Cierra las ventanas cada noche

Único Capitulo

Acechando desde la niebla, algo inhumano perturba la tranquilidad de un vecindario. Todos temen ser las próximas víctimas, sin embargo, nadie sabe quien será el próximo desdichado.

Desde hace tiempo hay alguien que mata a las personas sin piedad y las destripa, ya sea niño, adulto o anciano, de distintas maneras. El policía Matías y sus compañeros no saben quien es y por qué lo hace.

Los que han sobrevivido testificaron que no es humano, que es una especie de monstruo deforme, sin embargo, estas personas fueron llevadas a hospitales psiquiátricos porque, al parecer, los hechos fueron tan perturbadores y traumáticos que los llevó al punto de perder su cordura.

Matías fue a buscar el expediente de la última víctima que mató el "destripador", su apodo se creó al ver que todas sus presas las destripaba para después comer algunas partes. Era una chica de 16 años, le abrió la espalda con algo corto punzante cuando estaba durmiendo, le arrancó los pulmones provocando su muerte instantáneamente, se comió el pulmón derecho y la mitad del izquierdo, la otra mitad se encontró a 50 centímetros del cuerpo.

El "destripador" no tiene patrón para asesinar a las personas, tampoco tiene preferencias, lo único que se sabe sobre él es que siempre entra por las ventanas de las habitaciones y también escapa por esta misma.

Lo más cercano que estuvieron de atraparlo fue cuando un par de policías que estaban patrullando el área escucharon unos gritos e inmediatamente pidieron refuerzos, observaron que alguien estaba corriendo hacia un bosque cercano al vecindario. Al adentrarse lo perdieron de vista y segundos después, el asesino arremetió contra ellos. Al día siguiente fueron encontrados mutilados y desmembrados.

A Matías le informaron lo sucedido, así que pidió trabajar con los expedientes de las victimas y ahora va a las escenas del crimen.

Al terminar su turno laboral, el joven oficial se dirige a su hogar compartido con su madre. Es una casa sencilla con dos plantas, jardín delantero y trasero, y todo lo común que siempre se haya en una casa.

Entró a su habitación para descansar de la ardua jornada que tuvo hoy, como de costumbre cerró la ventana de su cuarto y se lanzó, con su uniforme puesto, a la cama y antes de caer dormido escuchó levemente a su mamá decir "dejaré un poco abierta la ventana" y sin prestarle atención se durmió.

Por otro lado, su madre tomó sus medicamentos y se fue a dormir, sin embargo, no se dio cuenta de que hay algo que la esta acechando cautelosamente.

Cuando ella estuvo dormida algo entra por la ventana de repente, es una especie de humanoide con la piel de color negro escamosa y áspera, unos ojos gigantes de color carmesí tan brillantes que se podían ver en la oscuridad y te podían penetrar el alma, una fila de dientes súper afilados como cuchillas y una gran lengua larga y viscosa.

El monstruo caminó hasta llegar a la cama, sacó su lengua y empezó a lamer el rostro de ella, poco después pasó su lengua por su cuello y la empezó a estrangular. La señora soltó un alarido e intentó moverse para lograr respirar, pero fue en vano.

Matías se despertó sobresaltado por aquel grito, tomo su escopeta y corrió hacia el cuarto de su madre, derribó la puerta con una patada y vio que el "destripador" la tenía suspendida en el aire con su lengua lista para mutilarla. Corrió hacia él acercándose  por la espalda y lo golpeó con la culata del arma provocando que soltara a su madre. El monstruo se giro rápidamente e intento atacarlo con sus manos hechas garras, pero el joven policía se agachó y le dio una fuerte patada en los tobillos y el humanoide cayó al frío suelo, Matías se levantó velozmente y antes de que el monstruo reaccionara le disparó en la cabeza sin dudarlo.

La bestia se quedó inmóvil, comenzó a salir una viscosa baba verde similar al ácido, parece que todo había terminado. El policía fue a donde se encontraba su madre y comprobó su pulso, estaba muerta.

Seguidamente se acercó al cuerpo del fenómeno para inspeccionarlo con más detenimiento. Sin embargo, la bestia seguía viva, esta se levantó tan rápido que Matías no tuvo tiempo de reaccionar, mordió la cabeza del pobre joven hasta que se la arrancó junto con su columna vertebral. La sangre salía y se esparcía a montones por toda la habitación, manchó las paredes mientras que el cadáver caía inerte en el suelo y se formó un gran charco a su alrededor manchando permanentemente el suelo de madera.

El "destripador" corrió y saltó por la ventana perdiéndose entre la espesa niebla que proporcionaba la noche y poco a poco se expandía más por los alrededores.

La policía llegó al lugar ya que los vecinos oyeron el disparo, cuando entraron a la escena del crimen unos cuantos vomitaron al ver aquella escena tan macabra y perturbadora que ni los compañeros podían reconocer al oficial.

En las noticias dicen que hay un monstruo acechando la cuidad y la precaución más importante es: "Mantener siempre cerradas las ventanas durante la noche".

FIN.