"La frontera"

Mi nombre es José y realice mi viaje a los Estados Unidos de América (EUA) la razón ... Son cientos de ellas que no podrían mencionarlas, pero. . . la principal y más importante de todas, mi familia, lo cual es mi zona de despegue para atreverme a hacer lo que estoy por contarles en estos instantes.

Son las 7 de la tarde, partimos de la Ciudad de México y aún sigo con el miedo y el terror de que me pueda ocurrir algo a mi o a mi familia con mi ausencia, el coyote acaba de pasar por nosotros el, es el encargado de pasarnos al otro lado de la frontera y al cruzar allá valérnosla por sí mismos.

El viaje empieza.... Vamos por la carretera México 15D, en una camioneta Chevrolet roja, que se apesta a estiércol de baca, pero todo sea por tener un mejor futuro, en la camioneta de otras 3 personas, que todos viajamos por la mismo nuestra "familia", pero con una historia diferente.

Rubén él nos platica que vive con su mamá "Cata" que tiene 76 años de edad, muy débil la señora ya no puede caminar, ni levarse de la cama, necesita medicinas para la presión y se acumula la renta de la casa por tal modo que si en un mes no pagan serán desalojados, y a falta de todo esto su madre su madre moriría ese fue el motivo por el cual emprendió su viaje.

Rosa, no viaja sola pues, trae consigo su bebe llamada "Carmen" igual que la madre ya fallecida de Rosa que en la paz descanse, el motivo es su bebe, el ofrecerle una mejor calidad de vida y encontrar al hombre que el embarazo y el dejo desamparada, para denunciarlo.

Llegamos a la frontera, pero lo peor apenas empieza, cruzamos la frontera Tijuana - Estados Unidos, son las 4 de la mañana y hay demasiados policías, no podemos correr, estamos cansados, con sueño, con demasiado frió . En especial él bebe de Rosa no para de llorar, algo le pasaba pero no sabíamos que era, ustedes "dirán se hizo del baño", pero no era algo diferente. Que perturbara pero es cierto, él bebe se estaba muriendo de sed y frió.

Pasada un tiempo, él bebe paro de llorar no aguanto mas a causa de una hipotermia murió, Rosa no paraba llorar, rompió el llanto en la nada del desierto. Con el dolor que sentía Rosa entre los 3 cavamos un holló para Carmen un ángel más en el cielo, que no sobrevivió en el transcurso del pasaje por el infierno y es cuando digo, gritando "Porque Dios, porque me estás haciendo a mí esto. . . . . . . . . . te odio, tu no existes, mataste en lugar de salvar aun bebe, entonces mátame a mi".

Me invadía el odio, quería que la tierra me tragara y nunca me dejara salir, ya a poco de salir del desierto y pasar la carretera de Kumeyaay Hwy sin darnos cuanta unos policías nos empiezan a perseguir y a disparar, por el miedo y la tensión nos separamos, nadie sabía donde estaba quien, así que cada quien estuvo en medio de la nada por su cuenta.

Me perdí, no sabía a donde ir, perdí por completo el camino, hasta que me desmalle en medio de la nada, por la falta de agua.

Cuando desperté me fije en la hora en mi reloj Casio que me regalo uno de mis hijos, eran las 2 de las tarde, el calor estaba insoportable, tenía demasiada sed. A si que me para y empecé a caminar de nuevo.

Empezó la peor de las etapas de esa travesía, las alucinaciones, el estar como si fueras un borracho, el ya no poder caminar y arrastrarse. Me estaba dando por vencido el, quedarme en la nada del desierto y morir. Pero en ese preciso momento de darme por vencido se me sale de mi bolsillo del pantalón izquierdo una foto de mis hijos y yo.

Recordé que sin mi, no serían nada, que no los podía defraudar, les prometí que regresaría, y que tendríamos una mejor vida, una casa más grande, un auto, entre otras muchas cosas.

Así que me armé de valor y me pare de nuevo, enfrente de mi encontré un cactus de agua y tunas, Dios me estaba ayudando, me estaba diciendo que jamás me dejaría sólo, que estaba en mi seguir o rendirme como un perdedor.