I.

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You got me, baby

You’re oh so charming, honey

But I can’t do it

Womanizer

Parte I

Alborotó los rizos, dejando muchos suspiros soñadores a su paso. Llevaba unos innecesarios lentes de sol negros que lo hacían ver como un chico malo; a eso, sumándole su playera negra y sus vaqueros rotos en conjunto con unas Vans rojas.

No era de esperar que más de media escuela –incluyendo hombres y mujeres- cayera a los pies del codiciado Harry Styles. Prácticamente, nadie se podía resistir a esa sonrisa de lado y esos hipnóticos ojos esmeraldas. O bueno, siempre existía el ‘pero’ y este no era nada más y nada menos que el mejor amigo del chico, Louis.

¿Pero importaba? Podría chasquear los dedos y tener a quién quisiera. Importaba, le molestaba que él no cayera dentro de sus juegos y lastimaba su muy grande ego. Nunca lo admitiría, por supuesto; sería absurdo que lo hiciese y provocar que se alejara cada vez más en lugar de caer.

Avanzó hasta el casillero de su amigo, donde revisaba uno apuntes, completamente concentrado. Estaría loco si desperdiciaba la oportunidad de tontear un poco con él. Quitó sus lentes y se los puso sobre sus rizos, sonriendo de medio lado. Posicionándose detrás de Louis, lo rodeó con los brazos, enterrando su barbilla en su hombro y leyendo lo mismo.

—Hola, Boo —ronroneó, pícaro.

El chico ni se inmutó y respondió con poco entusiasmo el saludo. Pendiente de lo que estudiaba, apenas y prestaba atención, y si no fuera porque sólo dos personas en la escuela le abrazaban, no podría haber dicho quién era.

— ¿Por qué eres tan frío conmigo? —apretó sus brazos, acercando más su cuerpo.

—Lo siento, Harry —cerró su cuaderno y volteó su rostro para ver el de su amigo a unos pocos centímetros—. Ayer salí con El y no tuve tiempo de estudiar para mi examen de física.

Gruñó. ¿El? La fastidiosa novia de su mejor amigo. Animadora, castaña y con un doble cara. Le hacía el desplante cuando Louis no estaba, pero al estar presente, era un pan de Dios y no paraba de agitar sus pestañas llenas de rímel como si tuviese algo en el ojo; a veces ni se salvaba de su mala actitud ni con el Tomlinson presente. Deshizo el abrazo y dio un paso hacia atrás.

—Hola, amor.

Harry rodeó sus ojos. Habían invocado al mismísimo demonio.

Louis no evitó la gran sonrisa que se le escapó y colocó sus manos en su cintura, pegando su cuerpo al de ella. Tampoco, el de rizos hizo algo para esconder sus celos y bufó lo más fuerte que pudo, evitando que se besaran a mitad del pasillo y frente a sus narices.

—Styles.

—Calder —burlonamente, agregó—. ¿Dónde has dejado a esa amiga tuya que parece tu sombra?

Eleanor enarcó la ceja y con un movimiento, estaba en la oreja de Lou, susurrándole.

lover's charm | larry stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora