ni vomité, Sean!

Al menos no mucho.

—Sí, claro.

—Como sea. ¿Cómo va la universidad? ¿Ya te convertiste en un total snop?

—La genialidad no desaparece así porque sí, hermanita—responde él, y casi puedo ver la sonrisa petulante que seguramente tiene en el rostro.

Ruedo los ojos nuevamente.

—Como diga, señor Ryan.

Me atrevo a decir que mi hermano y yo tenemos una buena relación. Pese a que suele ser un grano en el trasero la mayor parte del tiempo, también es una de las personas más importantes en mi vida. Nos llevamos solo dos años de diferencia, y él siendo el mayor, siempre ha sido protector, molesto pero a la vez un amigo para mí. El último mes no hablamos mucho, ya que él está en Nueva York por la universidad y yo pasé todo el verano en un campamento en Australia.

—Oh, me gusta la manera en la que suena eso. Señor Ryan... —Bromea—. Me podría acostumbrar a este tipo de trato, mucho más viniendo de ti, hermana. Es hora que te dirijas con más respeto hacia tus mayores.

—Eres un tarado, Sean —sonrío y vuelve a reír

— ¿Otra vez con las groserías?

—Mira quién habla... —bufo—. Bueno, aunque siempre es un placer escuchar tu horrible voz, hermano mayor, tengo que irme. Mamá debe estar esperando por mí.

—Mi voz es atractivamente varonil. —Se hace el ofendido—.Ya hablaremos después, mocosa. —Le escucho bostezar, antes de que agregue: —Recuerda divertirte un poco en tu penúltimo año, para variar. Dile a Daniel que te invite a algunas fiestas locas.

I Hate Loving You©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora