Quince o veinte minutos más tarde el viajero ya se encontraba cruzando grietas mentales, fundiéndose con cada recuerdo y estímulo alguna vez recibido.
Puertas giratorias con formas inexplicables se abrían paso ante su presencia, el iba rompiendo cada esquema mental que interfiriera con su objetivo. Pasa a toda velocidad por la ruta de aquellos sueños que habitan guardados en lo mas profundo del ser, observa a sus lados, a la izquierda puede vislumbrar pequeños seres que nadan en profundas aguas de conocimiento y a su derecha ve detalladamente el nacimiento de un universo en expansión.
Nota también la presencia de una Voz que le habla, le guía, lo aconseja en su camino y el sin quejas acepta su ayuda.
El subidón se vuelve cada vez más estrepitoso pero el Viajero no teme, acelera tanto como puede esa Nave que lo transporta y comienza un ligero recorrido cuesta arriba.
¡Los Árboles!!!- gritaba a todo pulmón señalándolos con su mano derecha-. ¡Están brillando! ¡Ellos están brillando! Y así era, los árboles ya no eran un verde opaco con tintes de “Negro color sombreado” como el se refería a los Lápices color Obscuro.
Los Árboles explotaban en diferentes patrones de plateado.
Ahora las “Lagunas mentales” ya no vestían un color Gris, ahora esas Lagunas eran más claras que nunca, la zona de “La fosa del Autoestima” lugar donde toda muestra de afecto a uno mismo fallecía, ahora se impregnaba de un color Rosa Fluorescente, un color que le daba a el un sentimiento de Hogar, de seguridad, hasta de fortaleza e incluso un toque de buen humor.
-¿Desde acá todo se ve mejor no’e cierto, amiguito?- decía un pajarraco que posaba en su hombro.
Si este Viajero se hubiera concentrado, casi en su totalidad habría escuchado o bien, visto...
¿Acabo de casi afirmar con total seguridad y plenitud que se puede escuchar al ver? Bueno, ya hombre, en estos temas de viajeros uno nunca puede dar como sentado nada.
Lo que quiero decir es que si el se hubiera concentrado un poco más, habría sentido cada fibra de su cuerpo vibrar a una frecuencia especial, una frecuencia que se sentía bien.
Ya no se sentía fuera de lugar, todo estaba afinado tal cual las cuerdas de una guitarra. Cada fibra de su cuerpo vibraba de una forma que era apropiada para cada fibra. Todo se sentía en lugar por primera vez en mucho tiempo.
El Viajero sonreía y se regodeaba entre tanta felicidad, eran muchas emociones que lo abordaban, era una fusión enorme de un poco de todo y un poco de nada. Es que estaba ahí, estaba en pleno crecimiento Universal, como también se encontraba en su destrucción.
El Infinito para el ya no era más que un bache en su camino, el controlaba todo, todo lo escuchaba y veía. Todo lo sentía.
Formaba parte del Universo y a su vez el era el mismísimo Universo, ya no era un títere más, ahora el era quién controlaba los hilos de su vida.
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Incursión A Mi Delirio.
Science FictionPues bueno ¿Qué decir? esta es una historia que surgue de una noche de soledad, una noche de reflexión y conexión conmigo mismo. De eso trata este pequeño cuento que leerás, de un viaje; de un recorrido por mi entrañable mente.