12 *CAPÍTULO ESPECIAL*

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Narrador Omnisciente..

Hace 5 años....

Era de noche.
Las gotas de agua caían por doquier empapado todo a su paso

A lo lejos habían dos jovenes que paseaban evitando mojarse. Caminaban a paso rápido, pues intentaban no mojarse, aunque la lluvia cada vez caía más fuerte, haciendo su camino casi imposible

Pero para ellas eso daba igual. Se notaba que iban riéndose de triviales cosas. Se veían bastante felices

- en dos cuadras, no lo olvides..- le dijo la rubia ojiverde a la otra chica. Esta asintió y continuó relatando su historia

A lo lejos, sin que ellas lo notarán, unos jóvenes las miraban espectantes. Se escondían en medio de las sombras, sin dejar ver sus rostros

- van a su casa, señor...¿Las detenemos?- le preguntó el joven al pelinegro que tenía a su lado. Este con una amplia y maliciosa sonrisa negó y dio orden de seguirlas y esperar

Las chicas sin dejar de sonreír entraron a su casa.
Hace varios años que su padre había muerto, y hace unos cuantos que su madre entró en las drogas, pero ellas sin importar que, siempre sonreían y le encontraban el lado bueno a todo. Era como si su positivismo jamás se acabaría...

- ¡mamá, llegamos!- alzó su voz la patinada, con la esperanza de que su madre le respondiera como lo hacía cuando eran más pequeñas. Pero nada, como las tantas otras veces

- deberíamos dejar de hacer eso...- murmuró La rubia haciendo una pequeña mueca. La platinada negó

- es nuestra madre y nos ama, así que también debemos amarla por igual...- ambas asintieron y caminaron hacia la cocina, empezando a preparar algo para poder comer.

A la afuera de la casa, el pelinegro y el chico sonreían de lado viendo de reojo como una mujer iba llegando. Ya era el momento

- ¿atacamos?- volvió a preguntarle a su jefe. Este asintió pero a la vez lo detuvo

- ve con calma, ya sabes como son...- el joven asintió y cuando vio a la mujer ya dentro de la residencia, prosiguió con el plan

Las jóvenes estaban recibiendo a su madre amablemente, mientras esta las trataba como siempre. Indiferente

- ¿que tal tu día?- le preguntó la rubia ansiosa. La mujer rubia ojiazul se encogió de hombros

- como siempre...- abrió la botella de smirnoff que tenía en el estante. La patinada frunció los labios

- te hicimos algo de comer, ¿quieres?- le sonrió como siempre, sin perder ni un poco la esperanza en esa mujer. Esta negó con la cabeza y bebió el contenido de su vaso cerrando los ojos de golpe

- vamos mamá, come algo ¿si?- le murmuró una de sus hijas. La mujer las miró fijamente y bufó

- ¡dije que no!- gritó molesta sirviéndose un poco más- ahora arreglen sus cosas...

Ambas chicas fruncieron su ceño. ¿Se irían de viaje o que?

- ¿que? ¿Pero por...?- el ruido de un estruendo las interrumpió.

Ambas chicas se miraron entre sí y corrieron a ver que pasaba en la entrada principal, mientras su madre tan solo seguía bebiendo y bebiendo

El joven sonrió ampliamente al verlas con cara de espanto, olvidando por completo el positivismo

𝕷𝖎𝖒𝖊𝖗𝖊𝖓𝖈𝖎𝖆 (JELSA) (+18) ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora