Capítulo 8.

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Viernes 8 de octubre, 10:00am.

Ha pasado una semana desde mi dilema con lo de Megan, no le he vuelto a ver en el restaurante desde aquella vez, pero me he decidido, voy a acercarme a ella como una completa desconocida, tendré que empezar desde 0 pero con tal de tenerle en mi vida no importa nada, tal vez más adelante logre recuperar la memoria y todo vuelva a ser como antes, pero si no, igual reconstruiré esa hermosa y sincera amistad que por motivos del destino se vió destruida, no será fácil, pero no perderé nada intentándolo.

Me he contactado con la señora Martínez para llevar a cabo mi plan, ella me ha dado la información sobre los lugares donde frecuenta Megan últimamente, para así asistir a uno de estos y toparme con ella "por casualidad".

Viernes 8 de octubre, 5:30pm.

Todo me da vueltas, quiero vomitar, me encuentro caminando por el parque cerca a la plaza principal, con los ojos entrecerrados y mi cabeza apunto de explotar, aún sigo sin entender el porqué de mi repentino malestar; me hallaba tan mareada que opté por caminar mirando hacia abajo, pero fue una mala idea, pues cuando menos pensé ya había chocado con alguien.

-¡Oye! Fíjate por dónde caminas, por favor -se quejó una chica cuya voz la encontraba súmamente familiar.

No puede ser...

Levanto la cabeza para mirarla y así disculparme, pero al ver a la chica, de mi boca no logró salir una sola palabra, quedé algo así como en shock.

¡Megan!- Pensé.

La chica hizo un gesto de disgusto y se dispuso a seguir su camino, pero antes de que se alejara le agarré del brazo, deteniéndola.

-¡Espera! Yo... lo siento, vengo algo mareada y no estaba prestando mucha atención respecto hacia dónde estaba caminando-dije con una expresión de arrepentimiento.

-¡Oh, vaya! En ese caso, ¿necesitas ayuda? ¿quieres que te lleve a un hospital o una farmacia? Es decir, sé que soy una completa desconocida para ti pero es peligroso que andes sola estando en ese estado.

No eres una completa desconocida, eres mi maldita mejor amiga... o bueno, hasta hace un par de semanas creí que aún era así.

-Sería de gran ayuda, pero no necesito un hospital, agradecería mucho que me acompañaras hasta mi casa.

-Está bien, entonces... ven, tomémos un taxi.-respondió rodeándome los hombros con su brazo por si me caía en el transcurso del centro del parque hasta la esquina donde se toman los taxis.

Una vez dentro del taxi, Megan y yo comenzamos a platicar sobre nuestras vidas, le hice un par de preguntas acerca de su pasado a pesar de ya tener conocimiento sobre él.

-Y...¿ya terminaste la universidad o aún estudias?-pregunté simulando curiosidad.

-Ya la terminé, hace 5 años...creo, no lo sé.-respondió con dudas

-¿Por qué no estás tan segura?

-Verás... tuve un accidente hace un par de meses el cual me ocasionó pérdida total de la memoria, por lo tanto no recuerdo nada acerca de mi pasado. Mi madre ha sido quien me ha explicado algunas cosas, para orientarme un poco, aunque es difícil si tienes la sensación de nunca haber vivido eso, ella me cuenta algunas cosas sobre lo que hice en mi pasado y así, sin embargo no asimilo nada de eso, para mí es como si nunca hubiera sucedido -responde Megan con la mirada fija en el suelo y los ojos brillosos por las lágrimas acumuladas.

-Oh, es terrible que no logres reconocer nada acerca de lo que viviste antes. Pero siempre debes buscar el lado positivo, estoy segura de que pronto encuentren una solución para que puedas recuperar la memoria, sólo debes ser muy optimista -dije con una sonrisa.

Debes recuperar la memoria, tienes que recordarme, porque si no me recuerdas, todo lo que hemos vivido ya no tendrá sentido. Por favor Megan, no puedes olvidarme.

Al cabo de 20 minutos ya nos encontrábamos en la entrada de mi casa.

-Muchas gracias por acompañarme.

-No tienes que agradecer, tampoco podía permitir el exponerte a que te pasara algo estando en aquel estado y sola, espero te sientas mejor.

-Sí, ya me siento un poco mejor, sólo sera cuestión de comer algo preparado por mamá y acostarme a descansar-río- por cierto, ¿no quieres pasar un rato? Puedo ofrecerte un café, jugo, o algo por el estilo...

-No, estoy bien, no te preocupes, mejor volveré a casa, mi madre ya ha de estarse preocupando por mí. Tal vez la próxima-responde con una sonrisa amable.

-Está bien. Disculpa, ¿cómo es tu nombre?

-Megan, Megan Martínez, y tú eres...

-Me llamo Melanie, Melanie Díaz.

-Pues un placer haberte conocido, Melanie, sigamos en contacto para salir otro día.

-Puedes llamarme Mel, y sí, sería genial compartir en otra situación en la que no me encuentre en agonía - suelto una pequeña risa.

Megan ríe también- Bien Mel, nos vemos pronto.

-Seguro, adiós -agrego para después entrar a mi casa.

Viernes 8 de octubre, 7:00pm

-Uff, ¡vaya tarde!- pienso en voz alta para luego dejarme caer sobre mi cama.

Pienso una y otra vez en mi encuentro con Megs de hoy  y no puedo evitar sonreír, y a pesar de no poder hablarle con la confianza que solíamos tener, me siento satisfecha con haberle podido tener cerca y conocer de cierta forma.

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⏰ Última actualización: May 19, 2019 ⏰

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