Lo miro entrar por la puerta de su aula de arte y se desconcertó completamente cuando lo percibió sentarse detrás suyo mientras pintaba una réplica de una conocida obra de Da Vinci.
-Que? - habló hostil, Craig se puso nervioso de inmediato
-Yo... Eh... Puedo hablar contigo? -
Tweek se levanto de su lugar determinado a escuchar, haciendo que Craig se mostrará algo inseguro e intimidado.
-Perdón... Yo... Lamento que te pelearas con tus amigos y... Y... No creo que se agradable estar solo así que vi-vine a hacerte compañía... --Por que? -
-Porque fue mi culpa-
Tweek sintió que su mejillas se sonrojaban, hizo un puchero mientras comenzaba a pintar de nuevo.
-Tweek ehmmm... -
-Callate estoy pintando-
Una discreta sonrisa se dibujo en los labios de Tweek cuando el pelinegro guardo silencio.
Apenas podía oír su suave respiración detrás suyo...
Sus mejillas de colorearon aún más... Pero la inspiración, esa llegó por montones.
-Después de aquella interacción, las demas no fueron más efusivas.
Tweek era divertido pero hostil, mientras Craig aunque algo nervioso y tímido, ya comenzaba a habituarse a las costumbres y forma de ser del rubio.
A su maltrato divertido y su sarcasmo, su humor negro y ácido, además de sus constantes bromas de doble sentido que usualmente implicaban a otros hombres.
Se sentía extrañamente cómodo cerca de él, era una persona tan genuina y divertida, la personalidad burbujeante y atrevida de Tweek lo hacía sentir admiración por el mismo.
Jugaban videojuegos con frecuencia mientras se insultaban.
Comían pizza mientras veían alguna película muy mala sugerida por Tucker mientras Tweek ridiculizaba sus gustos.
Pero comenzaban a sentirse cómodos el uno con el otro.
Sorprendentemente para Tweek, que solo quería estar cerca del pelinegro... Sus sentimientos cambiaron.
Cambiaron bastante incluso antes de darse cuenta, si bien al principio lo consideraba sumamente adorable y atractivo, ahora su mente lo veía de otra manera.
Craig era torpe, noble y muy divertido.
Sabía soportar sus pesadas bromas e incluso las respondía con frecuencia.
Lo quería...
No solo como una persona a la que idealizaba, lo quería como a un ser humano que tenía sus imperfecciones y errores, lo quería desde los momentos en los que se quedaba dormido en su sala hasta cuando al reír la leche salía de su nariz.
Le gustaban sus frenillos y como brillaban cuando se reía y el sol los hacía reflejar.Lo quería a él... Su forma de ser... Su apertura a ser un idiota o un increíble astrofisico explicando con pasión la naturaleza del espacio.
Y se dio cuenta que... Si en algún punto del pasado pensaba que estaba flechado por Craig... Ahora podía estar seguro... Estaba completamente enamorado de él.
Pero ahora era aún más difícil de asimilar... Pues ya no solo se trataba de un miedo a ser rechazado... Ahora lo embargaba un horrible temor...
El de perder a ese reciente amigo que tanto necesitaba en su vida...