Capitulo I

3.9K 217 47
                                    

Terry, debido a su profesión como actor, era un hombre de sueño ligero. —Sus ojos se abrieron en el mismo instante en el que sintió que el colchón se movía. Se dio la vuelta para ver qué era lo que le perturbaba.

Dos pechos enormes y totalmente al descubierto se suspendían frente a su nariz.

¡Maldita sea! Levantó la vista para ver a quién pertenecían:

Susana Marlowe, quien en un tiempo fuera su prometida tras un fatídico accidente le
lanzó una mirada con los ojos arqueados mientras tomaba aire para gritar.

—¡Demonios!

Terry levantó como un resorte de la cama y salió por la ventana de un salto. No había tiempo para sutilezas tales como los pantalones o los zapatos. Una vez que Susana comenzara a dar aullidos, los habitantes de toda la casa golpearían con estrépito la puerta.

Con toda seguridad se vería obligado a caer en la trampa y casarse; condenado a encontrarse con la farsante de Susana en el desayuno todas las mañanas durante el resto de su vida.

¿ Puede haber una descripción más sucinta del infierno ?..ja! Pues para el castaño esa era la descripción perfecta.

Karen se lo había advertido muchas veces y ahora esas palabras resonaban en su cabeza...—"No debes confiar en Susana, Terry"

Puso la pierna sobre la cornisa y se lanzo hacia el tejado del pórtico mientras Susana emitía el primer chillido.

El filo de la superficie le hacía cortes en los pies descalzos, pero el dolor no era nada comparado con el pánico que violentaba su pecho...—Tenía que escapar, no sería presa de esa arpía.

Gracias a Dios había examinado con detalle las vistas desde la ventana cuando llegó a la fiesta en casa de los Kelly's ante la insistencia de Karen.

El castaño tenía por costumbre buscar una ruta de escape desde que las burguesas se habían vuelto tan persistentes. Si tan sólo supieran que... Bueno, si iba a tener que huir desnudo, quizá era el momento de decir algo. —Un discreto rumor sementado con prudencia haría cambiar de opinión a aquellas doncellas con la mente puesta en casarse...—Echó un vistazo hacia la ventana. .—O tal vez las damitas de sociedad se sentirían más contentas de poder conseguir su dinero y su título sin tener que pagar por ello en la cama.

La temprana brisa primaveral que se sentía sobre el pórtico le hizo tiritar. No podía quedarse allí como un bobo. —En cualquier momento alguno de los invitados de los Kelly's respondería a los gritos de la desquiciada de Susana...—cualquier asistente miraría por la ventana y se preguntaría qué es lo que hacía el actor de Broadway Terruce Graham de pie y desnudo en plena noche. Resopló. ..—¡Diablos!, todos los invitados de los Kelly's darían por hecho lo que estaba haciendo, y seguramente le pillarían de la misma forma que si se hubiese quedado bajo las sábanas.

Susana volvió a gritar. ...—Alguien gritó...—Él barrió con la mirada las demás ventanas que había frente al pórtico. Allí, al final, el brillo de la luz de una lámpara en una de las habitaciones mostraba una ventana abierta.

Corrió a gran velocidad hacia ella con la esperanza de que el ocupante de aquella habitación fuera un hombre.

*******************

Candice White Ardley estaba desnuda frente al espejo, con las manos en las caderas y mirándose los pechos, —no con muy buena cara...—Inclinó la cabeza, los miró torciendo la mirada, primero con el ojo derecho y luego con el izquierdo.

—¡Bah! Los tenía pequeños; pequeños e insignificantes limones en comparación con los exuberantes y maduros melones de Susana Marlowe. No había corsé en el mundo que pudiera hacerlos más impresionantes.

Locura de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora