—¿En qué estabas pensando? —Elisa llevó a Susana a su habitación. A veces deseaba darle una buena paliza .. —Si de verdad quería atrapar a Terry tendría que empezar a usar la cabeza para otras cosas aparte que tener las orejas separadas. Son los hombres los que se suponen que piensan con sus partes bajas, no las mujeres.
Susana se detuvo justo en la puerta.—¿ No esperas compañía ?
—Sí, gracias a ti. —Elisa respiró profundamente, reprimiendo su enfado.—Necesitaba llevarse a Brandon a la cama. Todo el drama de la noche había servido para cambiar su negativa inicial. Se miró el reloj...—Pronto estará aquí. —Y tengo la esperanza de que también se marche pronto—. Le dije que primero tenía que hablar contigo. —además la pelirroja quería fortalecer sus nervios con un trago o dos de brandy.
—Brandon no es un hombre paciente...
Elisa se encogió de hombros.—Tampoco es un hombre brillante. —Si no le hubiese distraído ni te hubiese retenido, Terry ya estaría comprometido, y tú no serías la mujer que luciera su anillo de compromiso. ¿No sabes lo que es la discreción? —Se dirigió hacia el tocador. ¿Por qué diablos había accedido a ayudar a Susana para atrapar a Terry?
La respuesta era simple. ..—Conseguir a Terry para la farsante ex lisiada significaba que la huérfana no se casaría con él. —Apartar a Terry de la soltería podría mantener a la hospiciana moza de establo en un rechazo permanente, lo que haría sufrir a Albert, al verla triste.
Tres años atrás, cuando Albert se reencontró con la que ahora era su esposa, —Elisa se puso furiosa, había ideado un plan para seducirlo y ser la dueña y señora de todas las posesiones de los Ardley..—Estaba decidida a casarse con un hombre de familia poderosa e influyente como lo eran los Ardley, ya que su familia se estaba hundiendo poco a poco en la miseria y el único matrimonio disponible tras la boda de Albert era con David Duraham (un anciano de ochenta años). Mientras caminaba por el pasillo de la Iglesia para encontrarse con el decrépito novio, Elisa juró que se lo haría pagar a Albert. Y Ahora, quizá, lo conseguiría, a travez de la huérfana venida de menos a más.
Aguardaba la excitación que siempre experimentaba con sólo pensar en conseguir finalmente su venganza...—en la espera de ese momento la pelirroja se refugiaba en el alcohol para soportar lo que era su vida, atarás había quedado la Elisa de antaño solo quedaba una Elisa fría y calculadora con sed de venganza y después de pensarlo bien vio en Susana la aliada perfecta, pero ahora no estaba tan segura que la rubia tuviese las cualidades necesarias para su propósito, —Susana realmente era una mujer hueca.
La pelirroja tiró con fuerza del cajón del tocador, hasta que lo abrió con más fuerza de la que tenía intención. —Lo tomó antes de que se saliera del todo y todas sus pertenencias cayeran al suelo.¿Qué le pasaba? Sacó un frasco plateado y cerró el cajón con cuidado. Había fiesta en casa. —Eso era. —Estaba con los nervios de punta desde que ella había llegado. Debería haber sabido que estar cerca de Arthur Kelly le haría sentirse así.
Quitó el tapón al frasco e inhaló el aroma del brandy.—No, la verdad era que tenía preocupaciones más acuciantes que su venganza.—Su decrépito esposo no funcionaba bien. —Necesitaba un heredero. —El tiempo se agotaba.—Tenía un nudo en el estómago que a todos nos es familiar.—La discreción no formaba parte del plan.
Susana se abalanzó sobre una silla junto al fuego—. Se suponía que tenían que descubrirme con Terry en la cama. ¿Quién iba a imaginar que huiría por la ventana?
—Debiste haberlo supuesto. —Ha hecho del escapar del matrimonio un arte. Ha hecho un arte del escapar de ti. —Elisa llevó el frasco a los labios, luego hizo una pausa—. ¿Te gusta el brandy?
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Locura de Amor
FanfictionDespués de la separación con Terry, Candy se refugió en su trabajo para no volverse loca de dolor al haber renunciado al hombre que amaba con toda su alma. Años mas tarde, al enterarse a travez de Annie que el compromiso entre Terry y Susana había s...