Ambos miraban la tarde caer mientras leían bajo un árbol bastante antiguo del parque.
Tenían examen al día siguiente, así que su preocupación estaba principalmente en recordar cada cosa de aquella asignatura, aunque tampoco era tan fácil concentrarse.
Craig sentía a Tweek recargado en su hombro mientras leía, calmado y sin ninguna preocupación muy grave.
Podía oler su cabello discretamente cuando pasaban la página del libro...
-Odio historia, es aburrida- dijo el rubio removiendose, acercándose más a Craig mientras este, al no verse advertido, terminó chocando su mentón con la cabeza de Tweek al estar tan cerca.
El rubio se quedó quieto.
La tensión había crecido demasiado mientras su amigo tampoco se movía.
Tweek tembló cuando, en lugar del esperado rechazo, el pelinegro pasó los dedos por la melena rubia y lo hizo recargarse en el nuevamente.
-No es aburrido, solo debes de pensar en... Que es interesante como vivian las personas en el pasado... -
Craig había hablado demasiado normalmente, demasiado en control de todo mientras el rubio se sentía lleno de vergüenza.
No podía dejar que Craig hiciera eso así simplemente.
Se acerco y escondió de manera sutil su rostro en el cuello de su compañero.
-No lo se... No se si me interese el pasado... No demasiado-
Y estaban ahí... Jugando un juego delicado, meditando sobre el terreno al que estaban llegando.
Craig ya estaba harto...
Harto de pretender que nada sucedía, harto de estar siempre tan cerca pero tan lejos...
Harto de mirar a su alrededor y no poderse sacar esa idea de la cabeza...
Lo tomo por el montón e hizo que sus miradas se encontrarán de manera intensa, aunque se sentía nervioso, había algo en el que lo hacía mostrarse seguro, lleno de tranquilidad.
-Te debería de importar... Mañana tenemos ese examen... -
-Craig... -
Se acercaron peligrosamente el uno al otro.
Fue Craig quien, con impaciencia, beso los labios del rubio con ansiedad...
Dejándolo sorprendido pero sumamente feliz.
Tweek inmediatamente le sacó el chullo de encima y comenzó a jugar con su cabello azabache entre sus dedos...
Sintió los suspiros y jadeos de ambos ahogándose entre sus bocas, entre sus lenguas mientras el chasquido de su exigente beso estaba presente.
Algunas personas notaron a aquella pareja comiéndose a besos bajo el árbol y optaron por ignorarlos lo más posible.
Los dos jóvenes, ante el prolongado tiempo de tensión sexual, optaron por no decir ni una palabra, incluso si se separaban para respirar, terminaban una vez más en los brazos del otro, besándose desesperados.
Después de un rato, ya con los labios irritados e hinchados por los besos, succiónes y mordidas, ya con su saliva haciendo evidente cuanto se habían mantenido juntos, con sus cabelleras alborotadas y algunas pequeñas heridas en sus labios...
Se miraron en silencio un largo rato... Solo para comenzar a reír y besarse más brevemente, de manera más traviesa y fugaz...
Llenos de cariño...