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CAPÍTULO I; el deseo es solo un paso al infierno.
Cuando Luke aún era un adolescente rebelde y sin control, el rubio pensaba que el amor estaba hecho de una manera comercializada ridiculamente (en especial el día de San Valentín o los aniversarios.), Siempre se quejó de la cursilería que el romanticismo mostraba aunque lo tomaba como una excusa para tapar su mal historial en lo que se trataba del amor. en el fondo de su corazón siempre anheló tener una familia con una esposa que la esperará cada vez que regrese a casa de su trabajo, pero ahí estaba el Luke de treinta y tres años solitario en su hogar escribiendo poemas solo para perder el tiempo... No tiene lo que esperaba pero debía conformarse con lo que había creado, y luchado, con tanto esfuerzo.
Vivía tan solo en aquel lugar, pero no podía pedir más, siendo un extranjero de Australia en territorio estadounidense, lo que tenía era lo mayor que podía tener en esos momentos, aunque no se quejaba, tenía un buen salario y hacia lo que le gustaba; enseñarle a sus menores lo bello que es el lenguaje natal, sus poemas, sus dramáticas, sus cuentos exagerados llenos de romanticismo cliché y un poco absurdo, sin duda era algo que lo apasionaba mucho el demostrarles que hay un arte especializado en las lenguas.
Recuerda que cuando llegó a ese colegio, todas las chicas solían dar la vuelta para mirarlo con curiosidad pues Luke era un hombre guapo, sabía dar un buen reconocimiento de su apellido Hemmings, pero él ignoro completamente toda esa atención, eran unas simples adolescentes jóvenes, ni siquiera tenían una edad apropiada para salir a tomar alguna cerveza o pasar el tiempo en un parque, además de que Luke era de esas personas quienes siempre le pesaba la conciencia por sus malos actos, no era un hombre totalmente religioso, al contrario pero él no se perdonaría nunca por abusar de una niña pequeña. Y así fue como el fue perdiendo la atención de muchas muchachas, pero eso no quiere decir que no sigue llamando la atención de las profesoras; en especial de la profesora de historia, era mayor que él por unos cuantos años pero se mantenía muy bien a su edad, tenía una belleza singular pero en el fondo Luke sabía muy bien que eso no sería suficiente para satisfacerlo.
De todas maneras, él no tendría tiempo para salir a citas, estaba tan ocupado realizando exámenes y estudiando libro tras libro para sus clases que no le daban el tiempo para ir a ver a su familia, su historial estaba destacado por ser el profesor que raramente falta a trabajar y eso es lo que más le gustaba el director del colegio, se podría decir que lo ve como él hijo que nunca tuvo.
Cuando la noche pasó, y Luke se amaneció pensando en que podría hacer para el inicio a el nuevo año escolar que tendrían los alumnos, el rubio se levantó con muchos ánimos pensando en que alumnos podría tener ese preciso año, estaba cruzando los dedos mentalmente para que les toque unos alumnos apasionados en sus clases. Movió de aquí para allá su clóset donde guardaba su vestimenta semi-elegante para trabajar, cuando obtuvo algo bueno que podría usar, este lo sacó de su lugar y se fue a bañar.
