Capítulo único

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"Se odiaban desde que nacieron, siempre peleando por cualquier escusa estúpida. Eran capaces de liarse a golpes en medio del aula solo porque uno de ellos había hecho el atrevimiento de que quedarse mirando al otro penetrantemente, o, porque uno había tirado una bola del papel al otro. Aunque hubiese sido un accidente. Ambos odiaban, se detestaban, se aborrecían. Verlos juntos era un show de tensión e incomodidad para todos. Sus nombres era Craig Tucker y Kenneth McCormick, rivales de nacimiento cara al publico, pero con un "algo" en común que los llevaba a estar, sin que nadie se diese cuenta, muy mal vistos. Era un simple pasatiempo muy vulgar, censurado y muy poco experimentado."

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Año 1984

Ambos tienen 17 años de edad.

Por ende son menores legalmente para la fecha y el lugar en el que viven.

Para ser mayores deben alcanzar la edad de 21.

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Tomó el último cigarro que le quedaba en la cajetilla y se lo llevó entre sus labios, tiró la caja a la basura más cercana y tomó el mechero dirigiéndose a la parte trasera del edificio, allí suspiró y se apoyó contra la pared, dejándose caer hasta quedarse sentado en el suelo. Encendió el cigarro guardó el mechero en su bolsillo de nuevo. Tomó el cigarro con los dedos índice y pulgar y suspiró el humo. Escuchando la campana de la cuarta clase empezar, chasqueó la lengua molesto, no iba a ir, tenía la mochila a su espalda por algo. La dejó a un lado. Tumbándose prácticamente sobre ella. Cuando la alarma se apagó, se escucharon apagados pasos, casi insonorizados por el viejo césped maltratado, era la zona trasera, no la cuidaban casi, mucha pereza empujar el carro unos metros más, lo bueno es el césped era suave y cómodo, casi como una almohada o un colchón. 

- ¿Vienes buscando guerra, McCormick?

- Vengo buscando la guerra que tu me quieras dar.- espetó chasqueando la lengua, él había ido allí a relajarse, no a soportar al idiota de Craig.

- Tregua, no me apetece patearte la cara- le contestó sin ni siquiera mirarlo a la cara- además, no hay nadie mirando, están todos en clase y no nos pueden ver desde ese ángulo de la ventana...- ahora si, lo miró a sus ojos azules con toques morados. Este mismo tiró la mochila al suelo y se sentó en el suelo.

- La costumbre- se justificó encogiéndose de hombros- ¿Tienes otro?- negó entregándoselo, ya había consumido la mitad.- Estas amable hoy, todavía no me has dicho nada agresivo.

-que te follen perra, ah no, que no pueden, por que estas infectada- le dijo con ironía cruzándose de brazos y apoyando la espalda en la pared.

El rubio se rio sarcásticamente.

- si esta perra esta infectada es porque alguien la contagió.- dijo recalcando el "Alguien" mirándolo fijamente, dejando claro que había sido él- tío, podrías habérmelo dicho aquella noche...

- ¿Pretendías que te cortase la calentura? Eres la mejor perra que me he conseguido nunca, además con experiencia masculina, ¿Qué más podía pedir?

- Que te pusieras condón.- le dijo con ironía el otro finalizando el cigarro, le tiró el humo a la cara, este rodó los ojos.- se que esas mierdas están más caras que tu vida y la mía juntas, pero tío, ya no me puedo acostar con nadie. Y la verdad es que esperar a que se te levante a ti, conmigo, es un muermo de tres horas...

114.- ¿Odio? (Crenny)Where stories live. Discover now