Capítulo 26

2.6K 421 119
                                    

El chofer entró directo a la cochera del edificio y aparcó cerca del ascensor.
Jimin y YoonGi se bajaron, hicieron una corta reverencia al hombre y se dirigieron al departamento, directo desde la cochera.
YoonGi ya no miraba todo a su alrededor como la primera vez, no es que ya no le impresionara tanto lujo, pero sentía la mirada fija de Jimin y no podía concentrarse en otra cosa.

—No te he agradecido por tus palabras en el escenario, fue algo que no me esperaba. —Dijo YoonGi rompiendo aquél tortuoso silencio.

—No tienes por qué agradecer, como ya mencioné, no lo hubiese logrado sin tu ayuda.

YoonGi se quedó en silencio, estaba incómodo por el halago, él  sentía que no había ayudado tanto como el pelinegro decía, al contrario, Jimin lo había ayudado a él mucho más. Cada vez se sentía más en deuda.

En cuanto el ascensor marcó el piso correspondiente, caminaron a través del gran pasillo hasta la puerta del departamento, YoonGi tragó con dificultad al recordar la última vez que estuvo allí, solo que esta vez,  no tenía un somnífero en polvo en los bolsillos de sus jeans.

—Adelante, pasa. —Musitó Jimin al ver que el pálido se había quedado estático en la entrada.

YoonGi  se aclaró la garganta y entró, se sacó los zapatos y acto seguido caminó lentamente hasta la sala, Jimin caminaba detrás.

—Ponte cómodo.

En cuanto YoonGi escuchó esas palabras, casi con desesperación, se comenzó a quitar la corbata arrojándola lejos, luego se desabrochó la camisa e hizo lo mismo, quedando simplemente con una camiseta blanca debajo. Aquellas prendas lo habían estado asfixiando toda la noche y no veía la hora de poder quitárselas.

Jimin lo miró sorprendido, no iba a negar que por un momento pensara en que YoonGi también se iba a quitar los pantalones, y ahora tenía las mejillas ardiendo debido a aquella imagen mental.

— ¿Quieres algo de beber? —Preguntó intentando disipar cualquier pensamiento pecaminoso de su mente.

YoonGi asintió con la cabeza y el pelinegro se marchó a toda velocidad a refugiarse a la cocina, si quiera le había preguntado que bebida deseaba. Necesitaba lavarse el rostro con agua fría.

Regresó a los minutos con dos botellas de Soju, las colocó con cuidado sobre la mesa de vidrio y se sentó en el sillón que estaba justo en frente de donde YoonGi se encontraba.

—Salud. —Dijo el pálido mientras extendía la botella hacia la de Jimin.

Este lo imitó y ambos se dedicaron solo a beber. Otra vez aquél tortuoso silencio. Era la primera vez que estaban completamente solos luego del beso, aquél acto impulsivo había vuelto todo más incómodo.
Jimin estaba tan nervioso, que si quiera se dio cuenta cuando había terminado su bebida, tenía la garganta seca y no iba a ir por otra, lo que menos quería era embriagarse, necesitaba estar en pleno uso de sus facultades mentales.

YoonGi estaba con la mente perdida pensando en musarañas cuando escuchó un fuerte ruido, entonces vio que la temblorosa mano de Jimin había dejado caer por accidente la botella vacía de soju sobre la mesa de vidrio y aquello había provocado un fuerte estruendo. La botella giró por varios segundos hasta que se detuvo, justo enfocándolo a él.

—Ahora me tienes que besar. —Dijo este en tono de broma. A lo que provocó que el pelinegro lo mirase sorprendido, ¿había escuchado bien?
Jimin fingió una leve risa, pero YoonGi no lo siguió.

Secuestré a un Idol || HopeV [PT2] CONCLUIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora